Bruselas acepta igualar las ayudas a empresas que dan otros pa¨ªses para evitar fugas de inversiones
La Comisi¨®n Europea responde a EE UU y flexibiliza la norma para que sea m¨¢s f¨¢cil dar subvenciones al sector privado
Francia, Alemania o Espa?a temen que los multimillonarios subsidios a empresas que ha aprobado Estados Unidos para impulsar la transici¨®n ecol¨®gica acaben por provocar una fuga de inversiones. Para evitarlo, el Ejecutivo comunitario ha atendido la demanda de estos Gobiernos (y otros) y les dejar¨¢ que, ¡°en casos excepcionales¡±, un pa¨ªs miembro pueda dar ¡±el importe de la ayuda que el beneficiario podr¨ªa recibir para una inversi¨®n equivalente en esa localizaci¨®n alternativa¡±, explica el departamento de Competencia en la nota con la que presenta los cambios en las ayudas de Estado para respaldar al sector privado europeo en la doble transici¨®n digital y ecol¨®gica frente a las ayudas de Estados Unidos, China o Jap¨®n.
La Comisi¨®n Europea empieza desplegar su plan para responder a la Inflation Reduction Act (IRA), la norma de la Administraci¨®n de Joseph Biden que contempla ayudas multimillonarias a las empresas para estimular sus inversiones en bater¨ªas, energ¨ªas renovables, microchips, hidr¨®geno verde o paneles solares, todas necesarias en la transici¨®n ecol¨®gica; tambi¨¦n para contestar a China, que en algunos altos estamentos de Bruselas incluso levanta m¨¢s temor por la combinaci¨®n de la opacidad en sus subsidios, su poco compromiso con la propiedad intelectual y las dificultades que impone para entrar en su mercado. El Ejecutivo de Ursula von der Leyen llevaba anunciando medidas en esta direcci¨®n desde diciembre y este jueves ha concretado el primer paso: la flexibilizaci¨®n de los requisitos para que los Estados miembro puedan dar ayudas a las empresas de la UE en esta doble transici¨®n y no pierdan competitividad dada las ingentes inversiones que requiere.
Para comenzar a andar este camino, la Comisi¨®n ha aprobado dado dos pasos. Uno consiste en ampliar el marco de ayudas excepcionales que aprob¨® para respaldar al sector privado ante la crisis energ¨¦tica que provoc¨® la guerra de Ucrania, que se prolongar¨¢ hasta finales de 2025, y al que se a?aden elementos para ¡°apoyar la transici¨®n hacia una econom¨ªa sin emisiones¡±. En esta l¨ªnea, facilita los tr¨¢mites y ampl¨ªa los supuestos en los que se permite dar subvenciones cuando las inversiones se hacen en almacenamiento de energ¨ªa o descarbonizaci¨®n de la producci¨®n industrial. Tambi¨¦n abre la mano con la fabricaci¨®n de bater¨ªas, equipo estrat¨¦gico, paneles solares, turbinas para la energ¨ªa e¨®lica, electrolizadores (para el hidr¨®geno verde) o para la captura del di¨®xido de carbono.
Aunque si algo destaca en este cap¨ªtulo de cambios, es la posibilidad de que los pa¨ªses de la UE puedan igualar las ayudas que terceros estados dan a las empresas para evitar su deslocalizaci¨®n y, por tanto, su empleo. Par¨ªs, Berl¨ªn y Madrid llevan meses observando con lupa cada anuncio y decisi¨®n empresarial de inversi¨®n en Estados Unidos para saber si los responsables empresariales han cambiado sus planes y se llevan a Washington algo que, en principio, estaba destinado a ubicarse en Europa. Han presionado a Bruselas para que les permita responder a estas ofertas y frenar la huida llegado el caso.
El departamento de Vestager lo ha aceptado en ¡°casos excepcionales¡±. A saber: podr¨¢ hacerse en zonas que ya estuvieran contempladas como destino de ayudas en el mapa regional comunitario de subsidios o que implique a proyectos que est¨¦n localizados en, al menos, tres estados miembros. Otros requisito es que ¡°el beneficiario debe utilizar tecnolog¨ªa de producci¨®n puntera¡± para evitar emisiones a la atm¨®sfera. Y, por ¨²ltimo, la ayuda ¡°no puede provocar la deslocalizaci¨®n de inversiones entre Estados miembros¡±, esto ¨²ltimo es un punto en el que Portugal, especialmente, ha puesto mucho ¨¦nfasis. Lisboa lo hizo durante la pandemia y ahora ha vuelto a hacerlo.
¡°Agilizar plazos¡±
Los cambios anunciados tambi¨¦n permiten amparan a los proyectos espec¨ªficos del Fondo de Recuperaci¨®n, una petici¨®n en la que el Ejecutivo Espa?ol hab¨ªa puesto mucho inter¨¦s.
Junto a la ampliaci¨®n de la regulaci¨®n extraordinaria de la crisis tra¨ªda por la guerra en Ucrania, est¨¢ la enmienda en los criterios de excepci¨®n en ayudas de Estado aprobado en 2014. Como en el anterior caso, amplia el abanico de posibilidades para dar ayudas en actividades decisivas en la transici¨®n ecol¨®gica y busca la manera de estimular la colaboraci¨®n entre pa¨ªses de la UE al facilitar el respaldo p¨²blico cuando ¡°los proyectos beneficiado implican a varios Estados¡±. Seg¨²n los c¨¢lculos de la propia Comisi¨®n Europea, la aprobaci¨®n de esta excepci¨®n, que ahora se ampl¨ªa, hace nueve a?os ha supuesto que el 91% de las ayudas que se dan en la Uni¨®n ya no pasen por el filtro de control comunitario. Este paso, evidentemente, aumentar¨¢ ese porcentaje. No obstante, en los documentos divulgados este jueves no hay una previsi¨®n de hasta donde puede llegar.
¡°Los cambios que aportamos a nuestras normas sobre ayudas estatales son: rapidez, sencillez, alcance¡±, ha resumido la vicepresidenta Margrethe Vestager, responsable de Competencia en la Comisi¨®n. ¡°La velocidad es lo primero¡±, ha apuntado la pol¨ªtica danesa, atendiendo a una de las demandas que m¨¢s han formulado los Estados, agilizar los plazos y dar certidumbre sobre el resultado final del proceso administrativo. Algo que ha defendido al se?alar que ahora se facilita tambi¨¦n ¡°el dise?o de los planes de ayuda estatal¡±. ¡°El nuevo marco de ayudas tiene un alcance m¨¢s amplio, lo que permite a los Estados miembros apoyar inversiones productivas para una selecci¨®n de tecnolog¨ªas clave. Eso significa paneles solares, molinos de viento, bombas de calor, electrolizadores, bater¨ªas, CCUS y sus componentes clave y materias primas relacionadas. Esto est¨¢ dirigido a aquellas tecnolog¨ªas y sectores verdes esenciales donde el riesgo de fuga de inversiones es m¨¢s agudo¡±, ha a?adido.
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