El reparto del dinero del bienestar

En el reparto de las tareas corresponde a las comunidades aut¨®nomas la prestaci¨®n de importantes servicios del Estado de bienestar (sanidad, educaci¨®n, servicios sociales y vivienda). En cuatro d¨¦cadas el desarrollo constitucional ha sido extraordinario y se ha pasado de un Estado absolutamente centralista a un modelo federal en que los gobiernos regionales disponen del 24% de los ingresos, frente al 26% Estados Unidos y el 40% de Alemania. En lugar de financiaci¨®n auton¨®mica ser¨ªa mejor hablar de financiaci¨®n del Estado de bienestar.

La transformaci¨®n no ha sido un camino de rosas. Entre 1980 y 2009 se han acordado seis modelos de financiaci¨®n, pero desde 2014 no ha sido posible su renovaci¨®n, en manifiesto incumplimiento de la ley. La consecuencia ha sido una falta de recursos que es una de las causas del sobreendeudamiento de las autonom¨ªas.

Estas deficiencias financieras alimentaron buena parte de la ¡°desafecci¨®n¡± de Catalu?a, como en su d¨ªa se?al¨® el presidente Montilla. Bajo los Gobiernos del PP la crisis se agrav¨® con un fuerte aumento del independentismo y empeor¨® con el encarcelamiento y exilio de los dirigentes independentistas. El clima experiment¨® una mejora sustancial con los indultos, amnist¨ªas y di¨¢logo del Gobierno de coalici¨®n.

Es en este contexto que hay que situar la propuesta de Finan?ament singular planteada por la Generalitat de Catalunya, presidida por Pere Aragon¨¦s (Esquerra Republicana de Catalunya) que ha optado por dialogar y gobernar. La iniciativa se plantea en un momento de estancamiento del desarrollo auton¨®mico. La falta de renovaci¨®n ha supuesto 111.727 millones de euros menos para las autonom¨ªas entre 2012 y 2022.

La propuesta de la Generalitat catalana supone un cambio sustancial. Catalu?a recaudar¨¢ y legislar¨¢ sobre la totalidad de todos los impuestos y su vez realizar¨¢ una doble aportaci¨®n al Estado: una, para compensar los servicios que el Estado presta en Catalu?a y dos, mediante un fondo de reequilibrio territorial contribuir¨¢ a financiar los servicios de las comunidades con menos capacidad fiscal.

Lo novedoso no son las cifras sino los criterios: ¡°No tiene que comportar ning¨²n privilegio para Catalunya¡± y ser ¡°compatible con el Estatut, la Constituci¨®n Espa?ola y el derecho a la Uni¨®n Europea¡±. Los objetivos son ¡°aumentar la autonom¨ªa tributaria y la responsabilidad fiscal, la suficiencia financiera y la transparencia¡±. Destaca la defensa de los principios de lealtad y solidaridad, palabra que aparece 40 veces, y ¡°la prohibici¨®n de privilegios econ¨®micos y sociales y la garant¨ªa de la igualdad de derechos y deberes de todos los espa?oles¡±.

Hay que reconocer el esfuerzo, pero por coherencia la consejera de Econom¨ªa Natalia Mas deber¨ªa defender la propuesta en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera.

Mejor hablar de valores que de balanzas fiscales (cu¨¢nto aporta y cu¨¢nto recibe cada comunidad) que hay que desacralizar. Las diferencias entre los distintos c¨¢lculos de las balanzas son enormes y no sirven para aproximar posiciones. Con las cifras por delante no se hubiera construido nunca Europa. Es m¨¢s ¨²til estudiar las experiencias internacionales positivas y admitir que los buenos resultados no se consiguen en un acto sino tras sucesivos acuerdos.

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