Pa¨ªses Bajos se despide de su joya gas¨ªstica entre temblores
El Gobierno holand¨¦s paraliza las extracciones del mayor yacimiento europeo, tras d¨¦cadas engordando sus arcas, por el riesgo de terremotos
Un terremoto de 3,6 grados en la escala de Richter sacudi¨® Huizinge, una localidad de 129 habitantes en la provincia de Groningen (noreste de Pa¨ªses Bajos), en la noche del 16 de agosto de 2012. Fue el temblor m¨¢s fuerte registrado hasta la fecha en la regi¨®n, inducido por la extracci¨®n de gas natural. Situado a tres kil¨®metros de profundidad, en esa zona se encuentra el mayor yacimiento europeo de su clase. En uso desde 1963, es la joya de la corona del suministro holand¨¦s de energ¨ªa y ha financiado en gran parte el Estado de bienestar. Sin embargo, el colapso de la capa de arenisca de la que se obtiene el hidrocarburo ¡ªuna operaci¨®n a cargo de las petroleras Shell y ExxonMobil¡ª ha provocado desde 1986 m¨¢s de un millar de movimientos tel¨²ricos. Hasta este domingo, la fecha escogida por las autoridades para cerrar la v¨¢lvula, que solo podr¨¢ reactivarse de haber una ola de fr¨ªo. En 2024 el campo ser¨¢ desmantelado.
Concluyen as¨ª seis d¨¦cadas de actividad que han generado en total, ajustada la inflaci¨®n, cerca de 429.000 millones de euros de ingresos. El coste humano es de otra ¨ªndole. El pasado febrero, la comisi¨®n parlamentaria encargada de investigar los se¨ªsmos se?al¨® que el Gobierno y las petroleras primaron los intereses econ¨®micos y Pa¨ªses Bajos ¡°tiene una deuda de honor con Groningen¡±. ¡°Debe a sus habitantes dinero, perspectivas de futuro y atenci¨®n¡±, se?alaba un informe. El Ejecutivo ofreci¨® 22.000 millones de euros repartidos en 30 a?os, y un organismo oficial atiende las demandas por desperfectos materiales y el sufrimiento padecido por la poblaci¨®n. Comparados con otros se¨ªsmos, estos parecen peque?os. Pero el efecto es mayor porque no ocurren a mucha profundidad y el suelo es arcilloso.
Con una superficie de 900 kil¨®metros cuadrados, y descubierto en 1959, el yacimiento serv¨ªa tambi¨¦n para exportar gas a B¨¦lgica, Francia y Alemania. En Groningen, aunque no ha habido que lamentar v¨ªctimas mortales, el estr¨¦s causado, la p¨¦rdida de valor de los inmuebles y las diferencias en las compensaciones recibidas por los vecinos han da?ado el tejido social. Es una historia de largo recorrido con una se?al de alerta temprana, en 1986. Ese a?o se produjo el primer terremoto, y poco despu¨¦s un ge¨®grafo social, Meent van der Sluis, alert¨® de que pod¨ªa deberse a las extracciones. ¡°Tanto el Gobierno como las petroleras refutaron su teor¨ªa y, aunque a partir de 1993 admitieron una posible relaci¨®n con da?os peque?os, la seguridad solo se tuvo en cuenta con la arremetida de Huizingen¡±, explica, al tel¨¦fono, Coert Fossen, experto en gesti¨®n del suelo y presidente de Groninger Bodem Beweging (GBB por las siglas neerlandesas de Movimiento por la Tierra de Groningen). Esta organizaci¨®n regional que agrupa a 4.000 socios y afectados.
Los temblores se producen en una llanura con granjas y casas, muchas centenarias, habitadas por vecinos de varias generaciones y otros llegados en busca de tranquilidad y cercan¨ªa a la naturaleza. Hasta la fecha, se han presentado cerca de 400.000 informes de desperfectos y han sido demolidas 880 casas. Se estima que pueden llegar a ser 3.300. En el inventario hay unos 27.000 inmuebles necesitados de inspecci¨®n. Tambi¨¦n hay 101 escuelas que no se consideran seguras y nueve ya derruidas. Por otra parte, alrededor de 20.000 residentes tienen problemas de salud debido a la situaci¨®n, y uno de cada diez se siente inseguro en su hogar, seg¨²n el GBB. ¡°Casi todo el mundo en la zona tiene problemas, y a los retrasos en las ayudas se suma la inquietud mientras esperas el siguiente golpe¡±, asegura Fossen.
Para Merel Jonkheid, portavoz del GBB y tambi¨¦n vecina, el efecto sobre los ni?os es muy grande. ¡°Cuando hay que reparar una casa, tienen que mudarse y pierden su entorno y no est¨¢n con sus amigos¡±, apunta. ¡°Para los mayores tambi¨¦n es duro. Y encima necesitan manejar el ordenador para las solicitudes y no reciben el apoyo necesario¡±. El Ministerio de Econom¨ªa y Clima se?ala que ¡°quedan por reforzar 13.000 casas y el ritmo actual debe triplicarse para completar esta labor en 2028, como est¨¢ previsto¡±. Dado que las diferencias de presi¨®n en el terreno ¡°siguen causando fracturas a niveles profundos, el n¨²mero de terremotos disminuir¨¢, pero se notar¨¢n incluso despu¨¦s del cierre del 1 de octubre¡±, a?ade.
La localidad de Overschild, de unos 500 habitantes, es una de las m¨¢s perjudicadas. A 15 kil¨®metros de Groningen, la capital de la provincia del mismo nombre, cerca del 80% de sus edificios ser¨¢n echados a tierra. ¡°Si la situaci¨®n ya es mala, los cambios operados en el c¨¢lculo de perjuicios y riesgos han enrarecido el ambiente vecinal porque no todos reciben la misma suma¡±, explica Fossen. Mientras una familia puede tener una casa nueva, otra, con deterioros similares, solo percibe un refuerzo. ¡°Eso crea fricciones innecesarias. Yo he tenido grietas en las paredes, escapes de agua en el s¨®tano y ladrillos rotos¡±, asegura.
En la Asociaci¨®n Eigen Huis (Mi propia casa) que tiene miles de miembros con problemas, describen el malestar de este modo: ¡°La sensaci¨®n general es que los habitantes del oeste del pa¨ªs [donde se concentra la riqueza y las grandes ciudades] se ha beneficiado durante d¨¦cadas de la extracci¨®n del gas de Groningen, mientras que el norte ha soportado la mayor parte de la carga¡±. En esta organizaci¨®n resaltan la lentitud de la Administraci¨®n en abordar los casos, y a?aden el hecho de que muchos de los da?os se detectan en los cimientos, ¡°y esos raramente se compensan¡±.
Un lucrativo negocio
En 1959, las reservas originales de gas de Groningen sumaban 2,8 billones de metros c¨²bicos. Shell calcula que quedan ahora 500.000 millones de metros c¨²bicos. Hay adem¨¢s otros 240 yacimientos peque?os, en tierra y en el Mar del Norte. En el denominado ¡°edificio del gas¡±, donde se planifica el suministro para el pa¨ªs, colaboran el Gobierno holand¨¦s ¡ªque decide cu¨¢nto debe obtenerse¡ª y la empresa p¨²blica de energ¨ªa, junto con Shell y ExxonMobil. Las dos multinacionales participan, a partes iguales, a trav¨¦s de la Sociedad Holandesa del Petr¨®leo y el Gas (NAM, en su acr¨®nimo neerland¨¦s) y son las extractoras.
Hace diez a?os, cuando la tierra tembl¨® en Huizinge, el Servicio de Supervisi¨®n Estatal de Minas, organismo regulador, aconsej¨® reducir la extracci¨®n porque los se¨ªsmos pod¨ªan ser mayores en el futuro y provocar v¨ªctimas mortales. La advertencia fue analizada por representantes del Ministerio de Econom¨ªa y tambi¨¦n de NAM. El Ejecutivo, sin embargo, decidi¨® correr el riesgo. ¡°Debo prolongar la inseguridad ciudadana un a?o m¨¢s. Lo asumo y me hago responsable¡±, dijo Henk Kamp, ministro de Econom¨ªa en 2013, causando enojo y asombro a partes iguales entre la poblaci¨®n damnificada.
Las cifras que sosten¨ªan sus palabras son abultadas. El Tesoro holand¨¦s ha invertido los beneficios del gas de Groningen en infraestructuras, educaci¨®n, sanidad o seguridad social. Concretamente, el yacimiento ha reportado 363.700 millones de euros para el Tesoro y 64.700 millones para los accionistas de las multinacionales, seg¨²n los datos confirmados por el Ministerio de Econom¨ªa. El recuento de los terremotos es igualmente grueso: desde 1986 ha habido en la provincia m¨¢s de 1.600.
En 2015, el Gobierno holand¨¦s acord¨® limitar la explotaci¨®n anual a 30.000 millones de metros c¨²bicos. En septiembre de 2022, se anunci¨® que los almacenes de gas del pa¨ªs estaban llenos y eran suficientes para dar respuesta a los cortes impuestos por Rusia debido a las sanciones por la guerra en Ucrania. Ese mismo a?o, el Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa constat¨® 52 temblores de diversa intensidad en la regi¨®n. ¡°Bajaremos a cero este a?o y en 2024 ser¨¢ el final: desmantelaremos los pozos y los cegaremos con cemento¡±, ha declarado Hans Vijlbrief, secretario de Estado de Minas. Pero en Groningen, tras d¨¦cadas de demandas ignoradas, desconf¨ªan: ¡°En noviembre habr¨¢ elecciones y un nuevo Gobierno. ?Qui¨¦n nos asegura que mantendr¨¢ la decisi¨®n?¡±, se preguntan en el GBB.
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