La recaudaci¨®n por matricular veh¨ªculos vive su mayor alza desde 2009

El sector del autom¨®vil sigue atrapado en una tormenta perfecta. Tras el vendaval de la pandemia lleg¨® el cortocircuito en las cadenas de suministro, que sigue causando retrasos y parones en la producci¨®n por la falta de componentes. Los nubarrones, en lugar de disiparse, se han vuelto a condensar con el estallido del conflicto en Ucrania: ahora el sector debe lidiar con trabas adicionales en el transporte y con una crisis energ¨¦tica que ha disparado la inflaci¨®n, elevado el precio de los carburantes y encarecido la financiaci¨®n por la subida de los tipos de inter¨¦s. Esta mala racha ha contra¨ªdo las ventas a su peor nivel en nueve a?os, pero parad¨®jicamente no ha causado anemia alguna en los ingresos por el impuesto de matriculaci¨®n: a lo largo de 2022, este tributo vivi¨® su incremento m¨¢s intenso desde 2009 y aport¨® 649,2 millones de euros, un 39% m¨¢s que el a?o anterior.

Este resultado, publicado el martes por la Agencia Tributaria, se explica por distintas razones. Entre ellas, la falta de stock a causa de los atascos log¨ªsticos y el impacto de la inflaci¨®n, as¨ª como el cambio de metodolog¨ªa en la medici¨®n de las emisiones de CO? de los veh¨ªculos, la variable que determina el importe del tributo: a m¨¢s contaminaci¨®n, mayor cuota a pagar.

Desde el a?o pasado se aplica el sistema conocido como WLTP (Worldwide Harmonized Light-Duty Vehicles Test Procedure), exigido por la UE y m¨¢s estricto que el usado previamente. Un protocolo cuya aplicaci¨®n se hab¨ªa estado prorrogando desde 2018 y que mide de forma m¨¢s realista las emisiones de los veh¨ªculos en carretera. En la pr¨¢ctica, eleva los niveles de poluci¨®n y origina una subida fiscal en el impuesto de matriculaci¨®n, que el sector cuantific¨® con un aumento de hasta 1.000 euros en el precio medio de los veh¨ªculos.

Para entender el alcance del cambio hay que considerar que el impuesto de matriculaci¨®n ¡ªun tributo auton¨®mico que solo se paga una vez al registrar el veh¨ªculo¡ª contempla distintos tipos impositivos en funci¨®n de los gramos de CO? que emite el veh¨ªculo. Hay cuatro baremos, denominados ep¨ªgrafes. Los coches menos contaminantes, que expulsan menos de 120 gramos de di¨®xido de carbono por kil¨®metro, est¨¢n exentos del tributo; si los gramos de CO? est¨¢n entre 120 y 160, el tipo sube al 4,75%, al 9,75% hasta los 200 gramos y al 14,75% de los 200 para arriba ¡ªen Canarias la carga es inferior en un punto porcentual por cada horquilla¡ª. Por ello, aunque el n¨²mero de veh¨ªculos matriculados en 2022 cayera un 3% ¡ªde 898.872 a 873.021 unidades¡ª, la recaudaci¨®n pas¨® de 467,9 a 649,2 millones.

¡°El mismo coche, del mismo modelo, que antes tributaba por el ep¨ªgrafe uno [estaba exento del impuesto], con el WLTP emite m¨¢s de 120 gramos de CO? por kil¨®metro¡±, explica F¨¦lix Garc¨ªa, responsable de comunicaci¨®n de Anfac (Asociaci¨®n Espa?ola de Fabricantes de Autom¨®viles y Camiones). De hecho, este baremo es el que m¨¢s veh¨ªculos gana en la estad¨ªstica de Hacienda: casi la mitad de los coches matriculados en 2022 (428.300 unidades) estaban en el ep¨ªgrafe uno, frente al 32,5% del a?o anterior. En cambio, el n¨²mero de veh¨ªculos exentos ha ca¨ªdo en picado: si en 2021 el 61% de los nuevos autom¨®viles se ahorr¨® el gravamen, en 2022 este porcentaje se redujo hasta el 43%.

Coches m¨¢s grandes y limpios

Otro de los elementos que han influido en el aumento de recaudaci¨®n es el auge de los todoterrenos tipo suv, una tendencia que empez¨® hace tiempo y que ahora se une a las f¨®rmulas h¨ªbridas. Los suv son m¨¢s grandes, tienen carrocer¨ªas m¨¢s pesadas y por ende consumen ¡ªy contaminan¡ª m¨¢s que un coche utilitario, mientras que los h¨ªbridos emplean tecnolog¨ªas limpias, pero a la vez emplean combustibles convencionales. No es casualidad que la cuota media a ingresar por el impuesto (744 euros) ha subido en m¨¢s de un 40%, y el precio medio para la compra de un veh¨ªculo aument¨® en un 8% hasta los 22.176 euros.

Otra tendencia que se mantiene es la predilecci¨®n de los autom¨®viles de gasolina frente a los di¨¦sel, una preferencia que se afianz¨® del todo en 2018 tras el esc¨¢ndalo del dieselgate. Desde entonces no ha habido marcha atr¨¢s. En 2022, los veh¨ªculos de gas¨®leo supon¨ªan tan solo el 28% de las nuevas matriculaciones, frente al 66,4% de los de gasolina. Los coches que emplean otras tecnolog¨ªas tambi¨¦n ganan terreno. El a?o pasado se matricularon 48.109 unidades, seg¨²n la Agencia Tributaria, correspondientes al 5,5% del conjunto. Aunque supongan una peque?a fracci¨®n del mercado, han contribuido a reducir los niveles medios de emisi¨®n de CO? en todos los baremos.

Si se consideran solo los veh¨ªculos electrificados, tanto turismos como comerciales e industriales, el crecimiento ha sido a¨²n mayor, del 19,1% seg¨²n Anfac. Este aumento, sin embargo, no ha logrado salvar el ejercicio, que ha terminado con una ca¨ªda generalizada en las ventas de turismos del 5,4%. ¡°2022 ha sido un a?o complicado para las ventas de autom¨®viles, marcado por factores como la guerra en Ucrania, el aumento de los costes energ¨¦ticos y de carburantes o el incremento de la inflaci¨®n y los tipos de inter¨¦s que han condicionado la decisi¨®n de compra de los usuarios¡±, se?alaba Anfac en la nota de cierre del ejercicio.

Garc¨ªa explica que en 2022 ha habido otro problema a?adido: se han perdido m¨¢s de 800.000 conductores de camiones portaveh¨ªculos, lo que ha causado que miles de coches se quedaran varados sin poder llegar a los concesionarios: ¡°Creemos que se trata de un problema de suministro y no de demanda, que se mantiene alta y fuerte pese a los tipos de inter¨¦s¡±. La previsi¨®n de matriculaci¨®n de Anfac para 2023 es optimista, con 900.000 unidades. Pero las inc¨®gnitas son m¨²ltiples, con la guerra en Ucrania por encima de todas, que afecta a las futuras decisiones de pol¨ªtica monetaria, los cuellos de botella en el transporte o los costes de producci¨®n. ¡°Si cada uno de estos obst¨¢culos mejora vamos a superar el objetivo, porque la demanda sigue fuerte¡±.