El 22% de los trabajadores teme represalias por afiliarse a un sindicato y un 32% acepta condiciones laborales ilegales
La mitad de los empleados cree que no puede negociar sus condiciones laborales, un tercio dice trabajar jornadas excesivamente largas y a un 44% el trabajo le provoca irritabilidad o tristeza
¡°No es de recibo en un estado democr¨¢tico. Es un esc¨¢ndalo¡±. As¨ª ha valorado el secretario general de CC OO, Unai Sordo, una de las principales conclusiones de un estudio presentado este lunes en la sede central de la organizaci¨®n: un 22% de los trabajadores cree que no puede afiliarse a un sindicato sin temor a represalias. Es decir, algo m¨¢s de uno de cada cinco trabajadores augura problemas si ejerce un derecho reconocido en la Constituci¨®n. ¡°Si fuera solo un 5% tambi¨¦n me parecer¨ªa much¨ªsimo, pero es un 22%. Es una forma muy autoritaria de entender la gesti¨®n empresarial¡±, ha a?adido Sordo.
Esta es una de las muchas conclusiones del estudio demosc¨®pico La influencia de la negociaci¨®n colectiva en el bienestar laboral, la precariedad laboral, el compromiso y el rendimiento en el trabajo, elaborado por la Fundaci¨®n Primero de Mayo del sindicato. En la presentaci¨®n han participado los coordinadores del informe: Ram¨®n Rueda, profesor de organizaci¨®n de empresas de la Universidad de Le¨®n, y Jaime Aja, profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad de C¨®rdoba.
El estudio analiza la percepci¨®n de los trabajadores sobre la negociaci¨®n colectiva. En torno a la mitad considera que conduce a resultados positivos: el 47% cree que hace posible mejores salarios, el 52% mejores condiciones laborales, el 53% mejorar la seguridad y la salud en el trabajo, el 55% garantizar la igualdad de oportunidad entre sexos... En todas las variables mencionadas, salvo la referente a la igualdad, las mujeres tienen una opini¨®n ligeramente mejor que la de los hombres respecto a la negociaci¨®n colectiva.
Con todo, un 35% no considera que los sindicatos mantengan informados sobre la negociaci¨®n colectiva a las plantillas, un porcentaje parecido (37%) al de aquellos que no creen que las organizaciones sindicales animen a los empleados a participar en el proceso.
El estudio tambi¨¦n aborda la percepci¨®n de los trabajadores sobre sus condiciones laborales. Un 28% asegura que su salario no le permite cubrir sus necesidades b¨¢sicas, un 24% querr¨ªa trabajar m¨¢s horas o d¨ªas, un 21% cree que su empresa le va a despedir en los pr¨®ximos seis meses, la misma proporci¨®n que los que opinan que en su empresa no se respetan los derechos laborales. Adem¨¢s, un 32% dice aceptar condiciones a sabiendas de que no son legales o reglamentarias, tantos como los que se ven obligados a asumir jornadas ¡°excesivamente largas¡±. En la misma l¨ªnea, solo un 40% dice estar en disposici¨®n de controlar su hora de entrada o de salida.
Otras de las preguntas que han destacado los coordinadores del estudio es la referente a si las condiciones laborales son impuestas o no, si el empleado tiene capacidad de negociarlas. El 32% responde que no puede elegirlas.
En estas cuestiones se observan diferencias importantes en funci¨®n del perfil del encuestado: por ejemplo, los universitarios tienen m¨¢s capacidad de negociaci¨®n y advierten mayor respeto por sus derechos laborales y sindicales que los trabajadores con menor formaci¨®n. Asimismo, los j¨®venes se consideran m¨¢s expuestos al incumplimiento de las normas y temen m¨¢s castigos por afiliarse a un sindicato.
Por otro lado, seg¨²n el estudio, un 52% de los encuestados cree que pueden expresas sus opiniones y emociones en su empresa; un 37% considera que su jefe y la empresa no se preocupan por el bienestar laboral de la plantilla, un 30% piensa negativamente del trabajo fuera de su horario laboral, a un 44% su trabajo le provoca irritabilidad, tristeza y nerviosismo y 55% se ha sentido agotado mental y emocionalmente en el trabajo.
Tras analizar estas ideas de forma transversal, los autores del estudio llegan a la siguiente conclusi¨®n: ¡±La negociaci¨®n colectiva es un elemento esencial para que las personas trabajadoras vean mejorado su nivel de bienestar laboral y vean reducido su nivel de precariedad. Y es precisamente este mayor bienestar laboral y menor precariedad lo que conlleva un aumento de su compromiso con las empresas. En ¨²ltima instancia, esto es la v¨ªa para que las empresas alcancen sus objetivos a trav¨¦s de un adecuado desempe?o laboral individual¡±. ¡°Se pone de relieve ¡ªcontin¨²a el resumen de la fundaci¨®n¡ª la clara relaci¨®n entre la negaci¨®n colectiva y el desempe?o¡±.
Sordo cree que esta tesis es muy ¡°sugerente¡±, ya que le parece ¡°una enmienda a la totalidad con datos a las pol¨ªticas laborales implementadas desde los a?os 80, que recetan una degradaci¨®n paulatina de las condiciones colectivas de trabajo. Hay que contrarrestar esa idea desde el punto de vista de la eficacia econ¨®mica, hay que contestar estos mensajes del neoliberalismo. El rendimiento laboral depende del compromiso con la empresa, y ese compromiso est¨¢ vinculado a las condiciones y el bienestar, y ello est¨¢ relacionado con la negociaci¨®n colectiva¡±.
Contrarrestar el discurso patronal
¡°Contrarrestar¡± ha sido una palabra muy repetida por Sordo durante la presentaci¨®n del informe. El secretario general de CC OO cree que el debate p¨²blico en materia laboral est¨¢ ¡°sesgado¡± por una producci¨®n ¡°pseudocient¨ªfica¡± que recoge el pensamiento de las empresas. Se refiere a las encuestas y an¨¢lisis que grandes compa?¨ªas y patronales distribuyen a los medios de comunicaci¨®n y que en su opini¨®n pervierten el debate con afirmaciones, en muchas ocasiones, falsas. ¡°Queremos contrarrestar eso con claridad en el an¨¢lisis, con un m¨¦todo cient¨ªfico¡±, ha reivindicado Sordo.
Fernando Lezcano, presidente de la Fundaci¨®n Primero de Mayo, ha insistido en la misma l¨ªnea: ¡°Queremos huir del sesgo que se presupone a un estudio promovido por un sindicato. Por eso hemos puesto nuestro an¨¢lisis en manos de la academia, para que despeje cualquier tipo de dudas. No queremos que alguien tenga la tentaci¨®n de descalificarla. El mejor ant¨ªdoto es el rigor cient¨ªfico de la universidad p¨²blica espa?ola¡±. Este es el primer estudio demosc¨®pico de la fundaci¨®n, que anticipa m¨¢s an¨¢lisis parecidos. Ha sido elaborado a partir de 1.599 encuestas.
Sordo cree que un buen ejemplo de debate condicionado por esas encuestas patronales o empresariales es el de las vacantes. Cada poco tiempo trascienden informes que se?alan el problema de puestos de trabajo sin cubrir en Espa?a, mientras que los datos oficiales del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y de Eurostat contraponen esa versi¨®n de la realidad. ¡°Hay mucha sobreactuaci¨®n y alarma y el problema es marginal. Tiene que ver con las malas condiciones de trabajo y solamente una peque?a parte con el desacople entre formaci¨®n y demanda. Se intenta exagerar el problema para reforzar a quienes pretenden bajar salarios¡±, ha finalizado Sordo.
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