Errores nada neutrales
Lo extra?o es la cuasi unanimidad del sesgo pesimista frente a las previsiones del Gobierno
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Los errores en las previsiones econ¨®micas no son neutros, y a veces son fatales. No son neutros porque tanto demasiado optimismo como pesimismo tienen efectos opuestos entre s¨ª. Los escenarios esperados contribuyen a formar las expectativas de los agentes econ¨®micos ¡ªlos ¡°animal spirits¡± de Keynes, todos nosotros¡ª y estas a plasmarse en comportamientos que modulan las secuencias esperadas.
Cuando la entidad u organismo que emite proyecciones muy pesimistas desempe?a un papel regulatorio o de control, el caso tiene m¨¢s aristas. As¨ª ocurre si es la Comisi¨®n Europea: sus estimaciones son gu¨ªa para las recomendaciones a los Gobiernos. O si es una Autoridad Fiscal nacional, porque sus informes preceptivos sobre los planes de estabilidad dom¨¦sticos, previos a los dict¨¢menes de Bruselas: la actual Airef espa?ola ha destacado por su sesgo negativo. Con yerros graves como el de su presidenta, Cristina Herrero, cuando augur¨® el 21 de septiembre una ¡°desaceleraci¨®n de la actividad econ¨®mica¡± de ¡°mayor intensidad¡± en el ¨²ltimo trimestre que la que previ¨® antes: con tal fortuna que el PIB creci¨® al 0,6%, un tercio m¨¢s que el 0,4% del tercer trimestre. Sin explicaciones.
Es normal que haya desviaciones de las previsiones, ha recordado un respetado experto en coyuntura, Manuel Alejandro (Cinco D¨ªas, 27 de diciembre de 2023): era dif¨ªcil prever la fuerza del mercado laboral o de la mano de obra inmigrada. Pero lo extra?o es la cuasi unanimidad del error pesimista frente a las previsiones del Gobierno. Algunos la atribuyen a un ¡°sesgo cenizo¡±, no de los economistas de los servicios de estudios de las entidades financieras, sino por la influencia ambiental de sus c¨²pulas corporativas.
Otros se curan en salud del sesgo hist¨®rico optimista: el simb¨®lico bochorno sufrido el 5 de noviembre de 2008, cuando la reina Isabell II reproch¨® a Luis Garicano en la London School, tras sus largas explicaciones sobre el inicio de la Gran Recesi¨®n: ¡°Si hab¨ªa tanto peligro, ?por qu¨¦ no nos hab¨ªan avisado antes?¡±
En el Gobierno se argumenta que sus previsiones para 2023 se ajustaron a la realidad final (2,5% de alza en el PIB), porque a Mar¨ªa Jes¨²s Montero y a Nadia Calvi?o los datos de recaudaci¨®n y empleo que les iban llegando no eran coherentes con los de crecimiento. La correcci¨®n operada en el INE para 2022 aproxim¨® las cifras a la realidad, como en otros pa¨ªses vecinos (sobre todo, el Reino Unido), lo que fue aflorando en meses sucesivos. Pero quiz¨¢ ese ejercicio est¨¦ a¨²n incompleto, o haya componentes de los datos ponderados con insuficiente exactitud. ¡°Algo normal en momentos de cambio del modelo productivo, y en este caso, por la incorporaci¨®n de tecnolog¨ªa que no estaba prevista y empieza a ser fuertemente impulsada gracias a los fondos Next Generation¡±, se piensa en Hacienda. Eso no se refiere a las tradicionales industrias electrointensivas, sino a otras m¨¢s actuales.
Otro factor adicional ser¨ªa la protecci¨®n de rentas operada desde el Ejecutivo, que ha impulsado el consumo privado como factor clave del crecimiento, elemento que quiz¨¢ no haya sido incorporado al arsenal de muchos economistas.
Agoten o no estas hip¨®tesis las causas de los errores, pronto tendremos un nuevo campo de an¨¢lisis: 2024. Mientras alg¨²n organismo internacional como el FMI se apresur¨® el 30 de enero a bajar dos d¨¦cimas su proyecci¨®n del alza del PIB para este a?o, hasta el 1,5%; la OCDE los subi¨® el lunes una d¨¦cima, hasta el mismo 1,5%. Muy cerca del 1,6% del consenso de los analistas privados incluidos en el panel de Funcas, y siempre m¨¢s del doble que el crecimiento de la eurozona. Esta vez, la distancia entre esos augurios y el del Gobierno (2%) es menor: solo de medio punto, frente al enorme casi punto y medio de diferencia para el a?o pasado. Otro foco pr¨®ximo de an¨¢lisis ser¨¢ el cumplimento o incumplimiento de los objetivos de d¨¦ficit y deuda en 2023. Donde las discrepancias tambi¨¦n han sido notorias.
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