El ingreso m¨ªnimo vital solo llega al 5% de las personas sin hogar
Ampliar la cobertura al total del colectivo que tiene derecho costar¨ªa 130 millones adicionales y mejorar¨ªa la redistribuci¨®n un 80%, frente al 1% actual
M¨¢s necesitados y tambi¨¦n m¨¢s olvidados. El Ingreso M¨ªnimo Vital (IMV), la red ¨²ltima de protecci¨®n creada en 2020 para alcanzar las capas m¨¢s vulnerables de la sociedad, solo llega al 5% de las personas sin hogar que tendr¨ªan derecho a percibirlo. Detr¨¢s de esta lacra hay un enorme problema de desconocimiento y barreras de acceso: muchos potenciales beneficiaros no lo solicitan porque no saben que existe o porque creen que se les denegar¨ªa. Si la cobertura se ampliara a todos los individuos sin hogar que cumplen con los requisitos, el gasto adicional para las arcas p¨²blicas ser¨ªa de 130 millones ¡ªfrente a los cerca de 2,3 que se emplean ahora¡ª, una cantidad ¨ªnfima comparada con los m¨¢s de 4.300 millones pagados en 2023 para la ayuda. A cambio, se lograr¨ªa una espectacular disminuci¨®n en la desigualdad de partida del colectivo, de hasta un 80%.
Estas son las principales conclusiones de un estudio elaborado por Nuria Badenes, investigadora del Instituto de Estudios Fiscales (IEF). ¡°Aunque la intuici¨®n indique que aquellos con m¨¢s necesidad deber¨ªan solicitar el IMV con mayor probabilidad, en el colectivo de personas sin hogar se ha constatado que los costes de solicitud son tan elevados que no compensan las ventajas potenciales de su percepci¨®n¡±, destaca el documento.
As¨ª tambi¨¦n lo confirman distintas entidades sociales, como C¨¢ritas. ¡°El IMV es un derecho necesario e imprescindible y entendemos que se aprob¨® durante la pandemia en un contexto dif¨ªcil. Pero pedimos que se cambie. El grado de complejidad de los requisitos de acceso es extremo, se exige much¨ªsima documentaci¨®n y no hay oficinas abiertas donde asesorarse presencialmente¡±, lamenta Ana Abril, coordinadora de Incidencia Pol¨ªtica de la organizaci¨®n. Todas estas trabas, si ya son de por s¨ª una carrera de obst¨¢culos para una familia vulnerable, se convierten en barreras infranqueables para las personas sin hogar.
El IMV se aprob¨® en 2020 a toda prisa como salvavidas para socorrer a los m¨¢s desamparados en un momento de m¨¢xima necesidad. Su objetivo declarado es ¡°la reducci¨®n de la pobreza, especialmente la pobreza extrema¡±, ya que pretende garantizar una renta m¨ªnima a los m¨¢s indefensos. Por eso es compatible con otros ingresos y prestaciones siempre que no se rebase una determinada cuant¨ªa. La urgencia en dise?arla, sin embargo, provoc¨® fallos que limitaron su alcance y que en parte fueron subsanados con una flexibilizaci¨®n en los requisitos de acceso. De hecho, las personas sin hogar inicialmente no ten¨ªan derecho a la ayuda.
Pese a las mejoras introducidas, el IMV est¨¢ lejos desplegar todo su potencial, como ha manifestado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en un informe que le ha valido un encontronazo con el Ministerio de Seguridad Social. El organismo concluy¨® que solo el 35% de los posibles perceptores cobr¨® la ayuda en 2022. Constat¨®, adem¨¢s, que de las 470.000 familias que cumplen los requisitos el 58% no la solicit¨® y destac¨® el elevado n¨²mero de revisiones y solicitudes de devoluci¨®n. La Seguridad Social, por su parte, no ofrece el saldo vivo de beneficiarios ¡ªsolo el n¨²mero de personas que en alg¨²n momento cobr¨® la ayuda, 2,1 millones a cierre de 2023¡ª, ni datos sobre cu¨¢ntas personas sin hogar lo reciben.
Badenes construye su an¨¢lisis en torno a los datos de la ¨²ltima Encuesta sobre personas sin hogar del INE, relativa a 2022 y uno de los pocos estudios que arroja luz sobre el colectivo. El organismo estima que hay unos 30.000 individuos en esta condici¨®n, una cantidad potencialmente infraestimada porque solo se consideran los municipios de m¨¢s de 20.000 habitantes. La investigadora calcula que m¨¢s del 90% de ellos cumplir¨ªa con los requisitos para cobrar el IMV y sin embargo no lo percibe. Las rentas m¨ªnimas de inserci¨®n, gestionadas por las comunidades aut¨®nomas, tampoco tienen gran penetraci¨®n: un 86% de los encuestados asegura que no recibe ni estas ayudas ni el IMV.
Bajando a las causas de esta baja cobertura, un 12% asegura que no solicita las prestaciones por desconocimiento; un 56% porque cree que no cumple con los requisitos, una situaci¨®n que en ambos casos tiene que ver con la falta de informaci¨®n y que se replica en otros pa¨ªses entre los estratos m¨¢s vulnerables de la sociedad. Y eso se produce aunque el 84% de los encuestados haya tenido contacto con un trabajador social en el ¨²ltimo mes. ¡°La difusi¨®n del funcionamiento de las prestaciones econ¨®micas ¡ªy en concreto del IMV¡ª a trav¨¦s de estos trabajadores [...] podr¨ªa constituir una v¨ªa de disminuci¨®n de los costes de informaci¨®n¡±, sugiere el trabajo de la investigadora del IEF.
Un estudio realizado por Hogar S¨ª a?ade que el 93% de las personas sin hogar no accede de forma aut¨®noma a la informaci¨®n sobre el IMV. Miryam Mart¨ªn Alonso, adjunta en Unidad de Soluciones de la asociaci¨®n, puntualiza que el empadronamiento supone una de las mayores dificultades para el colectivo a la hora de tramitar la ayuda: ¡°No tanto para aquellos que viven en una instituci¨®n, pero s¨ª para las tant¨ªsimas personas que se encuentran en la calle¡±. Tampoco es f¨¢cil para quienes tienen acceso a una vivienda, bien porque muchas veces no tienen contrato, bien porque la convivencia con la unidad familiar no les permite percibir el IMV. ¡°Tambi¨¦n existe una dificultad en entender la realidad de las personas en situaci¨®n de calle, que muchas veces no tienen ni acceso a la documentaci¨®n¡±, a?ade.
Para poder cobrar el IMV se exigen, entre otras condiciones, haber residido legalmente en Espa?a durante un a?o, no superar ciertos niveles de renta y patrimonio, tener m¨¢s de 23 a?os ¡ªcon excepciones, a las personas sin hogar no se le requiere¡ª, respetar los requisitos fijados para las unidades de convivencia y contar con la documentaci¨®n necesaria para acreditar la identidad y la condici¨®n de vulnerabilidad. El importe m¨¢ximo para un beneficiario individual es de unos 600 euros mensuales en 2024, que va creciendo en funci¨®n del n¨²mero de personas que integran el hogar.
Parad¨®jicamente, los m¨¢s necesitados, que son aquellos que recibir¨ªan una ayuda mayor, son los que menos probabilidad tienen de presentar la solicitud, debido a una situaci¨®n de desarraigo m¨¢s profunda, seg¨²n reflexiona Badenes mientras desgrana los principales hallazgos de su estudio. Asimismo, a m¨¢s tiempo en la calle, menos personas piden la ayuda, mientras quienes tienen la opci¨®n de dormir en un piso presentan un 51,6% m¨¢s de probabilidad de percibirla. Los hombres tienen la mitad de probabilidad que las mujeres de pedirla; hay m¨¢s posibilidades que la tramiten las personas que usan drogas; quienes buscan trabajo multiplican por 2,6 la probabilidad de tramitarla frente a quienes no lo hacen.
Miguel Lozano, trabajador social del albergue San Juan de Dios, situado en Madrid con una capacidad para unas 120 personas y gestionado por la red Faciam, confirma parte de estos supuestos. ¡°Podemos acreditar la situaci¨®n de sinhogarismo a quienes viven aqu¨ª y acompa?arles en la tramitaci¨®n de la ayuda, pero si tienen permiso de trabajo, su principal prioridad es buscar un empleo porque la cuant¨ªa del IMV es muy peque?a¡±, explica. ¡°El problema es cuando nos encontramos con personas que nunca han pasado por los servicios sociales o han hecho la solicitud antes de llegar. Puede ser una locura porque no les llegan los requerimientos¡±. Entre las principales trabas menciona el requisito del empadronamiento y que se tengan en cuenta los ingresos percibidos el a?o anterior como l¨ªmite de renta.
El estudio de Badenes tambi¨¦n calcula cu¨¢nto se reducir¨ªa la desigualdad si todos los potenciales beneficiarios sin hogar cobraran el IMV. Aunque el impacto es reducido, al tratarse de cifras peque?as, el margen de mejora es abrumador, de casi un 80% a nivel nacional ¡ªel ¨ªndice de Gini pasar¨ªa del 0,625 actual al 0,503, donde 0 es la total igualdad y 1 la m¨¢xima desigualdad¡ª. Sin embargo, cree que la cobertura de la prestaci¨®n no aumentar¨¢ si el nivel de desinformaci¨®n sigue tan elevado. ¡°No hay que dise?ar nuevas prestaciones, sino hacer que las que hay funcionen¡±.
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