El estrepitoso desplome de la libra egipcia: las autoridades del pa¨ªs, incapaces de mantener la intervenci¨®n de los ¨²ltimos a?os
La suma de crisis externas y los desequilibrios econ¨®micos empujan a la divisa a depreciarse casi a la mitad frente al d¨®lar desde marzo
A mediados de febrero de 2021, no hace ni siquiera dos a?os, el centro de informaci¨®n del Gobierno de Egipto public¨® un informe que alababa el buen rendimiento de la moneda nacional, la libra egipcia, y presum¨ªa de que estaba entre las mejores del mundo en relaci¨®n al d¨®lar. Seg¨²n recog¨ªa aquel documento, el tipo de cambio entre divisas era un indicador clave de la fortaleza econ¨®mica del pa¨ªs y un certificado de la calidad de sus pol¨ªticas monetarias. Este mi¨¦rcoles, la divisa de Egipto ced¨ªa un 7,24%, aunque lleg¨® a caer incluso un 14%. Desde marzo, ha perdido la mitad de su valor a causa de las fuertes tensiones inflacionistas que sufre el pa¨ªs, los desequilibrios econ¨®micos y la insostenible intervenci¨®n de los ¨²ltimos a?os.
La confianza proyectada por las autoridades egipcias se sustentaba sobre todo en la subida que hab¨ªa experimentado la libra en 2019, cuando se apreci¨® un 10,5% frente al billete verde, y a su resistencia en 2020 y en 2021. Lejos quedaba entonces el v¨¦rtigo que hab¨ªan sentido los egipcios un lustro antes, a finales de 2016, cuando las autoridades dejaron que su moneda se desplomara un 50% como parte un paquete de reformas vinculado a un pr¨¦stamo de 12.000 millones de d¨®lares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Uno de los objetivos de adoptar un tipo de cambio flexible era crear las condiciones para que entrara en el pa¨ªs capital extranjero de forma estable. Y en los a?os posteriores a 2016 Egipto y su moneda se vieron beneficiados por el buen rendimiento de los principales sectores, en gran medida rentistas, que aportan divisas extranjeras al pa¨ªs adem¨¢s de la deuda: las remesas, el turismo, el canal de Suez, y sus moderadas exportaciones.
Pero m¨¢s all¨¢ del rendimiento de la econom¨ªa, la estabilidad de la libra en los ¨²ltimos a?os respond¨ªa a un factor sobre el que las autoridades han sido mucho m¨¢s elusivas: una fuerte intervenci¨®n del Banco Central. Desde el acuerdo con el FMI de 2016, la instituci¨®n no pod¨ªa sustentar directamente la libra, pero pas¨® a hacerlo a trav¨¦s de al menos los dos mayores bancos comerciales de propiedad estatal en el pa¨ªs, que asumieron la carga de inyectar d¨®lares al mercado interbancario para cerrar cualquier agujero con la demanda.
Uno de los principales fines que persegu¨ªa el Banco Central con esta pol¨ªtica era mantener a raya la inflaci¨®n. Pero hab¨ªa otro: combinada con unas s¨®lidas reservas de divisas y uno de los tipos de inter¨¦s m¨¢s altos del mundo, la fuerte estabilidad de la libra permiti¨® atraer miles de millones de d¨®lares a su mercado de deuda al garantizar suculentos beneficios.
Mientras no hubiera turbulencias, la maniobra no representaba un peligro a corto plazo. Pero la crisis desatada por la pandemia comenz¨® a mostrar los fr¨¢giles fundamentos que sustentaban la libra. Y la ca¨ªda de ingresos de las principales fuentes de divisa extranjera se sum¨® a unos pagos cada vez mayores de deuda externa, que ha aumentado un 179% desde 2016, lo que empez¨® a ejercer mucha presi¨®n sobre las reservas del pa¨ªs y su divisa.
Las consecuencias de la guerra
La insostenibilidad de la apuesta del Banco Central qued¨® al descubierto con el estallido de la guerra en Ucrania, que desat¨® una enorme fuga de capitales, ha aumentado la factura de las importaciones haciendo saltar por los aires la balanza de pagos, y ha fortalecido el d¨®lar. Todo ello adem¨¢s de un apretado calendario de pago de la deuda.
La falta de d¨®lares en los bancos egipcios en 2022 llev¨® al Banco Central a aplicar fuertes restricciones a las importaciones, lo que provoc¨® un fuerte atasco en los puertos, donde llegaron a acumularse mercanc¨ªas por valor de unos 9.500 millones de d¨®lares. Aunque las autoridades hicieron marcha atr¨¢s en diciembre, al menos un tercio de esos bienes a¨²n est¨¢ pendiente de despacharse, por lo que la demanda de d¨®lares es todav¨ªa muy elevada.
En este contexto, el Banco Central se ha visto obligado a soltar la moneda y devaluarla en al menos dos ocasiones desde el pasado marzo y a anunciar un tipo de cambio flexible duradero. Esta medida ha sido la piedra angular de un nuevo programa acordado con el FMI en octubre a cambio de otro pr¨¦stamo de unos 3.000 millones de d¨®lares. Desde la primera devaluaci¨®n, y teniendo en cuenta la ca¨ªda de este mi¨¦rcoles, la libra se ha depreciado pr¨¢cticamente a la mitad frente al d¨®lar. Y si entonces cotizaba por debajo de 16 frente al d¨®lar, ahora se acerca a los 30.
¡°Grandes divisas como el d¨®lar y el euro cotizan libremente, su valor viene determinado por los efectos de la oferta y la demanda. [En Egipto] est¨¢ claro que el Banco Central utiliz¨® sus reservas para evitar que la libra cayera demasiado r¨¢pido el a?o pasado. Pero era inevitable dejar de utilizarlas para sostenerla¡±, apunta el experto bancario y director de la consultora Alraya, Hany Abou-El-Fotouh.
Tanto El Cairo como el FMI vuelven a insistir en que la flotaci¨®n ayudar¨¢ a reconstruir las reservas de divisas del pa¨ªs, a inyectar confianza entre los inversores, y a impulsar las exportaciones. Pero por ahora, y a diferencia de 2016, se est¨¢ imponiendo la cautela.
Allen Sandeep, director de investigaci¨®n del banco de inversi¨®n NAEEM, especializado en Oriente Medio y Norte de ?frica, se muestra optimista de que la situaci¨®n empezar¨¢ a revertirse y comenzar¨¢ a entrar dinero a Egipto una vez se despejen los puertos y se enfr¨ªe la demanda de d¨®lares, algo que cree que podr¨ªa ocurrir a finales de enero o en febrero.
¡°Estamos sugiriendo a nuestros clientes que esperen y no se lancen inmediatamente al mercado, porque hay que esperar a ver c¨®mo se despeja el atasco en los puertos. Una vez ocurra esto, creo que [la libra] va a cotizar libremente en el mercado¡±, apunta Sandeep.
Donde los efectos de la flotaci¨®n no se han hecho esperar, sin embargo, ha sido sobre el poder adquisitivo de los egipcios, en un contexto marcado por una inflaci¨®n que se situ¨® en el 21.9% en diciembre. En el a?o posterior a la flotaci¨®n de 2016, al menos 5 millones de personas, el 5% de la poblaci¨®n, cay¨® bajo el umbral de la pobreza, que las autoridades egipcias fijan en unos ingresos sustancialmente inferiores a los del Banco Mundial (BM).
¡°La ra¨ªz de la crisis actual tiene que ver con las debilidades estructurales de la econom¨ªa egipcia, concretamente en la balanza por cuenta corriente, que sufre una debilidad cr¨®nica como consecuencia del fuerte aumento de la factura de las importaciones en los ¨²ltimos a?os, durante los que las exportaciones no se beneficiaron de la liberalizaci¨®n del tipo de cambio adoptada en 2016¡å, concluye Abou-El-Fotouh.
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