La deuda del sistema el¨¦ctrico espa?ol acelera su ca¨ªda y apunta a cero en 2028

El sistema el¨¦ctrico espa?ol purgar¨¢ toda su deuda en menos de un lustro: en 2028. Esa es, al menos, la previsi¨®n de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el todav¨ªa regulador del sector hasta que el Gobierno recupere de nuevo la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE). En 2023, el pasivo acumulado aceler¨® su ca¨ªda interanual hasta el 21,5% (frente al 17,8% de 2022) y baj¨® de los 10.000 millones de euros por primera vez en 15 a?os, de acuerdo con los datos publicados este jueves.

La deuda del sistema el¨¦ctrico espa?ol cerr¨® el pasado 31 de diciembre en 7.866 millones, la cifra m¨¢s baja desde 2008 ¡ªel a?o de la crisis financiera¡ª y la tercera parte que en el momento pico, en 2013, cuando se rozaron los 30.000 millones. La mayor parte de este endeudamiento se corresponde con el d¨¦ficit acumulado entre los a?os 2000 y 2013, cuando los ingresos fueron insuficientes para cubrir sus costes. Desde entonces, la tendencia se ha revertido: desde 2014, todos los ejercicios salvo uno (2019) se han cerrado con super¨¢vit.

Debate abierto

¡°Los datos son la confirmaci¨®n del grand¨ªsimo super¨¢vit del a?o pasado y de que quedan muy pocos a?os para deshacernos de toda la deuda¡±, valora Alejandro Labanda, director de Transici¨®n Ecol¨®gica de la consultora beBartlet. Las cifras, dice, responden a un ¡°control de ingresos y gastos, que no siempre se ha producido¡± e invitan a pensar en que ¡°quiz¨¢ sea el momento de replantearse la necesidad de figuras fiscales como el impuesto de producci¨®n del 7%, que est¨¢ encareciendo la electricidad en un momento en el que tenemos que aumentar su consumo en detrimento de los combustibles f¨®siles¡±.

El sistema el¨¦ctrico espa?ol tiene, b¨¢sicamente, tres v¨ªas de financiaci¨®n: los cargos que abonan los consumidores en el recibo, los ingresos procedentes de las subastas de di¨®xido de carbono (CO?) y el impuesto de producci¨®n de electricidad, reducido a cero desde finales de 2022 para paliar la crisis de precios y que ha vuelto a entrar en vigor el pasado 1 de enero de forma escalonada: hasta finales de marzo est¨¢ en el 3,5%, frente al 7% habitual. Esa menor recaudaci¨®n se ha cubierto con transferencias de los Presupuestos Generales del Estado.

Los cargos, opina Labanda, ¡°deber¨ªan empezar a bajar en los pr¨®ximos a?os: los ingresos de las subastas de CO? no van a ir a menos, y eso va a dar mucho margen al sistema¡±. La reducci¨®n de los cargos y del impuesto de producci¨®n, zanja por tel¨¦fono, cobra especial relevancia en un momento como el actual, en el que el necesario refuerzo de la red de transporte y distribuci¨®n de electricidad ¡°va a requerir un aumento de los peajes¡±, que tambi¨¦n se cargan en el recibo de la luz. ¡°Si queremos acelerar la electrificaci¨®n, hacen falta se?ales de precio¡±. El debate est¨¢ servido.

Casi 2.400 millones a repagar este a?o

Este a?o, en el que Competencia estima que devolver¨¢ 2.371 millones de euros (algo menos que en 2023), el coste medio de financiaci¨®n subir¨¢ en alrededor de 40 puntos b¨¢sicos, hasta el 2,44%. Una cifra, no obstante, m¨¢s que razonable dado el actual entorno de tipos de inter¨¦s, pero que crecer¨¢ en los pr¨®ximos a?os: en 2026 superar¨¢ el 6% y en 2027, ya con el capital a devolver claramente por debajo de los 1.000 millones, rozar¨¢ el 7%.

El grueso del pasivo (el 83,5%) est¨¢ en manos de quienes compraron los bonos emitidos del Fondo de Titulizaci¨®n del D¨¦ficit del Sistema El¨¦ctrico (FADE), creado en 2010 y avalado por el Estado. El resto est¨¢ en manos de la banca (12,7%), el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (2,4%) y, marginalmente (1,4%), de veh¨ªculos de titulizaci¨®n extranjeros.

La devoluci¨®n de la deuda asumida por el sistema ¡ªen la pr¨¢ctica, todos los consumidores de luz: familias y empresas¡ª no es el ¨²nico destino de los super¨¢vits que se cosechan a?o s¨ª a?o tambi¨¦n: la ley obliga a destinar una parte de este dinero a abonar las primas a las renovables antiguas (que, a diferencia de las actuales, necesitaban de la muleta p¨²blica para echar a andar) o a pagar a las el¨¦ctricas lo abonado para sufragar el bono social, tras varias sentencias anulatorias del Tribunal Supremo.

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