La derecha igualitaria

?Albricias! Aunque m¨¢s tarde que sus vecinas, la derecha espa?ola ha descubierto el valor de la igualdad. A cuenta de una eventual amnist¨ªa que ¡ªperjura, sin textos¡ª romper¨ªa la igualdad ante la ley.

La explota territorialmente. El PP andaluz retorna a su empe?o disgregador igualando indepes a catalanes y temiendo que ¡°supondr¨ªa que haya espa?oles de primera y de quinta¡±, seg¨²n su residencia, claro.

La proclama igualitarista olvida que el PP recurri¨® 30 art¨ªculos del Estatut catal¨¢n, que est¨¢n calcados en el andaluz. Esos no los impugn¨®. ?Igualdad, alega?

La igualdad es el trato igual a personas (o territorios) en igual situaci¨®n; pero distinto a los que exhiben una posici¨®n diferente. En lo econ¨®mico, la igualdad fiscal se traduce en trato desigual: la progresividad, por la que paga m¨¢s quien m¨¢s gana (IRPF), tiene (Patrimonio) o maneja (Sociedades, un impuesto escalonado seg¨²n tama?os y tipo de empresas).

La cabalgada desfiscalizadora del PP y Vox anulando los impuestos patrimoniales no crea igualdad social ni territorial. Al rev¨¦s, multiplica las desigualdades.

As¨ª, en 2021 (¨²ltimos datos disponibles) los ricos madrile?os pagaron cero euros por el impuesto sobre el patrimonio (IP); y dejaron de abonar 1.200 millones. Los del resto de autonom¨ªas aportaron 1.350 millones (AEAT). Y en 2022 ya pagaron algo gracias al impuesto sobre grandes fortunas (555 millones), pero menos que los ricos catalanes el a?o anterior por IP (593), habiendo muchos m¨¢s ricos en la regi¨®n central.

Por el lado de los ingresos brutos al sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, es l¨®gico que Madrid ¡ªel tradicional laboratorio de la derecha¡ª sea la primera contribuyente: pues ostenta la primac¨ªa en el ranking de tama?o econ¨®mico relativo (PIB).

Pero no tanto que tambi¨¦n encabece los recursos recibidos per c¨¢pita (solidaridad individualizada, y pues, m¨¢s comparable). En 2022 recibi¨® 3.128 euros por persona, 166 m¨¢s que la media de 2.962 (Catalu?a, 38 menos), y muy por encima de Andaluc¨ªa y el Pa¨ªs Valenci¨¤.

As¨ª que la embestida contra los impuestos a la riqueza (otra cosa ser¨ªa su reforma, pues tienen un dise?o mejorable, afectan m¨¢s a la parte baja de la clase alta que a la superior) es regresiva y antiigualitaria.

Esa ventaja tampoco se justifica por los resultados internos conseguidos gracias a los mayores recursos relativos. El desempleo alcanz¨® a final del primer semestre un 9,56% de la poblaci¨®n activa madrile?a; y el 8,44% de la catalana, pese a las heridas abiertas desde el proc¨¦s (datos del INE).

Asimismo, la tasa de mortalidad por covid (estandarizada por edad, neutralizando las diferencias de envejecimiento entre comunidades) ascendi¨® a 2.422 personas por mill¨®n en Madrid, frente a una media de 1.610; y en residencias, que es lo m¨¢s relevante en cuanto a calidad de la gesti¨®n p¨²blica, duplic¨® a la valenciana (Generalitat valenciana, 26/4/2021).

Y en gasto en pol¨ªticas sociales (educaci¨®n, sanidad, servicios sociales), Madrid no es la primera, sino la ¨²ltima de las 17 autonom¨ªas: 2.399 euros en 2022, frente a 2.939 la media y 3.629 en Extremadura, la m¨¢s generosa de las de r¨¦gimen com¨²n.

?Igualdad? ?O bien haz lo que te digo y no lo que yo hago?

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