Son el 6% de la poblaci¨®n, pero ocupan el 44% de los nuevos empleos: las extranjeras catapultan el mercado laboral

El mercado laboral vive un momento dulce. El ¨²ltimo trimestre se alcanz¨® la cifra de 20,45 millones de trabajadores, una cima a la que no se escalaba a principios de a?o desde la burbuja del ladrillo, en 2008. Este aceler¨®n se sustenta en los 368.000 puestos de trabajo creados en los ¨²ltimos 12 meses, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). Uno de ellos es el de la argentina Mar¨ªa del Pilar Li?¨¢n, camarera en un restaurante de Alcobendas (Madrid) desde marzo. ¡°Conseguir trabajo ha sido un proceso duro, pero estoy muy contenta¡°, explica, a sus 34 a?os. Casos como el suyo son el motor de ese impulso: 160.000 de los nuevos puestos (el 44%) pertenecen a mujeres extranjeras. Si a ellas le sumamos los 44.000 nuevos empleos de mujeres con doble nacionalidad (el 12%), nos encontramos con que un 56% del empleo creado en el ¨²ltimo a?o es ocupado por mujeres con un pasaporte diferente al espa?ol.

El dato de las trabajadoras for¨¢neas es a¨²n m¨¢s rese?able en una comparaci¨®n demogr¨¢fica: hay 2,85 millones de mujeres extranjeras en Espa?a, un 6% del total de la poblaci¨®n. De ellas trabajan 1,28 millones, un 14,3% m¨¢s que hace un a?o. Es el colectivo que m¨¢s crece, seguido de las mujeres con doble nacionalidad (10,21%) y los empleados extranjeros (6,18%), mientras que el n¨²mero de trabajadores espa?oles (0,6%) y trabajadoras nacionales (0,39%) apenas ha cambiado.

En la Red Acoge, una federaci¨®n de organizaciones especializadas en la inclusi¨®n de personas migrantes, perciben desde hace meses este impulso. ¡°Estamos viendo un incremento claro en las solicitudes de acompa?amiento para inserci¨®n laboral de mujeres¡±, explica Natalia Slepoy, responsable del ?rea de Incidencia Pol¨ªtica de la organizaci¨®n. ¡°En los datos de afiliados extranjeros a la Seguridad Social se percibe un aumento entre las mujeres en los ¨²ltimos meses¡±, indican fuentes del Ministerio de Migraciones. Slepoy cree que una de las razones principales que explican este impulso es un cambio estructural en el tipo de inmigraci¨®n: ¡°Las mujeres ahora son protagonistas de sus procesos migratorios. Vienen muchas veces por su cuenta y adem¨¢s lo hacen para sostener a sus familias en sus pa¨ªses de origen¡±.

Coincide Sana Elimlahi, responsable del servicio de intervenci¨®n de Accem en la Comunidad de Madrid: ¡°En los a?os ochenta y noventa, las mujeres que llegaban sol¨ªan hacerlo acompa?ando a un hombre y con la idea de cuidar. Ahora es much¨ªsimo m¨¢s habitual que trabajen. Cada vez est¨¢n m¨¢s cualificadas y se adaptan a todo, al contexto que sea. Tienen muchas ganas de conseguir un trabajo¡±. Hay varios datos que sostienen esta afirmaci¨®n, pero este es uno de los que mejor la apuntala: en 2008, cuando m¨¢s trabajadores extranjeros hab¨ªa en Espa?a (2,86 millones), el 57% eran hombres y el 43%, mujeres. Ahora, los trabajadores extranjeros son el 53% y ellas, el 47%, ¡°un porcentaje hist¨®rico¡± seg¨²n el Ministerio de Migraciones. Adem¨¢s, ya hay m¨¢s trabajadoras con doble nacionalidad que trabajadores.

Hip¨®lito Sim¨®n, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Alicante, cree que la crisis inflacionista tambi¨¦n ha podido motivar la entrada de extranjeras en el mercado de trabajo. ¡°Seguramente juega un papel relevante el fuerte empeoramiento de la situaci¨®n econ¨®mica en muchos hogares debido a la elevada inflaci¨®n. Esta situaci¨®n sobrevenida de necesidad seguramente ha alentado a intentar encontrar un empleo a muchas mujeres para complementar las rentas del hogar¡±. Este fen¨®meno, explica, es el del ¡°trabajador a?adido¡±, por el cual personas inactivas se incorporan al mercado de trabajo cuando las circunstancias laborales de sus parejas no son las adecuadas. Esto se complementa con los menores ingresos en los hogares de los inmigrantes. ¡°El grueso del crecimiento de la ocupaci¨®n en el ¨²ltimo a?o en Espa?a se ha concentrado en las mujeres inmigrantes, que sufren por partida doble lo anteriormente expuesto¡±.

En esa misma l¨ªnea, el vicesecretario general de Pol¨ªtica Sindical de UGT, Fernando Luj¨¢n, explica que, cuando cae el desempleo, es normal que lo haga especialmente en los colectivos que m¨¢s lo sufren. Entre mujeres extranjeras es del 22%, dos puntos menos que hace un a?o. Con todo, es mucho mayor que la de extranjeros (17,8%), espa?olas (13,92%) y espa?oles (10,55%). ¡°Es una brecha que tenemos que cerrar¡±, indica Luj¨¢n.

Ferran Camas, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo y director de la C¨¢tedra de Inmigraci¨®n en la Universidad de Girona, apunta a otras razones circunstanciales, como ¡°el aumento de la concesi¨®n de autorizaciones de residencia y trabajo por arraigo, en particular por arraigo social ¡ªen verano de 2022 una reforma de la legislaci¨®n favoreci¨® su obtenci¨®n¡ª¡±. Tambi¨¦n destaca el peso de ¡°unas 150.000 personas procedentes de Ucrania, la mayor¨ªa mujeres, a las que se concedi¨® la autorizaci¨®n de residencia y trabajo de forma autom¨¢tica¡±.

La secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CC OO, Carolina Vidal, tambi¨¦n apunta a la mejora de las condiciones de las empleadas del hogar, que desde septiembre de 2022 tienen derecho a paro y m¨¢s protecci¨®n frente al despido: ¡°Esa reforma y las campa?as de inspecci¨®n laboral han contribuido a un aumento del empleo en alta en la Seguridad Social, sector en el que casi la mitad de las trabajadoras son extranjeras¡±. Precisamente el aumento en la tasa de actividad de las mujeres espa?olas ¡ª54%, cuatro puntos m¨¢s que en 2008¡ª tambi¨¦n contribuye a una mayor empleabilidad de las extranjeras en el sector de los cuidados, en opini¨®n de Sim¨®n. Las mujeres espa?olas siguen asumiendo por obligaci¨®n la mayor¨ªa de los cuidados, y cuando no lo hacen, es en buena parte a costa de trabajadoras inmigrantes, no de hombres. Y cada vez hay m¨¢s demanda de estas profesionales, en un pa¨ªs tan envejecido como Espa?a.

Profunda precariedad

Wendy Marisol Zer¨®n, hondure?a de 40 a?os, es una de esas trabajadoras del hogar. ¡°Llegu¨¦ en 2012 y me cost¨® much¨ªsimo encontrar trabajo. Lo pas¨¦ muy mal. Empec¨¦ de interna cuidando de un se?or. Trabajaba seis d¨ªas a la semana, echaba muchas m¨¢s horas de las que deb¨ªa y cobraba entre 750 y 800 euros¡±, lamenta. Ahora ha mejorado ligeramente su situaci¨®n: cobra el salario m¨ªnimo (1.080 euros brutos al mes), trabaja 40 horas a la semana, sus jefes no la explotan y es externa. ¡°Estos trabajos son dur¨ªsimos, muy cansados. He echado curr¨ªculums para dedicarme a otra cosa, pero no he tenido suerte¡±. Las mujeres extranjeras cobraron en 2021 de media 11.800 euros anuales, 3.500 menos que los extranjeros, 8.000 menos que las espa?olas y menos de la mitad que los espa?oles.

La situaci¨®n de Wendy es la m¨¢s habitual entre las mujeres extranjeras: se dedican principalmente a actividades con mucho desgaste f¨ªsico y salarios bajos, como los cuidados, la limpieza, la hosteler¨ªa o la agricultura. ¡°Las mujeres migrantes tienen much¨ªsimos problemas para acceder a puestos mejor retribuidos. No nos vale un feminismo que solo rompa techos de cristal, tambi¨¦n tiene que despejar suelos pegajosos¡±, indica Vidal, muy cr¨ªtica con ¡°voces que he escuchado en la derecha y la ultraderecha¡± que, asegura, defienden que las espa?olas necesitan otras mujeres que cuiden para trabajar. ¡°Hay un problema machista y de clase tremendo, como el que ha habido con las empleadas del hogar filipinas, en condiciones terribles. Tenemos que mejorar esas situaciones¡±. F¨¢tima (prefiere no revelar su apellido) es una marroqu¨ª de 26 a?os que trabaja en una fruter¨ªa. ¡°Lo peor es el racismo de los empleadores. Yo s¨¦ que hay puestos en tiendas de ropa que no me han dado por ser marroqu¨ª. Nos quieren en posiciones en las que se nos vea poco¡±, lamenta enfadada.

Elimlahi, de Accem, se?ala varias razones que mantienen pegajoso el suelo para las migrantes: ¡°Las trabajadoras extranjeras tienen los mismos problemas que las espa?olas, pero con a¨²n m¨¢s agravantes. Por ejemplo, es habitual que les pregunten si se van a quedar embarazadas, a diferencia de a ellos. Pero adem¨¢s los empleadores saben que ellas tienen menos red de apoyo que las espa?olas, as¨ª que las penalizan m¨¢s. En muchos casos tambi¨¦n est¨¢ la barrera idiom¨¢tica y, c¨®mo no, parece que la experiencia que traen de sus pa¨ªses no cuenta¡±.

Este ¨²ltimo elemento fue una de las principales barreras a las que se ha tenido que enfrentar la nicarag¨¹ense Diana Guti¨¦rrez, de 32 a?os. Estudi¨® cocina en su pa¨ªs, pero no ha logrado ejercer su profesi¨®n hasta que ha hecho un curso espec¨ªfico en Espa?a. ¡°Desde 2018 he intentado dedicarme a ello, pero era imposible. Aunque lo sepas hacer, si la experiencia es en tu pa¨ªs no vale. Hay mucha gente con muchas ganas, esperando una oportunidad, a la que no se la quieren dar. Muchos creen que no sabemos, como si no estuvi¨¦ramos civilizados. Es muy triste y te sientes muy solo, pero somos personas luchadoras y disciplinadas¡±. Pas¨® varios a?os limpiando casas, ¡°un trabajo dur¨ªsimo que me ha hecho llorar muchas veces¡±, por el que nunca cobr¨® m¨¢s de 800 euros y por el que trabajaba el doble de horas de las que cotizaba. ¡°Despu¨¦s de formarme consegu¨ª mi actual puesto en una empresa de catering y estoy content¨ªsima. Ahora me puedo permitir un alquiler¡±.

La argentina Mar¨ªa del Pilar Li?¨¢n tambi¨¦n est¨¢ enfrentando problemas porque sus estudios no tienen reconocimiento en Espa?a. ¡°Tengo estudios universitarios en Trabajo Social, con a?os de experiencia en mi pa¨ªs, cartas de recomendaci¨®n y un buen curr¨ªculum. He repartido muchos, pero no me han hecho ni una entrevista¡±. Despu¨¦s de varios meses intent¨¢ndolo en su sector, acept¨® un empleo como agente comercial de calle y ahora trabaja como camarera. ¡°Estoy contenta, pero no dejo de buscar en mi profesi¨®n¡±.

La especialista de Accem cree que la agilizaci¨®n en la homologaci¨®n de t¨ªtulos es la principal asignatura pendiente del Gobierno para mejorar las condiciones de las trabajadoras extranjeras. La de Red Acoge, Slepoy, apunta a la regulaci¨®n de trabajadoras sin papeles: ¡°Hay que dar facilidades para que las personas puede regularizar su situaci¨®n y que se integren en sociedad con pleno reconocimiento de derechos. Hay actividades con ocupaciones no cubiertas para las que la regularizaci¨®n ser¨ªa un primer paso¡±. Tambi¨¦n reclama ¡°abordar de manera estructural con una pol¨ªtica de cuidados¡±, para que las mujeres extranjeras de este sector tengan ¡°una mejor protecci¨®n¡±.

Una tendencia persistente

El cada vez mayor protagonismo de las mujeres extranjeras en el mercado laboral es un fen¨®meno con visos de seguir creciendo. Ya son el 6,3% de la fuerza laboral del pa¨ªs, cada vez m¨¢s cerca del 7% de los extranjeros. De forma paralela, cae la proporci¨®n de espa?olas (38%) y espa?oles (44,6%), estos ¨²ltimos en m¨ªnimos hist¨®ricos. Las tendencias demogr¨¢ficas seguir¨¢n profundizando este proceso. ¡°La tasa de natalidad en Espa?a es extraordinariamente reducida, de las m¨¢s bajas del mundo, lo que a medio plazo va a suponer una ca¨ªda significativa del n¨²mero de personas nativas en edad de trabajar, y a la escasez de trabajadores nativos se sumar¨¢ un fuerte aumento de la presi¨®n migratoria desde las zonas de origen. Todo esto va a producir con certeza un aumento del peso relativo de los trabajadores for¨¢neos en la mano de obra en Espa?a¡±, opina Sim¨®n. El colectivo extranjero con m¨¢s presencia en el mercado de trabajo espa?ol es el de latinoamericanas.

A la par, sigue creciendo el de trabajadores con doble nacionalidad, un proceso ¡°l¨®gico¡± en opini¨®n de Camas. ¡°La mayor parte de extranjeros que viven en Espa?a vinieron a partir del a?o 2000, por tanto, llevan ya m¨¢s de 20 a?os aqu¨ª, superando con creces el tiempo m¨ªnimo que de forma general se exige para obtener la nacionalidad. A ello se ha de sumar los requisitos m¨¢s cortos en materia de tiempo de permanencia que Espa?a tiene con diversos pa¨ªses, sobre todo de Am¨¦rica Latina, para obtener la nacionalidad¡±, finaliza el experto de la Universidad de Girona.

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