Jornadas de 12 horas, mala conexi¨®n y comida poco saludable, las grandes quejas de los marineros
El ¨ªndice que mide la felicidad de los tripulantes cae en el primer trimestre del a?o de 7,69 a 7,10 puntos
El mar ofrece a quienes han hecho de ¨¦l su medio de vida recompensas inimaginables para el resto de la poblaci¨®n. Estar lejos de cualquier aglomeraci¨®n humana, viendo aparecer y desaparecer ballenas y otra fauna marina en medio de una naturaleza salvaje es para muchos una experiencia fascinante. Pero permanecer rodeado de agua durante meses, a bordo de un barco del que apenas hay ocasiones de salir, tambi¨¦n comporta incomodidades y problemas que solo las casi dos millones de personas que trabajan en todo el mundo como marineros han experimentado. Para vigilar su situaci¨®n y alentar mejoras, la organizaci¨®n Mission to Seafarers publica desde 2015 un ¨ªndice de felicidad de los tripulantes basado en sus respuestas a una encuesta. En el informe del primer trimestre, las noticias no son del todo buenas: la nota ha ca¨ªdo de 7,69 a 7,10 puntos.
Entre las quejas, los interrogados relatan jornadas diarias de 12 horas de trabajo que son fuente de fatiga y rompen el equilibrio entre la vida personal y laboral, con efectos adversos ¡°para la salud mental y f¨ªsica de la gente del mar¡±, afirma el texto. Eso erosiona el ambiente en el interior de las embarcaciones. ¡°La exigente naturaleza del trabajo a bordo puede afectar la capacidad de los miembros de la tripulaci¨®n para interactuar entre s¨ª¡±, a?ade. Cuando esas relaciones sociales con la gente con la que se comparte espacio durante tantas horas se resiente, empeora la satisfacci¨®n laboral.
Pocas profesiones requieren una dedicaci¨®n tan exclusiva. Hay personal que llega a superar los seis meses en alta mar, y compa?¨ªas que les piden prolongar su estancia, a lo que en ocasiones acceden por razones econ¨®micas: buena parte de la plantilla proviene de India y Filipinas, y de su sueldo ¡ªque ronda los 400 d¨®lares en el escal¨®n m¨¢s bajo¡ª depende el bienestar familiar en un momento de alta inflaci¨®n, lo que eleva la presi¨®n para que traten de ganar m¨¢s. ¡°Muchos marineros consideran que sus salarios no van a la par¡±, dice el informe sobre el creciente coste de la vida.
Tambi¨¦n encuentran limitaciones para bajar a tierra firme en ciertas regiones, lo que lleva a algunos a sentirse ¡°en una prisi¨®n¡± y es un golpe para la moral de los marineros. Pese a que la mayor¨ªa de pa¨ªses han levantado ya el grueso de las restricciones por la pandemia, hay casos puntuales en los que no se les ha permitido desembarcar alegando riesgo sanitario, aun cuando est¨¢n completamente vacunados y no se han detectado positivos. Su labor, sin la que no se entiende la globalizaci¨®n ¡ªen torno al 90% de las mercanc¨ªas viajan por mar¡ª fue fundamental en lo peor del virus, cuando siguieron trabajando para garantizar el suministro en condiciones muy complicadas, sin apenas poder salir del barco para evitar contagios en los lugares donde iban atracando. Ese esfuerzo fue reconocido p¨²blicamente por el secretario general de Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres.
La inflaci¨®n tambi¨¦n est¨¢ alentando otro fen¨®meno que les perjudica. Hay tripulantes que advierten que las empresas han rebajado los presupuestos alimentarios para ahorrar. Eso ha redundado en la peor calidad o menor cantidad de las comidas, en medio de preocupaciones por la falta de nutrici¨®n y la contrataci¨®n de cocineros no cualificados. ¡°Los encuestados describieron las comidas como poco saludables, mon¨®tonas y de mala calidad¡±. Se detectaron casos de intoxicaciones por ingerir pescado de aguas potencialmente contaminadas.
Viviendo en el lugar de trabajo, lejos de familiares y amigos, internet aparece como una v¨ªa de escape fundamental. Los marineros reconocen que el contacto con sus seres queridos ha mejorado y se ha vuelto m¨¢s barato respecto a tiempos pasados. Conectarse es una forma de relajarse y entretenerse que les ayuda a seguir sinti¨¦ndose parte de sus grupos de amigos. Y compartir historias y fotograf¨ªas de sus viajes favorece su autoestima, al sacarles de la oscuridad de cara a su entorno, que ahora pueden saber d¨®nde est¨¢n, qu¨¦ ven y enviarles comentarios.
Sin embargo, hay descontento por la poca velocidad de la conexi¨®n ¡ªen algunas zonas inexistente¡ª y tarifas de datos insuficientes. A eso se une la citada exigencia laboral. ¡°A menudo hay muy poco tiempo para videollamadas, debido a que hay que combinar el trabajo y las horas de sue?o con poco tiempo de inactividad¡±, critica el informe. Las expectativas de que la situaci¨®n progrese son altas gracias a Starlink, el operador de internet por sat¨¦lite del multimillonario Elon Musk, que promete mejorar el acceso y el precio de las conexiones. Del buen funcionamiento de la red depende el intercambio diario de correos electr¨®nicos y las videollamadas de matrimonios separados o de padres e hijos.
La tecnolog¨ªa se erige como el remedio m¨¢s sencillo contra el aburrimiento y el aislamiento. Distraer la mente en esas largas temporadas fuera de casa se antoja casi obligatorio, y las navieras no siempre fomentan el ocio a bordo. ¡°Hay una necesidad de actividades m¨¢s atractivas¡±, se?alan los autores de la encuesta.
Las pr¨¢cticas var¨ªan mucho de una compa?¨ªa a otra. Mientras algunas proporcionan atenci¨®n a la salud mental y servicios de asesoramiento m¨¦dico, otras no. Tampoco se facilita la pr¨¢ctica de deporte, que se asocia a h¨¢bitos de vida saludable. Porque no hay instalaciones adecuadas, no sobra el tiempo libre ¡ªse critica un exceso de burocracia y tareas innecesarias¡ª y las jornadas maratonianas ¡ªrepletas de turnos de noche y cambios de husos horarios¡ª, dejan a los marineros con poca energ¨ªa para la actividad f¨ªsica. Adem¨¢s, la mala conexi¨®n no anima a utilizar aplicaciones para hacer ejercicio.
El texto no se refiere a los problemas espec¨ªficos de las mujeres, todav¨ªa una peque?a minor¨ªa que apenas ronda el 2% de los marineros. Su mejor integraci¨®n en una profesi¨®n donde durante d¨¦cadas el sexismo ha campado a sus anchas, aprovechando la impunidad que proporcionaba el aislamiento de los barcos, se ha convertido en un tema prioritario para el sector.
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