La Seguridad Social necesitar¨ªa 3,78 millones de cotizantes m¨¢s para no recurrir a la financiaci¨®n estatal

El Gobierno actual ha apostado claramente por equilibrar el sistema p¨²blico de pensiones ¡ªen n¨²meros rojos desde 2011¡ª recurriendo, por una parte, a las transferencias del Estado (casi 40.000 millones de euros ser¨¢n costeados con dinero de impuestos para pagar gastos impropios de la Seguridad Social, pero tambi¨¦n una parte del d¨¦ficit); y, por otro lado, incrementando los ingresos con medidas de prolongaci¨®n de la vida laboral. De esta manera, el Ejecutivo pretende que el d¨¦ficit de las pensiones sea este a?o del 0,5% del PIB, frente al 1,6% que lleg¨® en 2017.

Sin embargo, muchos economistas y expertos en pensiones sostienen que reducir de esta manera el d¨¦ficit no muestra realmente la salud financiera de un sistema de reparto como el espa?ol, m¨¢xime en una situaci¨®n de fuerte envejecimiento poblacional como la actual. As¨ª lo explica el ¨²ltimo informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie) y la Fundaci¨®n BBVA, sobre las Dimensiones econ¨®micas de la longevidad, donde se asegura que ¡°el dato m¨¢s relevante para conocer la salud del sistema de pensiones de la Seguridad social (dejando fuera el subsistema de clases pasivas de los funcionarios) es el saldo contributivo¡±. Esto es, lo que se ingresa exclusivamente por cotizaciones sociales y lo que se gasta en pensiones contributivas.

Seg¨²n este informe, el d¨¦ficit del segmento exclusivamente contributivo del sistema de pensiones en 2022 habr¨ªa sido del 1,98% del PIB (unos 26.300 millones frente a poco m¨¢s de 7.000 contabilizados por la Seguridad Social). Este d¨¦ficit contributivo puede leerse como la ¡°deuda¡± por afiliado o por pensionista, indican los autores de este informe, o tambi¨¦n se puede relacionar con la cantidad de afiliados adicionales que ser¨ªan necesarios para equilibrar las cuentas del sistema, sin recurrir a las transferencias estatales. La respuesta a esta ¨²ltima pregunta es, seg¨²n este trabajo, es que ¡°en 2022, suponiendo que entraran con las mismas bases de cotizaci¨®n existentes, habr¨ªan hecho falta 3,78 millones de afiliados adicionales para conseguir el d¨¦ficit contributivo cero¡±.

Si se tiene en cuenta que a finales del pasado a?o hab¨ªa poco m¨¢s de tres millones de parados, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), la conclusi¨®n es que este equilibrio exigir¨ªa, adem¨¢s de incorporar a todos los desempleados, buscar otros 750.000 activos entre las personas de edad de trabajar que estuvieran inactivos. Esto evidencia que la soluci¨®n para alcanzar el d¨¦ficit cero con aumento de afiliados es pr¨¢cticamente imposible de conseguir.

Pero es que, adem¨¢s, el fuerte envejecimiento poblacional, que incluye una incorporaci¨®n masiva a la jubilaci¨®n de los nacidos en el baby boom, hace que los factores demogr¨¢ficos exijan en 2025 una incorporaci¨®n a¨²n mayor de afiliados, de m¨¢s de seis millones de trabajadores, para lograr ese citado equilibrio contributivo.

Esto ocurrir¨¢ porque, seg¨²n las propias proyecciones poblacionales del INE y de la Seguridad Social, citadas por este informe, el peso de las personas activas entre 16 y 64 a?os caer¨¢ desde el 65% actual hasta el 57% en 2050; al tiempo que la poblaci¨®n mayor de 64 a?os aumentar¨¢ desde el 20% de 2022 al 30% a mediados de siglo. Esto significar¨¢, entre otras cosas, que la ratio de afiliados por pensionista se reducir¨¢ a la mitad, pasando los 2,24 trabajadores que hoy financian la pensi¨®n de un jubilado a que sean solo 1,35 ocupados los que costeen la jubilaci¨®n de una sola persona.

Con todo esto, los autores del informe aseguran que su intenci¨®n ¡°no es determinar el d¨¦ficit contributivo futuro de la Seguridad Social, sino aislar el efecto que puede tener la evoluci¨®n de la poblaci¨®n sobre el sistema de pensiones, utilizando como variable relevante el n¨²mero da filiados adicionales que tendr¨ªan que entrar en el sistema de pensiones¡±. Como conclusi¨®n a?aden que si la situaci¨®n de partida del sistema ¡°es preocupante¡± a¨²n lo son m¨¢s las proyecciones a futuro, porque salvo en 2030, seg¨²n sus c¨¢lculos, todos los a?os ¡°se necesitar¨ªan un n¨²mero adicional de afiliados que incluso ser¨ªa superior al n¨²mero de parados¡±.

Si bien, dicho todo esto, Seguridad Social rechaza de plano toda esta tesis porque sus responsables son contrarios a esta contabilidad exclusivamente contributiva, argumentando que ha sido el propio Pacto de Toledo el que ha estipulado que los gastos impropios se financien con impuestos.

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