Los alimentos dieron un respiro en abril, pero la inflaci¨®n acelera al 4,1%
La cesta de la compra se modera hasta el 12,9%, 3,6 puntos menos, la mayor ca¨ªda de la serie hist¨®rica, lo que alienta la idea de que los precios hayan tocado techo
Hacer la compra ha dejado de ser para muchos consumidores el acto autom¨¢tico de elegir lo que se prefiere. Se miran m¨¢s los precios. Y buena parte de culpa la tiene la evoluci¨®n de los alimentos, que llevan a?o y medio encareci¨¦ndose a tasas inusualmente elevadas. En abril, su ascenso dio un respiro: subieron el 12,9% respecto al mismo mes de 2022, pero se moderaron en 3,6 puntos frente a lo ocurrido en marzo, la mayor ca¨ªda de la serie hist¨®rica, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Es el nivel m¨¢s reducido desde junio de 2022, y un paso en la direcci¨®n correcta, la de la desaceleraci¨®n, pero con la sequ¨ªa haciendo estragos en las cosechas, no est¨¢ claro que esa senda vaya a ser una recta cuesta abajo, y el alivio para el bolsillo convive todav¨ªa con unos salarios que siguen por detr¨¢s del aumento del coste de la vida. La inflaci¨®n general se coloc¨® en el 4,1% frente a abril del ejercicio pasado, ocho d¨¦cimas m¨¢s que en marzo.
El revoltijo de cifras se resume en que los alimentos suben, pero a menor ritmo, lo que alienta las expectativas de que hayan podido tocar techo. Y la energ¨ªa baja, aunque con menos fuerza que en marzo. Retroceden la electricidad (-36,2%), pero tambi¨¦n el gas natural (-6,9%) y el gas¨®leo (-7%). La gasolina fue la excepci¨®n, y se increment¨® ligeramente (3,2%). El choque de esas dos fuerzas, la de unos precios energ¨¦ticos m¨¢s o menos menguantes y unos alimentos a¨²n en subida de doble d¨ªgito, marca ahora mismo la cuant¨ªa de la p¨¦rdida de poder adquisitivo. Los productos de la cesta de la compra que m¨¢s se encarecieron en abril fueron el az¨²car (49,6%), la mantequilla (31,2%), la leche entera (27,7%), la desnatada (27,5%) y salsas y condimentos (26,3%).
Si se observa lo sucedido entre marzo y abril, es decir, los cambios de precios de un mes a otro, en lugar de lo ocurrido de un a?o a otro, es notable la influencia de la Semana Santa. Los que m¨¢s subieron fueron los precios de hoteles, hostales y pensiones (17,2%), la ropa de ni?o (13,7%) y los paquetes tur¨ªsticos internacionales (13,7%). En el otro extremo, la mayor ca¨ªda la registr¨® el gas natural (-10%). De media, el incremento de precios fue de seis d¨¦cimas en t¨¦rminos mensuales.
Los analistas advierten de que la desescalada de la inflaci¨®n tendr¨¢ dientes de sierra, es decir, altibajos m¨¢s o menos acentuados que depender¨¢n de factores geopol¨ªticos como la marcha de la guerra en Ucrania; causas meteorol¨®gicas ¡ªla lluvia, o m¨¢s bien, su escasez¡ª, y din¨¢micas de mercado dif¨ªcilmente predecibles, como los movimientos de los pa¨ªses productores de petr¨®leo agrupados en la OPEP, que por ahora no est¨¢n consiguiendo su objetivo de hacer repuntar el precio del barril de crudo pese a recortar la cantidad comercializada.
?Cu¨¢ndo se enfriar¨¢ la inflaci¨®n alimentaria? El Banco de Espa?a calcula para este a?o un alza media de los alimentos todav¨ªa elevada, del 12,2%. Dado que en los primeros cuatro meses las tasas han estado por encima de ese umbral, eso quiere decir que el supervisor espera incrementos m¨¢s suaves en lo que resta de a?o. Para Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, hay signos positivos. ¡°Materias primas agr¨ªcolas como los fertilizantes empiezan a moderarse (-9% entre octubre y enero, ¨²ltimo mes disponible), algo que deber¨ªa contribuir a frenar la cesta de la compra¡±. Y negativos. ¡°El principal riesgo ata?e al impacto de la sequ¨ªa. Todo depende mucho de las condiciones climatol¨®gicas. No solo en Espa?a, tambi¨¦n en pa¨ªses que podr¨ªan no estar en condiciones de exportar para suplir la oferta local y as¨ª contener los precios¡±, a?ade.
En plena campa?a electoral, el problema se ha convertido en arma arrojadiza. Podemos reclama supermercados p¨²blicos y acusa a las empresas de distribuci¨®n de enriquecerse con la venta de art¨ªculos b¨¢sicos, de los que supuestamente obtendr¨ªan m¨¢rgenes excesivos. Pero los datos del Gobierno refutan ese relato: ha informado a Bruselas de que los costes importados explican el 95% del incremento de los precios de los alimentos.
El Ejecutivo cree que sus medidas, entre ellas la rebaja del IVA a un grupo de alimentos b¨¢sicos, han contribuido a frenar la escalada de los comestibles ¡ªy de otras partidas: seg¨²n el INE, la inflaci¨®n interanual habr¨ªa sido del 4,7% sin tener en cuenta las ¨²ltimas variaciones de impuestos¡ª, y se?ala que la ralentizaci¨®n de lo que se paga por la cesta de la compra tambi¨¦n est¨¢ detr¨¢s de la ca¨ªda de la inflaci¨®n subyacente (que excluye energ¨ªa y alimentos frescos), una tasa muy seguida por los bancos centrales porque da pistas sobre la persistencia de las subidas de precios. En abril se moder¨® del 7,5% al 6,6%. El Gobierno destaca que Espa?a est¨¢ entre los pa¨ªses con menor inflaci¨®n de la UE, lo cual est¨¢ favoreciendo la competitividad de las empresas espa?olas ¡°como ponen de manifiesto las ganancias de cuota de mercado y el aumento de las exportaciones de bienes y servicios, incluso en el complejo contexto econ¨®mico internacional¡±.
Torres pone matices al triunfalismo: detecta un efecto contagio al sector servicios que puede complicar el regreso a la normalidad. Hace 25 meses la inflaci¨®n super¨® el 2% recomendado por el Banco Central Europeo, y eso ha hecho que se trasladen encarecimientos de un sector a otro. La vuelta deber¨¢ lidiar tambi¨¦n con un aumento salarial, tras el acuerdo alcanzado entre patronal y sindicatos para que los sueldos crezcan un 4% este a?o y un 3% en 2024 y 2025.
Hay quien puede pensar que ese dinero extra animar¨¢ el consumo, y generar¨¢ efectos de segunda ronda que retrasar¨¢n la rebaja de los precios, pero para el analista de Funcas ser¨¢ beneficioso. ¡°Puede ayudar enormemente a anclar las expectativas, y, por tanto, a limitar la inflaci¨®n subyacente, siempre y cuando los componentes m¨¢s vol¨¢tiles no empujen el ¨ªndice hasta valores muy superiores a las previsiones y obliguen a activar la cl¨¢usula de salvaguarda¡±. Dicha disposici¨®n prev¨¦ compensaciones extra si la inflaci¨®n supera la previsi¨®n en un punto porcentual.
Roland Gillet, profesor de Econom¨ªa Financiera en la Universidad de la Sorbona de Par¨ªs y en la Universidad Libre de Bruselas, recuerda que Espa?a tiene un nivel de indexaci¨®n de los salarios a la inflaci¨®n m¨¢s bajo que otros pa¨ªses europeos. Eso provoca p¨¦rdidas de poder adquisitivo, pero mejora la competitividad y reduce la posibilidad de que haya efectos de segunda ronda. Gillet, que vio como un error el descuento de 20 c¨¦ntimos al litro de combustible porque era generalizado, aplaude ahora la rebaja del IVA a ciertos alimentos y la subida del salario m¨ªnimo, por ser selectivas y estar orientadas a proteger a los hogares vulnerables.
Resulta complicado anticipar qu¨¦ ocurrir¨¢ con los precios en los meses venideros, pero el banco de inversi¨®n estadounidense Goldman Sachs ha dado esta semana argumentos al bando de los pesimistas, o al menos a los que no lanzan las campanas al vuelo: augura que el precio del gas, ahora en cotas bajas, apenas por encima de los 35 euros por megavatio hora, se multiplicar¨¢ por tres el pr¨®ximo invierno, lo que de cumplirse desandar¨ªa un camino que ya parec¨ªa recorrido en la lucha contra la inflaci¨®n.
El efecto base tambi¨¦n jugar¨¢ un papel en las estad¨ªsticas futuras. En junio, por ejemplo, la l¨®gica dice que la inflaci¨®n se frenar¨¢ con fuerza, porque se compara con el mismo mes de 2022, en el que los precios crecieron bastante, por encima del doble d¨ªgito, debido al alza de alimentos y carburantes, y estos ¨²ltimos se han desinflado desde entonces, igual que la electricidad. La tentaci¨®n de cantar victoria cuando eso ocurra estar¨¢ ah¨ª, pero el BCE no espera una normalizaci¨®n m¨¢s o menos completa hasta la segunda mitad de 2025.
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