El auge de los discursos antirrenovables pone en alerta al sector
La vicepresidenta Teresa Ribera defiende la necesidad de los promotores de seducir a las comunidades locales para evitar el rechazo a la instalaci¨®n de nuevas plantas
¡°E¨®lica s¨ª, pero no as¨ª¡±. Las palabras del director de cine Rodrigo Sorogoyen en la ceremonia de entrega de los premios Goya han hecho sonar las alarmas en todo el sector renovable. No por nuevas, sino porque es la punta del iceberg de un movimiento que cada vez encuentra m¨¢s resonancia: el de los esc¨¦pticos, cuando no directamente contrarios, al modelo seguido para la expansi¨®n de los aerogeneradores y los paneles fotovoltaicos en Espa?a, uno de los pa¨ªses con mejor recurso y menor densidad de poblaci¨®n de la eurozona. La preocupaci¨®n crece en el sector en un a?o electoral en el que la oposici¨®n de las renovables puede convertirse en una bandera que agitar para rascar votos. ¡°Las plantas solares y e¨®licas han de contar con las m¨¢ximas garant¨ªas ambientales y generar beneficios a las comunidades locales¡±, advierte la vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera.
¡°Estamos preocupados e inquietos, porque adem¨¢s no entendemos los argumentos que hay detr¨¢s¡±, responde por tel¨¦fono el jefe de la Asociaci¨®n Empresarial E¨®lica (AEE), Juan Virgilio M¨¢rquez, que achaca la ¡°alarma social¡± y la ¡°predisposici¨®n negativa¡± de algunos sectores a los prejuicios y a la idea generalizada de que ¡°se van a instalar todos los megavatios que se proponen¡±. ¡°No es as¨ª: muchos est¨¢n solapados, y despu¨¦s de la tramitaci¨®n quedan muchos menos¡±, apunta al tiempo que muestra su ¡°tristeza¡± por ver ¡°c¨®mo se sigue utilizando a la e¨®lica y, en general, a las renovables, como si fuera en contra de las personas, cuando es justamente al rev¨¦s. El tema emocional, aunque es importante, no puede bloquear algo tan importante como la transici¨®n energ¨¦tica¡±.
¡°Lo de Sorogoyen¡± es, seg¨²n M¨¢rquez, ¡°la guinda del pastel: llevamos ya varios a?os de discursos en ese sentido¡±. A diferencia de ahora, en cambio, hasta hace poco ¡°no era un tema tan medi¨¢tico y no se trataba con sensacionalismo¡±. Jos¨¦ Donoso, su hom¨®logo en la patronal fotovoltaica (UNEF), cree en cambio que la oposici¨®n social ¡°estaba claramente en declive¡±. Y que las palabras del director de As bestas ¡°la ha revitalizado¡±.
¡°Es algo que me preocupa mucho¡±, desarrolla Donoso. ¡°Necesitamos el apoyo social y pol¨ªtico, y ya estamos viendo como partidos de extrema derecha y extrema izquierda lo est¨¢n utilizando como bandera, a¨²n m¨¢s en a?o electoral¡±. En general, dice, lo que encuentran en la mayor parte de los pueblos en los que se instalan grandes plantas solares es lo contrario: ¡°La gente lo que quiere es que se pongan plantas, porque es una posibilidad econ¨®mica para ellos. El problema es que no salen todos esos casos en los que la gente est¨¢ contenta con los proyectos¡±.
No obstante, el jefe de UNEF ve en la oposici¨®n social ¡°uno de los riesgos m¨¢s importantes¡± para el desarrollo de las renovables. Detr¨¢s de esos movimientos, argumenta, adem¨¢s de personas que se oponen a t¨ªtulo individual, ¡°hay sectores competitivos por el uso del suelo, como inmobiliarias, bodegas, turismo rural y cazadores. Es leg¨ªtimo, pero lo que no es que se envuelvan en la bandera de la defensa del paisaje¡±. Con todo, el m¨¢ximo responsable de la patronal fotovoltaica cree que el sector se sobrepondr¨¢. ¡°La raz¨®n, acaba triunfando¡±, sostiene, parafraseando al poeta y escritor franc¨¦s V¨ªctor Hugo: ¡°Cuando a una idea le llega su momento, no hay fuerza que pueda derrotarla¡±.
Tambi¨¦n Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez Moya, de la Asociaci¨®n de Empresas de Energ¨ªas Renovables (APPA) cree que el apoyo a las renovables ¡°sigue siendo mayoritario¡±. ¡°La contestaci¨®n social a¨²n no es alarmante, pero s¨ª hay preocupaci¨®n: el problema ser¨ªa que, como sociedad, nos vi¨¦ramos contagiados por esto¡±, expone. Durante d¨¦cadas, dice, hemos interiorizado visualmente la existencia de redes el¨¦ctricas y de autopistas. ¡°Y tambi¨¦n nos acostumbraremos a los aerogeneradores y los paneles solares. Hay que hacer que el impacto visual sea el menor posible, por supuesto, pero tambi¨¦n hay una cuesti¨®n cultural, de verlo en positivo: al fin y al cabo, es una energ¨ªa limpia que necesitamos todos¡±.
Teresa Ribera: ¡°No hay BOE que cambie el rechazo social¡±
¡°Las renovables deben ser responsables. Ni todo vale ni se puede impulsar la idea de que es posible retrasar o renunciar a plantas de tama?o medio y grande¡±, apunta la vicepresidenta Ribera en declaraciones a EL PA?S. ¡°Las plantas solares y e¨®licas han de contar con las m¨¢ximas garant¨ªas ambientales y generar beneficios a las comunidades locales. Por eso, todos los promotores necesitan trabajar desde el inicio con las personas en el territorio en el que quieren desarrollar su actividad. Son los nuevos vecinos y deben asegurarse que son bien recibidos¡±, apunta. Y avisa: ¡°No hay BOE que cambie el rechazo social¡±.
¡°Tanto las instalaciones de autoconsumo como las comunidades locales y las plantas de tama?o medio y grande son imprescindibles para asegurar un sistema limpio, estable y seguro¡±, enfatiza la n¨²mero cuatro del Gobierno espa?ol. ¡°Y, a pesar de todo, no olvidemos nunca que la alternativa es mucho m¨¢s da?ina e injusta: inundar valles, perder vidas en la mina o respirando aire contaminado, asumir riesgos de contaminaci¨®n de suelos por d¨¦cadas o resignarnos a un cambio clim¨¢tico mort¨ªfero e injusto¡±.
¡°Es un riesgo que ya no se puede ignorar m¨¢s¡±
Pedro Fresco, director general de Transici¨®n Ecol¨®gica de la Comunidad Valenciana hasta hace un par de meses, ve ¡°un riesgo evidente¡± en el reciente auge de los discursos antirrenovables. ¡°Puede parecer algo puntual, pero llevamos varios a?os en los que el rechazo va creciendo. Y ya no se puede ignorar m¨¢s¡±, expone al otro lado del tel¨¦fono, al tiempo que pide un ¡°consenso claro¡± como pa¨ªs: ¡°En el momento en el que algunos partidos lo vayan incorporando, el riesgo puede ser de una moratoria o de un plan disparatado que no vaya a ning¨²n sitio. Hoy nos parece imposible, pero en pol¨ªtica nada es imposible¡±.
Fresco se muestra especialmente beligerante con el movimiento que defiende la idea de que vale solo con el tejado: es decir, que con el autoconsumo es suficiente y que no hacen falta m¨¢s plantas en suelo, las que m¨¢s controversia despiertan. ¡°Hay que ser claros: no hay ni un solo experto que lo piense. No se puede abrazar el pensamiento m¨¢gico. Para hacer la transici¨®n energ¨¦tica en Espa?a har¨¢n falta 200 gigavatios solo de fotovoltaica, y eso son 10 paneles por espa?ol. Y, al margen de eso, har¨¢n falta otros 150 m¨¢s de e¨®lica, hidr¨®geno verde, bombeos¡ Es sencillo: no todo cabe en los tejados. Los tejados son una parte, pero ni de lejos todo¡±.
Las renovables son, en primera instancia, la ¨²nica v¨ªa pragm¨¢tica para escapar de los peores escenarios del cambio clim¨¢tico. En el caso espa?ol, sin embargo, tambi¨¦n son algo m¨¢s: ¡°Por primera vez en muchos siglos, est¨¢ en la posici¨®n de poder encarar un cambio hist¨®rico en el vag¨®n de salida. Hemos ido tarde pr¨¢cticamente en todos los grandes cambios de los tres ¨²ltimos siglos, pero aqu¨ª podemos ser los primeros, podemos reindustrializar el pa¨ªs y podemos tener una competitividad muy por encima a la del resto de Europa¡±, dice Fresco. ¡°Y si estos movimientos tienen tanta tracci¨®n es porque no estamos sabiendo explicar por qu¨¦ esto es tan importante para todos. No para las empresas, sino para toda la sociedad: no estamos sabiendo vender hasta qu¨¦ punto esto es una oportunidad hist¨®rica para la econom¨ªa espa?ola y, por tanto, para todos nosotros¡±.
¡°Ha faltado di¨¢logo con las comunidades rurales¡±
Fernando Ferrando, presidente de la Fundaci¨®n Renovables, est¨¢ preocupado por el medio y largo plazo. Seg¨²n detalla, con las declaraciones de impacto ambiental que han aprobado recientemente las comunidades aut¨®nomas y el Gobierno central, que allanan el camino para la implantaci¨®n de decenas de miles de megavatios de potencia adicionales, Espa?a puede ¡°cubrir sin problemas¡± los objetivos que tiene marcados en su Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC), que ser¨¢n revisados sustancialmente al alza en los pr¨®ximos meses.
El problema, dice, llegar¨¢ en las siguientes d¨¦cadas. ¡°Los objetivos para la d¨¦cada de los cuarenta y cincuenta pueden estar en riesgo por la forma en la que se ha hecho ahora¡±, afirma. Ferrando considera que ha existido una ¡°falta de di¨¢logo con las comunidades rurales que van a asumir la implantaci¨®n¡± de los proyectos. Y aprecia una cierta pol¨ªtica de ¡°tierra quemada¡± que tendr¨¢ una repercusi¨®n negativa m¨¢s adelante.
Los ecologistas, contra la flexibilizaci¨®n de la tramitaci¨®n ambiental
¡°Nosotros no nos oponemos a las macroplantas¡±, advierte Ferrando. ¡°Somos conscientes de que solo con autoconsumo y techos solares no llegamos, pero se necesita una jerarquizaci¨®n¡±, a?ade. A eso mismo apunta Eva Salda?a, directora de la organizaci¨®n ambientalista Greenpeace en Espa?a, cuando habla de que para reducir las emisiones de efecto invernadero y desengancharse de los combustibles f¨®siles primero se debe apostar por el mayor despliegue del autoconsumo posible y por la eficiencia para reducir el consumo de energ¨ªa. Y para los grandes proyectos se deben actualizar la zonificaci¨®n ambiental y hacerla vinculante, a?ade Salda?a.
La responsable de Greenpeace explica que tanto su ONG como las grandes organizaciones ecologistas del pa¨ªs han estado en los ¨²ltimos a?os manteniendo un complicado equilibrio para no caer en la corriente que aboga simplemente por paralizar la implantaci¨®n de las renovables m¨¢s all¨¢ del autoconsumo. Pero estas organizaciones consideran que el Gobierno central ha roto ese equilibrio al aprobar un real decreto que abre la v¨ªa r¨¢pida para eximir de evaluaci¨®n de impacto ambiental a grandes proyectos de energ¨ªas renovables que considere estrat¨¦gicos, independientemente de su tama?o y salvo que se pretendan instalar en zonas protegidas o en el mar.
Salda?a considera un grave error del Gobierno de PSOE y Podemos esa flexibilizaci¨®n de la tramitaci¨®n ambiental, que impide entre otras cosas a las ONG alegar contra los proyectos. ¡°Si la poblaci¨®n en las zonas rurales se enfada todav¨ªa m¨¢s con la implantaci¨®n de las renovables la transici¨®n se va a frenar¡±, advierte la directora de Greenpeace. ¡°Ahora estamos en el momento perfecto para hacer bien las cosas¡±, a?ade. ¡°Pero hay mucha presi¨®n de las grandes empresas para sacar m¨¢s tajada¡±, a?ade. Tampoco Donoso, de la patronal fotovoltaica UNEF quiere una regulaci¨®n ambiental m¨¢s laxa: ¡°No somos partidarios. Y somos conscientes de que tenemos que hacer las cosas no bien, sino de manera excelente¡±, cierra.
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