Europa deja atr¨¢s la crisis energ¨¦tica
Dos a?os y medio despu¨¦s, el suministro europeo de gas y petr¨®leo est¨¢ hoy asegurado. Los precios tambi¨¦n han dejado atr¨¢s lo peor, pero seguir¨¢n por encima de lo habitual en los pr¨®ximos meses
Justo se empezaba a dar esquinazo a la pandemia cuando llegaron las primeras curvas de una nueva crisis que, como la sanitaria, pr¨¢cticamente nadie vio venir. El precio del gas natural y con ¨¦l, el de la electricidad, arroj¨® las primeras se?ales de alarma el verano de 2021, mucho antes de que los primeros cazas rusos empezasen a bombardear indiscriminadamente Ucrania. El cambio de ¨¦poca, sin embargo, lo puso Vlad¨ªmir Putin medio a?o despu¨¦s, con una reducci¨®n sustancial en los env¨ªos de gas a sus anta?o socios europeos que elev¨® el estallido de precios a otra dimensi¨®n: la mayor crisis energ¨¦tica desde que hay registros. El petr¨®leo se contagi¨®. La inflaci¨®n se desboc¨®, con reminiscencias ¡ªexageradas¡ª de los a?os setenta. Y los bancos centrales se vieron obligados a aplicar su analg¨¦sico m¨¢s potente: la subida de tipos de inter¨¦s m¨¢s abrupta en cuatro d¨¦cadas.
Todo eso est¨¢ a punto de pasar de los titulares de prensa a los libros de historia. El suministro de gas natural y de di¨¦sel ¡ªpor mucho, los eslabones m¨¢s cr¨ªticos¡ª parece garantizado. La bestia de los precios se ha domesticado. Y los popes de la pol¨ªtica monetaria emiten las primeras se?ales, todav¨ªa tentativas, de cambio de r¨¦gimen.
¡°La peor parte de la crisis energ¨¦tica en Europa ha quedado atr¨¢s¡±, sentencia Carlos Torres, vicepresidente y jefe de gas y electricidad de la consultora energ¨¦tica Rystad. ¡°La UE ha logrado convertir una parada card¨ªaca con riesgo vital ¡ªracionamiento, escasez de energ¨ªa para calefacciones y hundimiento industrial¡ª en un fuerte dolor de cabeza ¡ªprecios altos¡ª¡±, completa Henning Gloystein, jefe de energ¨ªa y clima de la tambi¨¦n consultora Euroasia.
¡°La crisis est¨¢ contenida. E incluso sabiendo que en cualquier momento puede llegar algo nuevo que cambie esta tranquilidad, la sensaci¨®n es que hemos aprendido a manejarla¡±, remata Ana Maria Jaller-Makarewicz, analista del Instituto de Econom¨ªa Energ¨¦tica y An¨¢lisis Financiero (IEEFA). ¡°Hemos dejado atr¨¢s lo m¨¢s dif¨ªcil. La guerra de Ucrania contin¨²a; tambi¨¦n la de Oriente Pr¨®ximo. Europa, sin embargo, ha aprendido a manejarse en este nuevo entorno¡±. Un nuevo paradigma marcado, en las ¨²ltimas semanas, por la escalada de ataques a buques occidentales de transporte en el mar Rojo, que amenaza con provocar un aumento ¡ªaunque contenido¡ª en el precio del gas y el petr¨®leo procedentes del golfo P¨¦rsico, pero tambi¨¦n de muchos productos manufacturados en China.
El gas natural, el principal detonante de todo lo sucedido en los dos ¨²ltimos a?os, sigue siendo el mejor term¨®metro de la tensi¨®n en los canales de aprovisionamiento energ¨¦ticos. Y es la mejor prueba de que se ha cruzado el Rubic¨®n. Por parad¨®jico que pueda parecer, el precio de este combustible es hoy ¡ªen invierno, cuando el consumo de gas se dispara por las calefacciones¡ª m¨¢s bajo que en verano. Flirtea, de hecho, con sus m¨ªnimos en dos a?os, antes incluso de la invasi¨®n de Ucrania: los poco m¨¢s de 30 euros por megavatio hora (MWh) de hoy son diez menos que los m¨¢s de 300 euros alcanzados en agosto de 2022, el peor momento de la crisis.
Entremedias, una larga ristra de factores que, juntos, han permitido al bloque sacar adelante la bola de partido energ¨¦tica m¨¢s complicada a la que se han enfrentado nunca. Una in¨¦dita ca¨ªda de la demanda: dom¨¦stica, para generaci¨®n de electricidad y, sobre todo, industrial. Un esfuerzo, tambi¨¦n sin parang¨®n, para levantar infraestructuras ¡ªsobre todo en Alemania, en Pa¨ªses Bajos y en Italia...¡ª de recepci¨®n y procesamiento del gas que llega por barco desde medio mundo, y as¨ª poder reemplazar el que suministraba Mosc¨². Y un esfuerzo denodado para traer este gas licuado (el que viaja por barco, conocido como GNL en la jerga energ¨¦tica) desde pr¨¢cticamente todos los rincones del mundo: de Estados Unidos a Australia; de Australia a Trinidad y Tobago; de Om¨¢n a Malasia.
¡°Esta fase de la crisis, latente, con volatilidad y precios de la energ¨ªa a¨²n por encima de los de antes de 2021 continuar¨¢ un par de a?os m¨¢s, me temo¡±, matiza Lion Hirth, profesor de pol¨ªtica energ¨¦tica en la Hertie School berlinesa. Aun as¨ª, se muestra ¡°bastante relajado, tanto en t¨¦rminos de seguridad de suministro como en t¨¦rminos de subidas de precios¡±. Dejando, claro, a un lado, escenarios de cola como en su d¨ªa fue la invasi¨®n rusa de Ucrania: ¡°Las contingencias son siempre posibles: un gran accidente, un ataque f¨ªsico o cibern¨¦tico...¡±. Incluso ahora, con media Europa sometida a una poderosa ola de fr¨ªo, la mayor prueba de fuego meteorol¨®gica en bastante tiempo, la reacci¨®n de los mercados est¨¢ siendo bastante tibia.
Lo que manten¨ªa la tensi¨®n de precios en el mercado del gas era la expectativa de un invierno fr¨ªo, seg¨²n el economista jefe de Repsol, Pedro Antonio Merino. ¡°Pero ese riesgo no se ha materializado¡±. Agrega, adem¨¢s, un factor coyuntural que ha rebajado m¨¢s si cabe la tensi¨®n: el impacto de la sequ¨ªa sobre la circulaci¨®n en el canal de Panam¨¢, por el que pasan buena parte de los metaneros estadounidenses rumbo a Asia ¡ªdonde est¨¢n los tres mayores compradores de GNL del mundo: Jap¨®n, Corea del Sur y China¡ª, est¨¢ llevando a muchos exportadores a dirigir su gas a Europa. Un movimiento que tambi¨¦n est¨¢ presionando a la baja los precios en el Viejo Continente.
A falta de los meses m¨¢s fr¨ªos del invierno, en los que ¡°a¨²n hay riesgo de ver un incremento en precios tanto de electricidad como de gas¡±, seg¨²n Torres, los almacenes europeos de gas rozan hoy el 90% ¡ªy los espa?oles, cerca del 100%¡ª y constituyen un importante elemento de ¡°seguridad de suministro para el primer trimestre de 2024¡å y, a la vez, un limitante del potencial incremento de precios. ¡°Definitivamente, no se llegar¨¢ a los niveles alcanzados durante el invierno de 2022¡å, sentencia el especialista de Rystad. Alude, sobre todo, al ¡°significativo¡± despliegue de la e¨®lica y la solar, que ha contribuido a reducir el uso de gas para generar electricidad y que tambi¨¦n ha puesto su granito de arena para reducir los precios.
Tampoco hay comparaci¨®n, ni remota, en el mercado el¨¦ctrico. Los m¨¢s de 240 euros por megavatio hora (MWh) de media en Europa en diciembre del a?o pasado nada tienen que ver con los alrededor de 100 del mes reci¨¦n terminado. Cifras, en ambos casos, mayores que antes de que llegasen las primeras curvas, pero incomparables con los momentos m¨¢s tensos. Entonces, a las dudas sobre el suministro de gas ruso ¡ªy su sustituci¨®n por el que llega por barco desde otros destinos, que pareci¨® poco menos que una quimera durante meses, pero que ha acabado siendo una realidad tangible¡ª se sumaron un hist¨®rico par¨®n en la nuclear francesa, que dej¨® fuera de juego a casi la mitad de su poderos¨ªsimo parque at¨®mico y una sequ¨ªa que redujo considerablemente la aportaci¨®n de la hidroel¨¦ctrica. Dos factores que pr¨¢cticamente han desaparecido del mapa.
El petr¨®leo tambi¨¦n ha ayudado lo suyo. El brent, el barril de referencia en el Viejo Continente, sum¨® en el tramo final de 2023 su mayor racha de ca¨ªdas semanales en un lustro, aligerando la presi¨®n sobre el bolsillo de empresas y hogares. Y aliviando, tambi¨¦n, el cuello de botella sobre el di¨¦sel, que a principios de 2023 al jefe de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) le parec¨ªa incluso m¨¢s preocupante que el sacrosanto gas natural. Unas dudas a cuya desaparici¨®n tambi¨¦n han contribuido las temperaturas ¡ª¡°depende mucho del fr¨ªo; si sigue siendo invierno normal, no habr¨¢ problemas¡±, zanja Merino¡ª y del cartel de productores de la OPEP+, que volver¨¢n a verse las caras a principios de febrero. Hasta entonces, calma chicha.
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