El futuro de las cartillas: el en¨¦simo embrollo entre los mayores y la banca
El sector financiero trata de conjugar las necesidades de una parte de la poblaci¨®n con la ola digital
Nuevo asalto entre los clientes financieros de m¨¢s de 65 a?os y la banca. En esta ocasi¨®n, la cuesti¨®n gira en torno al futuro de las cartillas, el nuevo caballo de batalla para el sector. Hace a?os, en realidad incluso algunas d¨¦cadas, era habitual ver en los cajeros a clientes con una peque?a libretita en la que se llevaban anotados sus ¨²ltimos movimientos bancarios, que escudri?aban minuciosamente al llegar a casa. Un producto por el que ahora teme este colectivo: ¡°No nos dejen atr¨¢s. No retiren las cartillas¡±, reclama ?lvaro Garc¨ªa, miembro de la Plataforma de Mayores y Pensionistas. La realidad es que no se han suprimido ¡ªya hubo iniciativas para eliminarlas en el pasado, pero todo qued¨® en papel mojado¡ª, aunque parece condenada al ostracismo por la facilidad del entorno digital.
En Espa?a hay unos 13 millones de libretas operativas. CaixaBank, el banco con m¨¢s negocio en Espa?a, cuenta con 4,8 millones. Le sigue el Santander (4,09 millones), el BBVA (algo m¨¢s de 2 millones) y el Sabadell (1,1 millones). En total, un cuarto de sus clientes utiliza este producto. Solo entre estas cuatro cotizadas ya superan los 12 millones, a lo que habr¨¢ que sumar las de las otras cotizadas (Bankinter y Unicaja, que no han compartido la cifra que manejan), Abanca, Kutxabank, Ibercaja y Cajamar, entre otros. El denominador com¨²n en el sector es que se mantiene el producto para los que ya lo tienen contratado. Adem¨¢s, se puede solicitar una cartilla nueva en la mayor¨ªa, aunque la demanda es casi inexistente.
La Asociaci¨®n de Usuarios Financieros (Asufin) coincide con este ¨²ltimo punto: el uso es cada vez m¨¢s marginal. Eso s¨ª, carga una parte de la responsabilidad a la banca por los requisitos que exige: ¡°Hay aspectos que parecen ya claramente irreversibles, como la expulsi¨®n en la mayor¨ªa de los servicios, al menos de los m¨¢s comunes, de la operativa de ventanilla en favor del cajero, como tambi¨¦n lo es el declive en el uso de la libreta de ahorros¡±.
Manuel L¨®pez, consejero delegado del Grupo Inmark, empresa de estudios de mercado independiente que trabaja para los principales bancos, constata que su utilizaci¨®n en los ¨²ltimos a?os est¨¢ en descenso constante. ¡°Puede haber un cambio en el comportamiento de los clientes, pero en este caso la reducci¨®n se debe por la oferta. El dato de uso de la libreta de ahorro seguir¨¢ bajando hasta que llegue un momento en el que desaparezca¡±, apostilla.
Esta cuesti¨®n preocupa, principalmente, a los clientes en riesgo de exclusi¨®n financiera, por ejemplo los mayores de 65 a?os que cuentan con m¨¢s dificultades para manejarse con las aplicaciones m¨®viles o la consulta en cajeros autom¨¢ticos. ¡°La libreta me permite consultar la informaci¨®n cuando vuelvo a casa, con calma, sin nadie que me presione si hay cola en el cajero y sin agobios por unas pantallas muchas veces indescifrables¡±, agrega Garc¨ªa. El informe Mystery Shopping, de Asufin, incide asimismo en las trabas que le ponen: ¡°Muchos bancos ya no se la emiten a clientes nuevos y penalizan [la utilizaci¨®n] con su coste de mantenimiento. Esto ha llevado a que su uso se reduzca al 40% del colectivo¡±, estima la asociaci¨®n.
Sobre esta misma cuesti¨®n, la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) realiz¨® otro estudio el pasado a?o del que se extrae el endurecimiento de condiciones de los bancos. Bien a trav¨¦s de la no emisi¨®n de nuevas libretas o por las comisiones. ¡°La falta de habilidades digitales, el miedo a cometer errores o al fraude online obliga a la mayor¨ªa de los mayores de 65 a?os a seguir recurriendo al servicio presencial de su oficina¡±, afirmaba entonces en un comunicado. Garc¨ªa, de la Plataforma de Mayores y Pensionistas, insiste en el temor del colectivo: ¡°Ayer lo que nos preocupaba era la progresiva desaparici¨®n de la atenci¨®n personalizada en las sucursales bancarias y hoy es la eliminaci¨®n de las libretas¡±.
Un producto en declive
Desde el sector, por su parte, insisten en que no habr¨¢ un cambio dr¨¢stico sobre este producto. Alejandra Kindel¨¢n, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Banca (AEB), asegur¨® el mes pasado que no existe riesgo de que se supriman las libretas bancarias: ¡°Las entidades no tienen intenci¨®n de retirarla. Los clientes que quieran la podr¨¢n tener¡±. Pese a ello, lo que parece evidente es que su uso est¨¢ en claro declive.
Las cifras que manejan las entidades dejan pocas dudas: existe un n¨²mero importante de cartillas a¨²n operativas, pero la demanda es ¨ªnfima. Como ejemplo, en Bankinter solo se anotaron 28 nuevas peticiones en el a?o, en l¨ªnea con las 27 registradas en 2021. Sobre las comisiones, grupos como BBVA, CaixaBank o Bankinter no cobran nada. ¡°Tenemos 2,7 millones de clientes que solo se relacionan con nosotros a trav¨¦s de las oficinas y raramente usan los cajeros¡±, explic¨® Gonzalo Gort¨¢zar, consejero delegado de CaixaBank, durante una jornada organizada por la Confederaci¨®n Espa?ola de Directivos y Ejecutivos el pasado mi¨¦rcoles en Madrid.
El Santander, por su lado, s¨ª cobra una comisi¨®n por el mantenimiento, al igual que el Sabadell (excepto para los mayores de 65 a?os y los menores de 18 a?os). Aunque lo que ocurre en la pr¨¢ctica es que estos cobros no se producen en la mayor¨ªa de casos al cumplir otras condiciones, como explican portavoces de Unicaja Banco: ¡°No tienen un coste adicional m¨¢s all¨¢ del que se aplique a cada cuenta corriente¡±.
Fuentes financieras reconocen que se trata de una bola de nieve que puede crecer, aunque consideran que no existe ning¨²n problema con la continuidad de las libretas. No est¨¢ sobre la mesa. Ese temor del sector se incrementa por la cercan¨ªa de una nueva reuni¨®n, prevista para este jueves, entre las patronales bancarias ¡ªAEB y la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA)¡ª y la vicepresidenta para Asuntos Econ¨®micos, Nadia Calvi?o. En el encuentro se evaluar¨¢ el funcionamiento de los acuerdos alcanzados en el ¨²ltimo ejercicio: la ampliaci¨®n del protocolo para garantizar la atenci¨®n de los colectivos vulnerables, as¨ª como del C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas para ayudar a las familias en apuros, entre otros.
El caso de las cartillas bancarias es una de las patas esenciales del primero de esos acuerdos, que se sell¨® hace poco m¨¢s de un a?o. Y es clave igualmente en la lucha por la inclusi¨®n financiera en las zonas rurales, otro de los pactos logrados en 2022. La situaci¨®n con los mayores de 65 a?os ha mejorado en los ¨²ltimos 12 meses en algunos aspectos, siendo el m¨¢s visible la ampliaci¨®n del horario de la atenci¨®n en oficina. Pero se mantiene todav¨ªa otro riesgo: la brecha digital persiste y todo el sector camina hacia una digitalizaci¨®n imparable. El problema es que se queden en la estacada clientes que tienen dif¨ªcil acceso a estas nuevas tecnolog¨ªas, ya sea por falta de medios o de habilidades.
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