La UE avanza para blindarse contra el inversor chino en sectores estrat¨¦gicos
Bruselas investiga a empresas de Pek¨ªn sospechosas de dopaje con subvenciones estatales por sus efectos en el mercado ¨²nico europeo
La pandemia de covid, donde se vieron las enormes carencias productoras de Europa, y la guerra lanzada contra Ucrania por Rusia, a cuyo gas barato estaba enganchada, pusieron de relevancia las enormes dependencias de la Uni¨®n Europea de sus rivales geopol¨ªticos. Ha sido una llamada de alerta. Y mientras ese v¨ªnculo hacia Mosc¨² se ha visto enormemente debilitado por las sanciones impuestas al Kremlin, la UE est¨¢ afilando sus armas econ¨®micas y comerciales para enfrentarse a la pujanza econ¨®mica y tecnol¨®gica de China.
El club comunitario busca protegerse de la competencia desleal de compa?¨ªas y fabricantes chinos dopados por los subsidios estatales de Pek¨ªn, de los efectos de la sobreproducci¨®n del gigante asi¨¢tico y de la penetraci¨®n de China en algunos de sus sectores claves. La idea, adem¨¢s, es avanzar para construir una autonom¨ªa estrat¨¦gica; algo que implica que la UE debe no solo diversificar sus proveedores de bienes cruciales, sino tambi¨¦n producirlos.
De modo similar a Estados Unidos, que busca blindar sus cadenas de suministro de la influencia de Pek¨ªn, la UE, donde China es el principal proveedor de algunos elementos clave como tierras raras, plantea ¡°reducir el riesgo¡± de esa relaci¨®n comercial. Bruselas considera al gigante asi¨¢tico como un ¡°socio, competidor y rival sit¨¦mico¡± ¡ªcon el foco cada vez m¨¢s puesto en la ¨²ltima definici¨®n¡ª, y la apertura del mercado chino a las empresas europeas no es sim¨¦trica a la que la UE proporciona a los fabricantes chinos.
As¨ª, y en gran medida con China en mente, el Ejecutivo comunitario dise?¨® el a?o pasado una estrategia de seguridad econ¨®mica, que busca entre otras cosas el control de las inversiones extranjeras en la UE. Tambi¨¦n ha formulado reglamentos para controlar los subsidios a empresas extranjeras que puedan da?ar el mercado ¨²nico. Y ha introducido criterios de sostenibilidad y resiliencia en las subastas de renovables para favorecer la produccion local.
Alicia Garc¨ªa Herrero, economista jefa para Asia Pac¨ªfico de Natixis y una de las mayores expertas en las relaciones entre la UE y China, cree que Europa es plenamente consciente de que el mundo ha cambiado y de que las medidas comerciales tradicionales ¡ªcomo la reforma de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio¡ª no son suficientes frente a un escenario mucho m¨¢s proteccionista, empujado por China pero tambi¨¦n por la India. ¡°Europa debe no solo proteger sus mercados sino tambi¨¦n evitar problemas de seguridad nacional relacionados con la seguridad econ¨®mica¡±, se?ala por tel¨¦fono la economista. En Jap¨®n se cre¨® un ministerio para llevar temas de seguridad econ¨®mica hace casi un lustro y en Estados Unidos se le da gran prioridad al asunto, dentro del departamento de Seguridad Nacional. ¡°A Europa, que llega tarde, no le queda otra¡±, asevera Garc¨ªa Herrero.
A finales del a?o pasado, la Comisi¨®n Europea sacudi¨® el tablero geopol¨ªtico al anunciar una investigaci¨®n a compa?¨ªas chinas fabricantes de coches el¨¦ctricos por las supuestas ayudas p¨²blicas recibidas para facilitar su entrada en el mercado europeo. La mirada de Bruselas hacia las empresas chinas y los efectos del dopaje de las ayudas de Estado de Pek¨ªn (y otros actores) se ha estrechado, adem¨¢s, en las ¨²ltimas semanas, con los nuevos reglamentos destinados a evitar que las subvenciones extranjeras distorsionen el mercado ¨²nico y que permiten despojar a esas empresas activas en la UE de contratos si eso sucede.
A finales de febrero, la Comisi¨®n abri¨® una investigaci¨®n al fabricante de trenes chinos CRRC, que aspiraba a ganar una importante licitaci¨®n en Bulgaria. Su oferta era un 46,7% inferior al coste estimado por los ferrocarriles b¨²lgaros y estaba un 47,5% por debajo del precio ofrecido por el competidor m¨¢s cercano. Hace unos d¨ªas, a ra¨ªz de la investigaci¨®n, CRRC decidi¨® finalmente retirarse del concurso.
Esta semana, con la misma herramienta, la Comisi¨®n ha abierto dos investigaciones a dos empresas chinas por sus licitaciones para un parque fotovoltaico de Rumania que, adem¨¢s, estaba financiado parcialmente con fondos europeos.
El caso, como el de los trenes, combina el doping estatal con la entrada en sectores esenciales europeos. El de los paneles solares, se?ala el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, se ha vuelto ¡°estrat¨¦gicamente importante para Europa¡± y para la transici¨®n a una energ¨ªa m¨¢s limpia. Porque es ah¨ª, adem¨¢s, en sectores en los que esa transici¨®n verde en la que avanza Europa tiene un papel se?alado, en los que China tiene una gran pujanza y la UE una gran dependencia. ¡°Las dos nuevas investigaciones en profundidad sobre las subvenciones extranjeras en el sector de los paneles solares tienen como objetivo preservar la seguridad econ¨®mica y la competitividad de Europa, garantizando que as empresas de nuestro mercado ¨²nico sean realmente competitivas y jueguen equitativamente¡±, explica Breton.
Durante a?os Bruselas ha controlado a fondo las subvenciones otorgadas por los Estados miembros a sus empresas, pero no las que dan a sus compa?¨ªas los competidores extranjeros. Una brecha que la Comisi¨®n ha querido cerrar. Y todo ello en un escenario en el que la sobreproducci¨®n china tiene un gran protagonismo. La semana pasada, el presidente de la C¨¢mara de Comercio de la Uni¨®n Europea en China, Jens Eskelund, advirti¨® de que las tensiones entre Pek¨ªn y Bruselas aumentar¨¢n debido a la creciente capacidad de China para fabricar m¨¢s barato en industrias estrat¨¦gicas.
China y la UE comercializan bienes por valor de 2.300 millones de euros al d¨ªa. Y aunque el desequilibrio se ha reducido (un 27% respeto a 2022 y la primera mejora desde 2017), el d¨¦ficit comercial de bienes del club comunitario con Pek¨ªn ascendi¨® en 2023 a 291.000 millones de euros, seg¨²n datos de Eurostat. Hay sectores claramente m¨¢s vulnerables. El 90% de las tierras raras, del galio y del magnesio que se demanda en la Uni¨®n Europea lo suministra China.
Arancha Gonz¨¢lez Laya, decana de la Paris School of International Affairs, Sciences Po, no ve las medidas europeas como un blindaje contra la pujanza china y la distorsi¨®n que las caracter¨ªsticas de su econom¨ªa pueden provocar en los mercados europeos. ¡°La Uni¨®n Europea es consciente, como lo es China, de la importancia de su relaci¨®n econ¨®mica bilateral¡±, remarca . ¡°La Uni¨®n es m¨¢s realista que EEUU porque no se ha planteado desacoplarse de la econom¨ªa china, que produce el 70% de los componentes industriales en el mundo. Eso ser¨ªa una quimera, pero lo que busca la UE es evitar dependencias excesivas¡±, se?ala Laya, que fue ministra de Exteriores espa?ola entre 2020 y 2021.
La UE no tiene, adem¨¢s, un enfoque unificado sobre las relaciones comerciales y econ¨®micas con China. Hay algunos Estados miembros m¨¢s cercanos a la l¨ªnea de Washington, como Lituania; otros que han implementado algunos controles como Pa¨ªses Bajos (a los chips), y otros, como Alemania, que defienden sus amplios v¨ªnculos comerciales con China, la segunda econom¨ªa m¨¢s grande del mundo.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.