Qu¨¦ es lo que le pide el campo al Gobierno

En respuesta a las peticiones planteadas por el sector agrario comunitario y defendidas tambi¨¦n por Espa?a junto a otros pa¨ªses miembros en Bruselas, la Comisi¨®n ha dado un primer paso para simplificar y dar una mayor flexibilidad a las medidas sobre la condicionalidad reforzada ¡ªes decir, las obligaciones¡ª contempladas en algunas de las denominadas Buenas Pr¨¢cticas Medioambientales. En ellas se aborda la gesti¨®n de la labranza, la cobertura m¨ªnima de los suelos, las rotaciones de cultivos o la obligatoriedad de dejar una superficie abandonada en cada explotaci¨®n para actividades no productivas o de los ecorreg¨ªmenes.

Los cambios, que deben tener luz verde en el pr¨®ximo Consejo de Ministros de la Uni¨®n Europea para su posterior aplicaci¨®n en el Plan Estrat¨¦gico Nacional, han sido recibidos favorablemente por el conjunto de las organizaciones agrarias. Sin embargo, el sector echa en falta otras propuestas de cara a dar una respuesta a la situaci¨®n global de la actividad.

En el marco comunitario se reclaman adem¨¢s cambios en la directiva sobre emisiones, en la Ley de la Restauraci¨®n de la Naturaleza donde se anteponen las medidas medioambientales sobre el desarrollo de la actividad agraria. Est¨¢ pendiente una decisi¨®n sobre las nuevas exigencias del bienestar animal en las granjas ¡ªdonde ya se ha regulado el transporte¡ª, rechazado hasta ahora por la organizaci¨®n ganadera Asoprovac por carecer de una base cient¨ªfica. Adem¨¢s, falta una estrategia en el caso de las preferencias comunitarias y la llamada soberan¨ªa alimentaria, donde Espa?a fue protagonista con su iniciativa sobre la cl¨¢usula espejo para exigir a los productos importados las misma condiciones de producci¨®n que las vigentes en los pa¨ªses miembros.

En el marco nacional, las organizaciones agrarias Asaja, UPA, COAG y Uni¨®n de Uniones, decidida la voluntariedad del Cuaderno digital en 2024, mantienen sus reivindicaciones en la pol¨ªtica agraria que ya han sido debatidas parcialmente con Agricultura, pero sin acuerdos concretos. Son cuestiones que, en algunos casos, corresponden a varios departamentos del Gobierno, adem¨¢s del de Atocha, o se hallan compartidas con las comunidades aut¨®nomas.

En resumen, estos ser¨ªan algunos de los puntos m¨¢s importantes en las demandas de lo que podr¨ªa denominarse la Pol¨ªtica Agraria Nacional, PAN y donde no son dominantes las peticiones financieras.

• El sector agrario reclama una mayor eficiencia de la Agencia de Informaci¨®n y Control de la Ley de la Cadena a la que se ha a?adido la denominaci¨®n de estatal, norma pionera y dicen, ejemplo en la UE, para asegurar unos precios que cubran los costes si dispusiera de los medios suficientes para ejercer su actividad, desde estudios actualizados de costes a personal. El Observatorio de Precios cumple su papel para analizar los precios de venta de los productos agrarios, pero no llega lo mismo para analizar los costes. Por la desigualdad de poder en las relaciones entre un agricultor o ganadero teniendo en sus manos un producto perecedero frente a la industria y la distribuci¨®n, es fundamental un mayor desarrollo de las inspecciones de oficio. El mejor plan de choque para defender las rentas del sector agrario ser¨ªa una adecuada aplicaci¨®n de la ley.
• Con la actividad rentable como objetivo, para el sector es fundamental la informaci¨®n y el asesoramiento para la innovaci¨®n, laboreo, manejo, en tantos aspectos como semillas frente a los cambios de la climatolog¨ªa o para ajustar las producciones a la demanda y a los gustos de los mercados.
• La actual fiscalidad v¨ªa m¨®dulos no es lo m¨¢s negativo para los agricultores, si bien consideran que es necesario adaptar los l¨ªmites en el Sistemas de Estimaci¨®n Objetiva del IRPF hacia topes m¨¢s elevados, as¨ª como otras cuestiones como la devoluci¨®n en el Impuesto Especial de Hidrocarburos del gas¨®leo agr¨ªcola o un IVA para los medios de producci¨®n por debajo del 21%.
• En la pol¨ªtica de seguros, adem¨¢s de aumentar los fondos para el pago de las primas ¡ªeste a?o a 284 millones¡ª, se demandan otras medidas encaminadas a que sea una pol¨ªtica atractiva, no solo por las subvenciones, sino tambi¨¦n por el volumen y producto bajo cobertura que se ofrezca con los niveles de las franquicias.
• Al margen de las actuaciones que se reclaman a las autoridades comunitarias, en casa propia se ve fundamental aplicar en las fronteras esa cl¨¢usula espejo, aportaci¨®n de Planas a la pol¨ªtica agraria, para exigir simplemente las mismas condiciones a los productos importados que a los obtenidos en la propia UE. La norma no solo contempla el empleo de productos y residuos fito y zoosanitario y la calidad, sino tambi¨¦n la seguridad sanitaria, el tama?o del producto y, en el caso de la carne, normas sobre bienestar animal, sacrificios o el cumplimiento de las leyes laborales.
• Agricultura no ha dado pasos adelante en relaci¨®n con la tarifa el¨¦ctrica para los riegos a pesar de los mandatos del Parlamento a Transici¨®n sobre el doble t¨¦rmino de potencia y no pagar la misma cuota en periodos de riegos como en otros que no se utiliza. El poder de las el¨¦ctricas sigue en el Gobierno.
• El sector mantiene vivas sus demandas para que en materia laboral se tengan en cuenta las especiales condiciones de temporalidad que existen en una serie de tareas en el campo, muy diferentes a cualquier otra actividad no sometida a las condiciones climatol¨®gicas.
• La ganader¨ªa sigue pendiente de una respuesta desde todas las Administraciones para prevenir y atajar los problemas relacionados con la sanidad animal en coordinaci¨®n con las comunidades aut¨®nomas. El sector reclama un ajuste para frenar la expansi¨®n de enfermedades ligadas a las importaciones desde el norte de ?frica y a una fauna silvestre sin control por sus efectos, sobre todo, en las caba?as extensivas de ovino, caprino y vacuno con quienes comparten pastos en el territorio.
• De cara a la ganader¨ªa se reclaman m¨¢s apoyos a la caba?a de la ganader¨ªa extensiva y salidas a la vieja guerra sobre la situaci¨®n de expansi¨®n del hermano lobo desde las zonas m¨¢s tradiciones donde operaba, a otras m¨¢s del centro y sur de la pen¨ªnsula. Adem¨¢s de un mayor control, el sector reclama unas indemnizaciones ajustadas a sus efectos econ¨®micos sobre las explotaciones, sin contar el da?o moral causado a los ganaderos por las carnicer¨ªas que provoca en tenadas y corrales, invitando al abandono por falta de seguridad.
• La edad media avanzada de los agricultores y ganaderos ¡ªel 40% tienen m¨¢s de 65 a?os¡ª obliga a una pol¨ªtica de incentivos para el relevo generacional, no solo econ¨®micos con los fondos comunitarios de 220 millones para su equipamiento como profesionales, sino tambi¨¦n con otras v¨ªas como el arrendamiento para su acceso a la tierra. Los j¨®venes con menos de 25 a?os apenas si superan el 1%.
• Mayor apoyo a los profesionales para el funcionamiento de explotaciones viables como ejes de la actividad agraria frente al desembarco de grandes corporaciones y fondos de inversi¨®n en el campo.
• Proteger las tierras cultivables frente al acaparamiento de superficies y grandes infraestructuras de energ¨ªas renovables. Y una pol¨ªtica hidrol¨®gica encaminada al ahorro de agua en los regad¨ªos y contra las amenazas de la sequ¨ªa.
• En materia de representatividad, el mapa actual corresponde a elecciones parciales de hace una d¨¦cada. Hoy el mayor inter¨¦s para su clarificaci¨®n corresponde a Uni¨®n de Uniones, organizaciones escindidas de COAG, que, a pesar de su peso, no se halla en las mesas de Atocha junto a las otras siglas. En este punto el ministro de Agricultura, Luis Planas, no se moja.
• Como departamento ligado a los intereses de los agricultores y ganaderos, a Agricultura le corresponder¨ªa liderar una pol¨ªtica integral, un pacto con m¨¢s servicios para salvar el medio rural, junto con otros departamentos como Sanidad, Econom¨ªa, Hacienda, Vivienda, Educaci¨®n, Seguridad Social, Industria o Trabajo para favorecer la permanencia de la poblaci¨®n en el campo y evitar la salida masiva de j¨®venes.

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