El c¨®ctel que ha logrado recortar las horas extra que no se cobran: m¨¢s inspecciones de Trabajo y menos actividad
El n¨²mero de horas extraordinarias no remuneradas disminuy¨® un 21% entre abril y junio y se situ¨® en el nivel m¨¢s bajo en un segundo trimestre de serie estad¨ªstica
Varios equipos de inspectores de Trabajo y Seguridad Social irrump¨ªan de forma coordinada el pasado noviembre en las sedes madrile?as de las cuatro grandes empresas de consultor¨ªa ¡ªDeloitte, PwC, KPMG y EY¡ª conocidas como las big four. El objetivo era comprobar si cumpl¨ªan con las obligaciones legales en materia de horarios y jornada de trabajo, incluidas la obligatoriedad de mantener un registro diario de jornada y abonar o compensar las horas extra. La redada sirvi¨® para confirmar lo que era un secreto a voces: jornadas de trabajo de m¨¢s de 12 y 14 horas por parte de un buen n¨²mero de sus empleados que no recib¨ªan nada a cambio. Los expedientes finales de esta investigaci¨®n a¨²n no son oficiales, pero se prev¨¦ una liquidaci¨®n por horas extra no pagadas que podr¨ªa rondar los 700.000 euros y sanciones que podr¨ªan ser ejemplares, sobre todo, para que tengan un efecto disuasorio para el resto de las empresas y sectores.
Precisamente, este efecto disuasorio , que se amplifica cuando se dan inspecciones con amplio eco en los medios de comunicaci¨®n, como en el caso de las big four, est¨¢ empezando a hacer mella, y se presenta como una de las causas que est¨¢ haciendo disminuir las prolongaciones de jornada no remuneradas, como reflejan los datos oficiales.
En Espa?a se realizaron entre abril y junio de este a?o seis millones de horas extra a la semana, un 9% menos respecto al mismo trimestre del a?o pasado, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). La estad¨ªstica diferencia entre las horas extraordinarias pagadas y las que los empleados no cobran. Son estas ¨²ltimas las que han ca¨ªdo m¨¢s llamativamente, hasta los 2,57 millones de horas ¡ªel nivel m¨¢s bajo en un segundo trimestre de la serie hist¨®rica, que inicia en 2008¡ª, tras experimentar una fuerte y poco habitual ca¨ªda del 21% en comparaci¨®n con el mismo periodo de 2022. Por el contrario, las horas extra que s¨ª son abonadas crecieron un 2,5% en el segundo trimestre de este a?o, hasta los 3,45 millones.
El Ministerio de Trabajo tiene claro el origen de estos resultados: ¡°Vigilar que la legislaci¨®n se cumpla con el m¨¢ximo rigor en esta materia es una prioridad absoluta¡±. De hecho, fuentes ministeriales hacen hincapi¨¦ en que la Inspecci¨®n de Trabajo y Seguridad Social est¨¢ ya empleando con buenos resultados el algoritmo MAX (M¨¢s algoritmos para menos horas extra) para detectar los excesos horarios con la mayor efectividad posible.
En 2022, el n¨²mero de actuaciones de la Inspecci¨®n de Trabajo en empresas para controlar los horarios creci¨® un 20%, hasta las 27.457; el importe de las sanciones por las infracciones encontradas se duplic¨®, sumando 10,7 millones de euros. En 2023, los controles se han reforzado a¨²n m¨¢s. Solo en los siete primeros meses del a?o casi se han realizado tantas inspecciones como en todo el a?o pasado: 20.718 actuaciones en esta materia.
Hist¨®ricamente, lo habitual es que haya m¨¢s horas extra pagadas que no pagadas ¡ªen la actualidad son el 57% frente al 43%¡ª, pero antes de la ley que pas¨® a exigir el registro horario en mayo de 2019 ¡ªalgo en lo que se empe?¨® firmemente la entonces ministra socialista de Empleo y Seguridad Social, Magdalena Valerio¡ª hab¨ªa trimestres en los que se registraban m¨¢s horas extraordinarias no remuneradas. Esta situaci¨®n no ha vuelto a ocurrir desde que entr¨® en vigor el registro obligatorio, si bien hay algunos sectores en los que s¨ª se han trabajado m¨¢s horas extra de manera gratuita que pagadas. Es el caso de la informaci¨®n y las comunicaciones; las actividades financieras y de seguros; los servicios profesionales o cient¨ªficos y t¨¦cnicos, donde se ubican las grandes consultoras antes citadas.
Alberto, de 46 a?os, ingeniero de telecomunicaciones que trabaja desde casi hace dos d¨¦cadas para una multinacional tecnol¨®gica, describe una de las pr¨¢cticas que est¨¢ detr¨¢s de las horas extra no pagadas: ¡°Las horas extra que presentamos los empleados para que nos sean abonadas son casi siempre porque nos han pedido nuestros jefes que las hagamos para llegar a tiempo a la entrega de alg¨²n pedido o para arreglar a horas intempestivas alguna aver¨ªa de sistemas inform¨¢ticos. Solo los profesionales m¨¢s cualificados de la empresa pueden pasar las horas extra que ellos estimen, sin que se las pidan los jefes¡±.
Registros incorrectos
La obligatoriedad del registro de jornada diario tiene como objetivo poner negro sobre blanco las horas que realizan los trabajadores por encima de su jornada ordinaria, pero no es tan f¨¢cil. El registro horario de Alberto, por ejemplo, se hace de manera incorrecta. Firma los viernes por la tarde su hora de entrada y salida de toda la semana, poniendo su horario oficial y sin incluir las horas extra porque no se las van a pagar ni compensar con tiempo libre, explica.
El adjunto a la secretar¨ªa de Acci¨®n Sindical y Empleo de CC OO, Ra¨²l Olmos, llama la atenci¨®n sobre el hecho de que, m¨¢s all¨¢ de la reciente ca¨ªda de las horas extra, si las cifras del segundo trimestre se comparan con las de 2019, antes de la pandemia, el n¨²mero de horas de m¨¢s que se realizan es pr¨¢cticamente el mismo. Sin embargo, se han recortado un 11% las que no se pagan y han aumentado en el mismo porcentaje las que se abonan. ¡°Eso es un claro reflejo del efecto de la obligatoriedad del registro horario y de las inspecciones¡±, se?ala el sindicalista. Olmo resalta que el descenso de las horas, sobre todo las no pagadas, es fruto tambi¨¦n del efecto composici¨®n: han disminuido las horas extra en los dos sectores que declaran hacer m¨¢s, que son la industria (866.900 horas a la semana entre abril y junio, en su mayor¨ªa pagadas) y la sanidad (casi 800.000 semanales en el segundo trimestre), que ha reducido a la mitad las horas no cobradas.
Sin embargo, otras fuentes apuntan que la ca¨ªda de las horas extra en el segundo trimestre, fundamentalmente las no pagadas, no se puede atribuir en solitario a un aumento de los controles de la Inspecci¨®n, ni a la implantaci¨®n del registro horario. Tambi¨¦n responde a una p¨¦rdida progresiva del dinamismo del mercado de trabajo, tal y como reflejan los ¨²ltimos datos estad¨ªsticos, que apuntan a un r¨¦cord de empleo, pero con cierta p¨¦rdida de fuelle en la generaci¨®n de nuevos puestos de trabajo.
As¨ª lo asegura un responsable de Derecho del Trabajo de uno de los bufetes de abogados m¨¢s importantes de la capital. Explica que cuando se ralentiza la actividad, las horas extra no pagadas son las primeras en caer: ¡°Desde principios de a?o los laboralistas venimos notando que se empieza a producir un progresivo par¨®n y esto se nota en la disminuci¨®n de las horas extraordinarias¡±. Es m¨¢s, asegura que ¡°la gran bolsa de horas extra sigue estando donde ya estaba antes del registro horario, en las peque?as empresas. Las grandes, aunque solo sea por eludir responsabilidades, se preocupan m¨¢s de que no se prolonguen las jornadas ante posibles demandas por el derecho a la desconexi¨®n o por problemas de salud mental.
Miguel ?ngel Montero, inspector de Trabajo y Seguridad Social y responsable de esta ¨¢rea en el sindicato CSIF, confirma que ¡°la mayor resistencia a llevar de manera correcta un registro horario que evidencie las horas extra est¨¢ en las pymes, porque en las grandes compa?¨ªas normalmente son los comit¨¦s de empresa los que ejercen ese control¡±. Habitualmente, reconoce este inspector, ¡°las peque?as empresas o directamente no firman a la entrada y la salida diariamente; o firman ambas al entrar o tienen un registro en A, que es el que ense?an a la Inspecci¨®n y otro en B¡±.
Una trabajadora de una peluquer¨ªa de un c¨¦ntrico barrio madrile?o, que lleva seis a?os empleada en el establecimiento, admite que no hay control. ¡°No se registran en ning¨²n sitio las horas a las que entramos o salimos¡±, afirma, y tira de sarcasmo para decir que ella sobrepasa su jornada en dos o tres horas cada semana. ¡°Si me pagaran ahora todas las horas extra que he hecho estos a?os me podr¨ªa comprar un coche¡±.
Pese a que el registro horario a¨²n no es una realidad generalizada en todas las pymes, aunque sea obligatorio, Montero considera que ¡°la ley fue buena, sobre todo por el efecto disuasorio. Pero requiere mejoras que deber¨ªan de pasar por la digitalizaci¨®n obligatoria de los registros¡±. En su opini¨®n, el paso siguiente ser¨ªa obligar a que el registro fuera telem¨¢tico, porque eliminar¨ªa parte del fraude que ahora se encuentra en las inspecciones.
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