Bruselas estrecha el cerco en las relaciones comerciales con China
La Comisi¨®n lanza por primera vez una investigaci¨®n sobre la contrataci¨®n p¨²blica del gigante asi¨¢tico, centrada en los productos sanitarios
La Comisi¨®n Europea ha dado otro paso en la b¨²squeda de ¡°reciprocidad¡± en las relaciones comerciales y econ¨®micas con China: ha abierto una investigaci¨®n sobre la compra por parte de productos sanitarios y los obst¨¢culos y barreras que pone a la adquisici¨®n de este tipo de mercanc¨ªas procedentes de proveedores europeos. Es la primera vez que Bruselas indaga en la contrataci¨®n p¨²blica del gigante chino, pero no el primer expediente que abre sobre su pol¨ªtica comercial y econ¨®mica en los ¨²ltimos meses. Desde septiembre, el Ejecutivo de la Uni¨®n ha anunciado investigaciones sobre los subsidios a los coches fabricados en China, los paneles solares, los aerogeneradores de electricidad o se ha forzado la retirada de un fabricante chino de trenes en un concurso p¨²blico en Bulgaria.
Si la Comisi¨®n ¡°ha puesto en marcha [la investigaci¨®n] en respuesta a las medidas y pr¨¢cticas del mercado chino de contrataci¨®n p¨²blica de productos sanitarios que discriminan injustamente a las empresas europeas¡±, esto ha sido posible porque la UE aprob¨® en 2022 una regulaci¨®n para exigir tratamiento rec¨ªproco a las compa?¨ªas de la UE en la contrataci¨®n p¨²blica de terceros pa¨ªses. Como ha sucedido en varias ocasiones durante esta legislatura, el objetivo principal detr¨¢s de este reglamento miraba a China. No se mencionaba en el texto legal, pero era evidente y con el gigante asi¨¢tico se ha estrenado.
¡°Las pruebas reunidas por la Comisi¨®n indican que el mercado chino de contrataci¨®n p¨²blica de productos sanitarios se ha ido cerrando gradualmente para las empresas europeas y extranjeras, as¨ª como para los productos fabricados en la UE. Esto se debe a las medidas introducidas por China que establecen diferencias injustas entre empresas locales y extranjeras, y entre productos sanitarios de producci¨®n local e importados¡±, justifica el comunicado emitido por el Ejecutivo comunitario este mi¨¦rcoles.
El objetivo principal de la investigaci¨®n no ser¨ªa tanto sancionar como buscar ¡°reciprocidad¡± en el tratamiento, de ah¨ª que en Bruselas todav¨ªa no se quiera hablar de qu¨¦ sanci¨®n podr¨ªa imponerse si no hay un acuerdo entre las autoridades de la Uni¨®n y China. No obstante, es evidente que si no hay acuerdo, podr¨ªan acabar imponi¨¦ndose las restricciones contempladas en la norma. Una vez abierto este expediente ahora hay un plazo de nueve meses para concluirlo, aunque puede alargarse otros cinco meses.
La iniciativa conocida este mi¨¦rcoles se inserta en el gran proceso de revisi¨®n de las relaciones comerciales de Europa con China. En la UE se ha llegado a la conclusi¨®n ¡ªm¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s de que China entrara en la OMC¡ª de que las relaciones entre ambas partes son desiguales y est¨¢n desequilibradas en favor del lado asi¨¢tico. Se ha tomado conciencia de la dependencia del gran gigante oriental en muchos sectores estrat¨¦gicos, algo que demostr¨® la pandemia y que ha continuado, ya que sin los productos chinos no se podr¨ªa cumplir con los objetivos de descarbonizaci¨®n marcados por la regulaci¨®n de la Uni¨®n.
Partiendo de este punto, comienza a desplegarse una estrategia que pasa por reducir las dependencias respecto de China, aunque sin prescindir de su suministro completamente, algo que es imposible si se quieren lograr las metas medioambientales y no disparar los precios. Se usa una frase en ingl¨¦s para resumir este plan: De-resking, no decoupling (algo que podr¨ªa traducirse como ¡°reducir riesgo, no desacoplarse¡±).
El desarrollo de esta estrategia pasa por construir cadenas de suministro de materias primas y equipos diversificados, no dependientes en exclusiva de China, y tambi¨¦n por acercarse tecnol¨®gicamente al gigante asi¨¢tico en sectores como las bater¨ªas el¨¦ctricas. Pero, adem¨¢s, tambi¨¦n se pretende construir unas relaciones comerciales m¨¢s justas en las que las empresas de ambas ¨¢reas tengan un tratamiento similar cuando quieran desplegarse en sendos mercados, como, por ejemplo, en la contrataci¨®n p¨²blica.
Para eso, para salir de esos a?os de inocencia, la UE ha desarrollado en los ¨²ltimos a?os varias regulaciones que le permiten poner en marcha investigaciones como la de la compra del material sanitario, cobrar tasas a partir de 2026 a los productos fabricados con menores exigencias medioambientales, prohibir la entrada en el mercado ¨²nico de mercanc¨ªas hechas con trabajo esclavo o vetar la llegada de bienes producidos a partir de ¨¢reas deforestadas. En la mayor¨ªa de estas regulaciones, la diana principal a la que apuntan sus art¨ªculos y disposiciones es China. Y eso resulta evidente ahora que empiezan a abrirse las investigaciones.
Esto ha llevado a las autoridades del pa¨ªs asi¨¢tico a quejarse por todos los pasos que se est¨¢n desplegando desde Bruselas. De hecho, la C¨¢mara de Comercio china en la UE se ha quejado recientemente de los registros sin avisar que se han llevado a cabo en empresas de su pa¨ªs este martes en Polonia y en los Pa¨ªses Bajos. Estos registros estar¨ªan vinculados a la investigaci¨®n sobre subvenciones recibidas las empresas. ¡°Instamos a la parte europea a no abusar de esta herramienta de investigaci¨®n, proteger eficazmente los derechos e intereses leg¨ªtimos de las empresas extranjeras en la UE y proporcionar un entorno empresarial verdaderamente justo y no discriminatorio para las empresas no pertenecientes a la UE¡±, ha se?alado el responsable de esta organizaci¨®n.
China, por el momento, apenas ha respondido a estas investigaciones de la UE. S¨ª que decret¨® el verano pasado restricciones en dos materias primas, Galio y Germanio, clave en la fabricaci¨®n de semiconductores. Pero esta r¨¦plica est¨¢ vinculada al veto a la exportaci¨®n de determinados chips muy avanzados que se fabrican en Pa¨ªses Bajos y no tanto a las investigaciones abiertas en Bruselas en los ¨²ltimos meses.
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