Francia condiciona el tubo entre Barcelona y Marsella al reconocimiento del hidr¨®geno de origen nuclear
Bruselas debate los requisitos para que la energ¨ªa at¨®mica se considere verde. Espa?a y Alemania rechazan que el llamado hidr¨®geno rosa compute en los objetivos en renovables
Las diferencias de Francia con Espa?a y Alemania sobre la energ¨ªa at¨®mica amenazan con dejar en el aire el H2Med, la ambiciosa conexi¨®n submarina para transportar hidr¨®geno entre Barcelona y Marsella, y de ah¨ª hasta el norte de Europa. Unas semanas despu¨¦s de que el proyecto se presentase como determinante para el futuro energ¨¦tico de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, Par¨ªs condiciona su ¡°viabilidad econ¨®mica¡± a que Berl¨ªn y Madrid reconozcan el papel central del llamado hidr¨®geno bajo en carbono ¨Ces decir, de origen nuclear¨C y a que este quede equiparado al procedente de fuentes renovables. Esto, hoy por hoy, se antoja dif¨ªcil.
¡°La viabilidad econ¨®mica del proyecto H2Med corre el riesgo de ser cuestionada si los resultados de las negociaciones europeas no tienen en cuenta el hidr¨®geno bajo en carbono, porque la producci¨®n de hidr¨®geno quedar¨¢ entonces comprometida¡±, declara a EL PA?S una fuente del gabinete de Agn¨¨s Pannier-Runacher, ministra francesa de Transici¨®n Energ¨¦tica. ¡°Es solo una cuesti¨®n de l¨®gica econ¨®mica. Sin hidr¨®geno, no se podr¨¢n construir los tubos¡±.
Hidr¨®geno bajo en carbono es sin¨®nimo de hidr¨®geno producido a partir de energ¨ªa nuclear, por oposici¨®n al hidr¨®geno producido a partir de energ¨ªas renovables, en el que Espa?a ¡ªgracias a su enorme potencial fotovoltaico¡ª aspira a convertirse en una referencia europea y mundial. Ese hidr¨®geno verde, y no el rosa ¡ªel generado con energ¨ªa at¨®mica¡ª, es el que tambi¨¦n quiere Alemania para descarbonizar su a¨²n poderos¨ªsimo sector industrial.
En pol¨ªtica, incluso en las m¨¢s altas esferas, muchas fotos envejecen mal. Parece que fue ayer cuando ¡ªa principios de diciembre¡ª los presidentes espa?ol, franc¨¦s y portugu¨¦s sellaron en Alicante, bajo la atenta mirada de la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, el pacto para alumbrar un hidroducto entre la Pen¨ªnsula y la segunda ciudad francesa. A¨²n m¨¢s reciente es la instant¨¢nea en la que Macron y el canciller germano, Olaf Scholz, anunciaban la incorporaci¨®n de Alemania al H2Med.
Francia viene a decir que, sin hidr¨®geno nuclear, no hay suficiente producci¨®n de hidr¨®geno para el tubo. Hay una parte de gesticulaci¨®n en este debate, del tira y afloja t¨ªpico de las negociaciones europeas m¨¢s t¨¦cnicas. Nadie considera, ni de lejos, que est¨¦ enterrado el proyecto. Hay un acuerdo pol¨ªtico ratificado por todos los l¨ªderes. Pero el aviso franc¨¦s recuerda, primero, que el hidroducto es un proyecto todav¨ªa con mucho trabajo por delante para realizarse. Y, segundo, que las diferencias sobre la energ¨ªa nuclear no han dejado de ser un motivo de fricci¨®n en una UE en plena transformaci¨®n energ¨¦tica, y con capacidad para socavar iniciativas futuras.
El golpe en la mesa del Gobierno franc¨¦s llega en plena negociaci¨®n en Bruselas por la directiva comunitaria sobre el futuro de las energ¨ªas limpias y el margen para que entre ellas figure la energ¨ªa nuclear. Par¨ªs cree que las posiciones en Bruselas de Espa?a y Alemania ¡ªpa¨ªses comprometidos con el abandono de la energ¨ªa nuclear¡ª se desdicen de acuerdos previos. Y ve amenazados los intereses de Francia en esta negociaci¨®n.
¡°Estas negociaciones no est¨¢n tomando un giro satisfactorio¡±, declar¨® hace unos d¨ªas Pannier-Runacher. Y record¨® que, en la declaraci¨®n hispano-francesa de Barcelona el 19 de enero, y en la franco-alemana cuatro d¨ªas despu¨¦s en Par¨ªs, tanto Espa?a como Alemania hab¨ªa reconocido el hidr¨®geno bajo en carbono como hidr¨®geno limpio. Sin un acuerdo sobre este punto, el proyecto H2Med podr¨ªa quedar en entredicho. ¡°No ser¨ªa comprensible que Espa?a y Alemania defiendan posiciones diferentes en Bruselas y no cumplan con sus compromisos¡±, a?adi¨® la ministra. ¡°Hay que clarificar las cosas sobre este tema¡±.
La batalla de Francia, segunda mayor econom¨ªa europea y el pa¨ªs del bloque m¨¢s dependiente ¡ªy ferviente defensor¡ª de la energ¨ªa nuclear, por el hidr¨®geno rosa no es nueva. Adem¨¢s de poder colocarlo en otros pa¨ªses de la UE con una etiqueta aceptable desde el punto de vista ambiental, se juega tambi¨¦n la posibilidad de exportar su tecnolog¨ªa y su ingenier¨ªa nuclear fuera de la UE con la garant¨ªa de que el hidr¨®geno que produzcan estar¨¢ bien visto en el mayor bloque econ¨®mico del planeta.
Par¨ªs siempre se mostr¨® reticente al Midcat, el antecedente al H2Med, que discurr¨ªa bajo los Pirineos y al que dio la puntilla a finales del a?o pasado, en cuanto el Gobierno espa?ol puso encima de la mesa la alternativa entre Barcelona y Marsella. La interconexi¨®n el¨¦ctrica en marcha en el golfo de Vizcaya ¡ªmuy importante para Espa?a¡ª tampoco fue nunca su prioridad. En los ¨²ltimos meses, en los que casi la mitad del parque nuclear de Francia ha llegado a estar fuera de juego, este pa¨ªs ha evitado un apag¨®n masivo gracias, precisamente, al suministro de otros vecinos, sobre todo Alemania y Espa?a.
Negativa rotunda de Espa?a y Alemania
Tanto Madrid como Berl¨ªn son contrarios a la equiparaci¨®n del hidr¨®geno rosa con el verde. ¡°Rechazamos considerar los combustibles bajos en carbono entre los objetivos de energ¨ªas renovables¡±, apuntan fuentes del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica de Espa?a. ¡°Existe una petici¨®n a la Comisi¨®n Europea por parte de algunos Estados miembros, entre ellos Francia, para que el hidr¨®geno bajo en carbono est¨¦ entre los objetivos de la UE para las energ¨ªas renovables. [Pero] Espa?a, junto a otros socios de la UE, como Alemania, coincide en rechazar claramente esa opci¨®n¡±.
No obstante, el Ejecutivo espa?ol reitera su ¡°firme voluntad¡± de ¡°seguir trabajando con Francia y el resto de socios de la UE para alcanzar soluciones compartidas en este asunto, que puedan intentar encontrar acomodo a las distintas realidades de otros pa¨ªses¡±. Siempre, eso s¨ª, ¡°asumiendo que los combustibles bajos en carbono no pueden ser equivalentes a los combustibles de origen renovable¡±.
¡°La guerra est¨¢ en que tratan de equiparar el rosa al renovable y que cuente en los objetivos de descarbonizaci¨®n del transporte y la industria. Creo que acabar¨¢ habiendo un camino para el hidr¨®geno renovable y otro para el rosa, bajo la consideraci¨®n de bajo en carbono¡±, apunta el eurodiputado espa?ol del PSOE, Nicol¨¢s Gonz¨¢lez Casares. Toda esta situaci¨®n, contin¨²a, se ha visto enmara?ada por la llamada taxonom¨ªa verde europea del a?o pasado, que otorg¨® tanto a la energ¨ªa nuclear como al gas la etiqueta de energ¨ªas verdes contra el criterio de Espa?a y otros pa¨ªses de la Uni¨®n. ¡°Sin embargo¡±, a?ade Gonz¨¢lez Casares, ¡°creo que casi se puede descartar que vaya a recibir la etiqueta de hidr¨®geno renovable¡±.
Con el no rotundo de Alemania y de Espa?a, contin¨²a el eurodiputado socialdem¨®crata, ¡°pr¨¢cticamente se puede dar por descartado que [Francia y sus aliados] vayan a tener una mayor¨ªa que respalde su posici¨®n en Bruselas¡±. Aun as¨ª, y pese a que las posiciones alemana y espa?ola son ¡°muy claras y muy fuertes¡±, el acto delegado sobre el hidr¨®geno que prepara la Comisi¨®n Europea, ¡°puede introducir interferencias¡±. Ese texto, al que ha tenido acceso EL PA?S y que ser¨¢ presentado en Bruselas en los pr¨®ximos d¨ªas, amenaza con cambiar el actual statu quo. ¡°Creo que Francia tiene bastante asumido que el hidr¨®geno rosa no va a recibir exactamente la etiqueta de renovable, pero lo que est¨¢ buscando es un espacio propio, que se pueda considerar como propicio para la descarbonizaci¨®n del transporte y la industria. Ser¨ªa un gran error ponerlo al mismo nivel que el renovable¡±.
El acto delegado de la UE, ?un capote para Par¨ªs?
Un elemento que puede ser influyente en este cap¨ªtulo es la regulaci¨®n que tiene que presentar la Comisi¨®n Europea sobre la producci¨®n de hidr¨®geno renovable en la UE. Bruselas ya ha aprobado el texto, con m¨¢s de un a?o de retraso, aunque todav¨ªa no lo ha hecho p¨²blico. El texto es importante para definir qu¨¦ hidr¨®geno puede tener la etiqueta de renovable.
El objetivo de esta norma, que se tramita como un acto delegado (una propuesta de la Comisi¨®n que lo puede ser aceptada o rechazada por el Consejo de la UE y el Parlamento pero no enmendada), pretende que la electricidad que se consume en el proceso de producir hidr¨®geno verde no reste luz a otros segmentos del mercado (hogares, industria, transporte¡). Para Gonz¨¢lez Casares, la existencia de este texto es una buena noticia porque ¡°por fin hay un marco¡±.
El documento es t¨¦cnicamente complejo, de ah¨ª que el parlamentario espa?ol haga todav¨ªa un an¨¢lisis muy provisional. Y en ¨¦l apunta a un elemento de preocupaci¨®n. La posibilidad de que se abra la puerta al llamado hidr¨®geno rosa, como se conoce al producido con electricidad generada en centrales nucleares. Eso ser¨ªa una concesi¨®n de la Comisi¨®n Europea a Francia, firme defensora de esta fuente energ¨¦tica. La consecuencia podr¨ªa ser, apunta Gonz¨¢lez Casares, que se difirieran inversiones que llegaran antes a energ¨ªas renovables.
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