La recuperaci¨®n del euro desde m¨ªnimos acelera la espiral bajista del petr¨®leo y resta presi¨®n al IPC
El precio de la mayor¨ªa de materias primas importadas cae con fuerza en los ¨²ltimos meses, ayudado por el encarecimiento de la moneda com¨²n frente al billete verde
El euro perdi¨® la paridad frente al d¨®lar justo cuando el verano daba sus ¨²ltimos coletazos. Era un problema a?adido para el Banco Central Europeo (BCE) y para toda la eurozona: a un petr¨®leo y unas materias primas (energ¨¦ticas y no) en m¨¢ximos, se le sumaba la pesada losa del tipo de cambio, que las encarec¨ªa a¨²n m¨¢s. Casi ocho meses despu¨¦s, el panorama ha dado un giro tangible. La energ¨ªa f¨®sil, los metales y casi todas las materias primas agr¨ªcolas se han abaratado sustancialmente en origen ¡ªuna vez superadas la sacudida inicial de la guerra y la dislocaci¨®n de las cadenas de suministro¡ª, y el efecto divisa ha pasado de jugar en contra a hacerlo a favor.
El valle de finales de septiembre, cuando un euro lleg¨® a cambiarse por 0,96 d¨®lares y parec¨ªa no encontrar suelo, es historia. Hoy, la tasa ronda los 1,08 billetes verdes, tras haber llegado a 1,11. A a?os luz de los m¨ªnimos de hace 15 a?os ¡ªcuando la tasa lleg¨® a rozar los 1,6 d¨®lares por euro¡ª, pero tambi¨¦n mucho m¨¢s acorde con los valores anteriores a la invasi¨®n rusa de Ucrania. Y, sobre todo, mucho m¨¢s propicio para el bolsillo de los europeos, para quienes la debilidad del euro es sin¨®nimo de inflaci¨®n importada. La raz¨®n es sencilla: el petr¨®leo, del que Europa depende casi ¨ªntegramente del exterior, cotiza en d¨®lares; como tambi¨¦n lo hacen el carb¨®n, el cobre, el hierro, el acero o el trigo, por citar un pu?ado de casos significativos. Solo la cotizaci¨®n del gas natural escapa del dominio del d¨®lar.
El mejor ejemplo de la incidencia del tipo de cambio en el precio final es el petr¨®leo, el ¡ªtodav¨ªa¡ª indiscutido rey de las materias primas. Entre septiembre y mayo, el barril ha pasado de cotizar en 90 d¨®lares a hacerlo en poco m¨¢s de 75, una bajada ligeramente superior al 15%. Llevado a euros, sin embargo, la ca¨ªda supera el 25%. En otras palabras: casi la mitad del descenso acumulado en este periodo es consecuencia directa de la divisa y no del precio del crudo en origen.
¡°Los precios de las materias primas ya se estaban relajando de por s¨ª, y esto es una mejora adicional que se nota, sobre todo, en el caso del petr¨®leo¡°, apunta Leopoldo Torralba, adjunto al economista jefe de Arcano Research, que prev¨¦ un fortalecimiento adicional del euro, hasta el entorno de 1,15. ¡°Por fundamentos, podr¨ªa estar en 1,2 o 1,25, pero es dif¨ªcil que lleguemos ah¨ª a corto plazo¡±. Si ve al euro m¨¢s fuerte que al d¨®lar es, sobre todo, ¡°porque la eurozona presenta menores riesgos financieros: su banca es m¨¢s solvente y no tiene ninguna bomba de relojer¨ªa, como la de EE UU con las entidades regionales¡±.
El BCE no tiene entre sus objetivos que el tipo de cambio deba situarse dentro de unos niveles determinados respecto a otras divisas. Sin embargo, su pol¨ªtica s¨ª puede influir en la din¨¢mica entre ambas divisas, de largo las m¨¢s relevantes del planeta: el d¨®lar est¨¢ involucrado en casi el 60% de las transacciones a escala mundial; el euro, en alrededor del 20%. Una subida de tipos de la Reserva Federal que no se vea correspondida por el BCE, por ejemplo, puede llevar a una apreciaci¨®n del d¨®lar. Eso es justamente lo que ocurri¨® el a?o pasado: Washington empez¨® a subir tipos en marzo, mientras que Fr¨¢ncfort demor¨® la decisi¨®n hasta julio. Eso provoc¨® que la moneda europea se despe?ara hasta perder incluso la paridad con el d¨®lar en verano, cuando marc¨® su m¨ªnimo en dos d¨¦cadas.
El desplome de la moneda ¨²nica aument¨® las tensiones inflacionistas en la eurozona, lo contrario de lo que hab¨ªa venido sucediendo durante la d¨¦cada anterior, cuando su fortaleza contribuy¨® a exacerbar las din¨¢micas deflacionistas. El enorme volumen de contratos energ¨¦ticos denominados en d¨®lares estadounidenses, en particular los petroleros, ha sido una preocupaci¨®n habitual en Bruselas.
La Comisi¨®n Europea lleva a?os tratando de que la divisa m¨¢s utilizada en la UE ¡ªque es, a su vez, el mayor importador de energ¨ªa f¨®sil del mundo con una factura anual de 300.000 millones de euros¡ª gane peso frente al d¨®lar en la esfera internacional. El BCE, sin embargo, forz¨® la maquinaria y en menos de un a?o ha subido los tipos de inter¨¦s del 0% al 3,75%, en lo que la propia jefa del instituto monetario, Christine Lagarde, define como ¡°la subida m¨¢s r¨¢pida¡± de la historia de la zona euro. Eso ha supuesto que el euro haya dado la vuelta al calcet¨ªn, llegando a 1,12. Y si bien un euro d¨¦bil interesa a los exportadores, en un momento de tensiones inflacionistas quita mucha presi¨®n a la inflaci¨®n, el enemigo p¨²blico n¨²mero uno del Eurobanco desde hace algo m¨¢s de un a?o.
El recorrido al alza del euro podr¨ªa seguir. La Reserva Federal se dispone a hacer, cuando menos, un par¨®n en el camino ante en enfriamiento de la econom¨ªa. En cambio, Lagarde ha repetido esta semana que ¡°a¨²n queda camino para recorrer¡±. Eso sugiere que puede haber, a lo sumo, una o dos subidas m¨¢s este a?o para luego permanecer m¨¢s tiempo que EE UU en un entorno de tipos elevados. Los analistas creen que ese desacople entre Washington y Fr¨¢ncfort puede prolongarse si la Fed empieza tambi¨¦n antes el proceso de rebaja del precio del dinero.
¡°Un euro fuerte ayuda a reducir la presi¨®n de precios de bienes importados¡±, afirma Frederik Ducrozet, director de an¨¢lisis macroecon¨®mico de Pictet WM. Aun as¨ª, la jefa del BCE admiti¨® en su rueda de prensa que las decisiones de la Reserva Federal tienen un impacto en el tipo de cambio, aunque insisti¨® en que la instituci¨®n que dirige ¡°no es dependiente¡± del banco central estadounidense.
La cara negativa del reciente cambio de tendencia en el tipo de cambio tiene que ver con las ventas al exterior: cuanto m¨¢s caro est¨¦ el euro frente al d¨®lar, m¨¢s dif¨ªcil lo tienen los exportadores europeos. ¡°Afecta, sobre todo, a los productos industriales¡±, aquilata Torralba. Aunque tambi¨¦n hace mella sobre el turismo ¡ªpasar sus vacaciones en Europa vuelve a ser un poco m¨¢s caro para estadounidenses y latinoamericanos¡ª el escaso peso de los visitantes extracomunitarios reduce mucho el impacto en el caso espa?ol. ¡°De entre los grandes pa¨ªses, se puede decir que los m¨¢s beneficiados por la recuperaci¨®n del euro son Espa?a y Francia, econom¨ªas m¨¢s diversificadas y con una estructura de exportaciones mucho menos dependiente del d¨®lar; y los m¨¢s perjudicados Alemania e Italia¡±, resume el t¨¦cnico de Arcano.
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