Cuando los mercados te corrigen: Meloni, Truss y otros ba?os de realidad
La presi¨®n de los inversores se ha demostrado m¨¢s feroz y efectiva para revertir medidas que la de cualquier partido opositor
Suele decirse que la pol¨ªtica es el arte de lo posible, y esa valiosa lecci¨®n es la que ha aprendido esta misma semana la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con el sorpresivo impuesto a la banca. Solo un d¨ªa despu¨¦s de que su gobierno anunciara un nuevo tributo sobre los beneficios extraordinarios de las entidades financieras, el ejecutivo se ha visto obligado a recular y rebajar su ambici¨®n recaudatoria desde los 4.500 millones de euros que los analistas calculaban a los 1.800 millones como m¨¢ximo que puede alcanzar ahora.
La marcha atr¨¢s pone de relieve el poder limitado de los gobiernos para implantar las medidas que estiman convenientes. Cuando el mercado estima que se han pasado de frenada, la presi¨®n de los inversores se deja notar. Este martes, tras conocerse la nueva tasa, la banca italiana se hundi¨® en Bolsa, perdiendo 9.000 millones de euros, e incluso contagiando a buena parte del sector en Europa, del espa?ol Banco Santander, al Deutsche Bank alem¨¢n o el franc¨¦s Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale.
La salida de fondos, de la que se hicieron eco medios de todo el mundo, fue demasiado para Roma, que en la noche del martes descafein¨® la norma aclarando que solo afectar¨¢ al 0,1% de los activos de cada banco. ?Por qu¨¦ se produjo una reacci¨®n tan visceral por parte del mercado? Para Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano, Meloni pis¨® un terreno especialmente sensible. ¡°No es lo mismo tomar medidas contra un sector cualquiera que contra la banca. Las entidades act¨²an como principal fuente de financiaci¨®n en una econom¨ªa mediana, y es especialmente relevante para las pymes. Si como consecuencia del anuncio de una medida no contrastada la banca se hunde en Bolsa, entonces dificultas el acceso del sector al mercado de capitales, de lo que cabe esperar una contracci¨®n crediticia, algo que frenar¨ªa el crecimiento econ¨®mico y por lo tanto el empleo... As¨ª se entiende el c¨ªrculo vicioso que ha provocado la rectificaci¨®n del gobierno italiano¡±, explica
Coincide en la cr¨ªtica el ex secretario del Tesoro italiano Lorenzo Codogno. ¡°Los bancos son un blanco f¨¢cil de los populistas, y atacarlos atrae apoyo pol¨ªtico. Sin embargo, el desprecio por la necesidad de proporcionar un marco fiscal y de competencia estable para atraer inversiones conlleva riesgos, y provoca un da?o permanente al atractivo de la econom¨ªa de Italia y un cambio en la disponibilidad de cr¨¦dito, especialmente para las pymes, la columna vertebral de la econom¨ªa italiana¡±. apunta.
Hay m¨¢s ejemplos, recientes y lejanos, de c¨®mo los mercados tienen potencial para tumbar los planes de un gobierno, o como m¨ªnimo moldearlos. El m¨¢s llamativo de los ¨²ltimos tiempos acab¨® llev¨¢ndose por delante a la primera ministra brit¨¢nica, la conservadora Liz Truss. Y parad¨®jicamente tuvo como desencadenante el motivo contrario al correctivo propinado a Meloni: una bajada de impuestos considerada demasiado agresiva ¡ªvalorada en 50.000 millones de euros, la mayor en el pa¨ªs del ¨²ltimo medio siglo¡ª , que adem¨¢s beneficiaba a las rentas m¨¢s altas, con la supresi¨®n del tipo m¨¢ximo del 45% del IRPF a los contribuyentes que cobran m¨¢s de 170.000 euros anuales.
La respuesta de los mercados fue feroz. Las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda brit¨¢nica se colocaron en el centro del debate conforme los inversores hu¨ªan de ella y encarec¨ªan los costes de financiaci¨®n. El valor de la libra esterlina se desplom¨®. Incluso se temi¨® que afectara a las pensiones. El Banco de Inglaterra lanz¨® un programa de compra de bonos para estabilizar la situaci¨®n. Pero ya era demasiado tarde. Truss tir¨® la toalla y se fue 45 d¨ªas despu¨¦s de llegar a Downing Street, convirti¨¦ndose en la jefa de gobierno m¨¢s breve de la historia del Reino Unido.
Su adi¨®s habla del poder de los mercados, capaces de conseguir algo que ninguna oposici¨®n pol¨ªtica habr¨ªa podido por s¨ª sola, al menos sin instigar una movilizaci¨®n masiva en las calles. En este caso, exist¨ªa un cierto consenso en que revertir las masivas rebajas de impuestos era lo mejor que pod¨ªa pasarle a la econom¨ªa del Reino Unido. Sin embargo, delegar el papel de qu¨¦ es positivo y qu¨¦ negativo en los mercados, unos actores imprescindibles para el funcionamiento de la econom¨ªa pero que no han sido elegidos en las urnas, plantea interrogantes.
Espa?a en la mirilla
No siempre la presi¨®n surte efecto. Como Meloni, el gobierno de Pedro S¨¢nchez tambi¨¦n anunci¨® un nuevo impuesto a la banca el pasado mes de julio. Y como en ocurriera en el parqu¨¦ de Mil¨¢n, se produjeron fuertes ca¨ªdas en Bolsa, con el sector rozando el 5% de ca¨ªda en Madrid y perdiendo en una sola jornada m¨¢s de 5.000 millones de capitalizaci¨®n burs¨¢til. La intenci¨®n del gobierno espa?ol es recaudar 7.000 millones en dos a?os entre ese impuesto y el que grava a las energ¨¦ticas, una cantidad mayor a la que ha hecho recular a Meloni. Pasado el temporal, los inversores digirieron la noticia, y los bancos espa?oles cotizan hoy a un precio mayor que cuando se anunci¨® la tasa.
La historia muestra, en cambio, otros episodios donde Espa?a tambi¨¦n hinc¨® la rodilla ante el acoso de los mercados. En 2012, en plena crisis de deuda soberana, con la prima de riesgo disparada y un pago de intereses insostenible, superior al 7%, el gobierno de Mariano Rajoy aprob¨® un amplio paquete de medidas con severos recortes para funcionarios, parados y dependientes y subidas de impuestos para lograr un ajuste de 65.000 millones de euros en dos a?os,
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