La ca¨ªda de la demanda marca la nueva campa?a vitivin¨ªcola

El descenso de las exportaciones y la disminuci¨®n del consumo interior marcan la nueva campa?a vitivin¨ªcola, tanto en Espa?a como en el resto de los principales pa¨ªses productores de la Uni¨®n Europea. El sector, ante este contexto, pide m¨¢s promoci¨®n del consumo, ajustes en la producci¨®n y cambios en la oferta para sortear una situaci¨®n que puede afectar directamente a los precios de la uva en la nueva campa?a si no se cumple la Ley de la Cadena Alimentaria, que establece que los precios cubran los costes de producci¨®n. En la Comunidad Valenciana, Administraci¨®n y sector ya negocian ayudas directas para asegurar la rentabilidad de la actividad de los viticultores.

Esta situaci¨®n se produce despu¨¦s de que la anterior campa?a se quedara muy corta, con solo 32 millones de hectolitros, seg¨²n los datos del Ministerio de Agricultura. Se trata de un descenso del 21% respecto a la anterior, porcentaje superior al 15% que estimaba el departamento que encabeza Luis Planas. Adem¨¢s, est¨¢ un 25% por debajo de la media de las cinco ¨²ltimas campa?as. Un descenso que Agricultura, que no ha hecho a¨²n su previsi¨®n para la pr¨®xima, explica por la larga segu¨ªa.

Al inicio de la vendimia, las Cooperativas Agroalimentarias preve¨ªan una cosecha algo mayor, de unos 39,7 millones de hectolitros, con un incremento en todas las comunidades aut¨®nomas, sobre todo en Castilla-La Mancha, donde se estimaba un aumento de m¨¢s del 30% con respecto a la campa?a precedente. Las existencias, a pesar de la ca¨ªda en la producci¨®n el a?o pasado, est¨¢n por encima de los 37 millones de hectolitros, superiores a las que exist¨ªan hace un a?o, lo que refleja el estancamiento de la demanda, tanto interior como exterior.

En el caso de las exportaciones, las ventas de vinos y mostos se han ido reduciendo en los ¨²ltimos a?os, pasando de unos 23 millones de hectolitros de media a 20 millones. Hasta mayo, cuando se cumplieron los 10 primeros meses de la campa?a 2023-2024, las ventas al exterior rozaban los 17 millones de hectolitros, un 1,1% menos. Solo en ese mes, la ca¨ªda en volumen fue del 12%, seg¨²n los datos de la interprofesional OIVE.

En el mercado interior, la demanda ya se sit¨²a ligeramente por debajo de los 10 millones de hectolitros, frente a los 11 millones de 2020, aunque se ha registrado una leve recuperaci¨®n si se compara con los menos de nueve millones de hectolitros de 2021.

Espa?a, a pesar de ser uno de los principales productores comunitarios de vino, tiene una demanda por persona inferior a la de otros mercados, de solo 26 litros, frente a los 50 de Portugal y los 47 de Italia o de Francia, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional de la Vi?a y el Vino. El sector achaca este dato a las campa?as en contra del consumo de vino y a los precios elevados del producto en la restauraci¨®n. Este comportamiento de la demanda coincide adem¨¢s con una reducci¨®n de la superficie de cultivo desde 1,1 millones de hect¨¢reas a unas 950.000, aunque es cierto que se ha registrado un incremento de los rendimientos, especialmente donde no hay limitaciones sobre los mismos, es decir, fuera de las Denominaciones de Origen.

Plan de choque

Las organizaciones agrarias Asaja, UPA y Coag han planteado a la Administraci¨®n la necesidad de incluir nuevas medidas en el Plan de Intervenci¨®n sectorial del Vino, que tiene un presupuesto anual de 200 millones para diferentes acciones. Por ejemplo, inversiones en las explotaciones para aumentar su competitividad, a trav¨¦s de mejoras en la gesti¨®n del agua, la digitalizaci¨®n, la conservaci¨®n de los suelos o el establecimiento de ayudas para el cumplimiento de las reglas de la Ley de la Cadena Alimentaria.

En la misma direcci¨®n, el pasado mes de junio, el sector del vino de Italia, Francia y Espa?a reclamaba un plan de choque para garantizar la sostenibilidad futura de la actividad, exigiendo diferentes medidas, desde m¨¢s fondos para sostener su viabilidad a nuevas herramientas para lidiar con la inestabilidad de los mercados, apoyos a la promoci¨®n y herramientas ante los desaf¨ªos que supone el cambio clim¨¢tico.

El sector, adem¨¢s de acciones para fomentar las ventas, tambi¨¦n se plantea medidas de reestructuraci¨®n y reconversi¨®n, con inversiones en los vi?edos para adaptar las producciones y los sistemas de elaboraci¨®n a las nuevas demandas de los consumidores. Eso es, por ejemplo, m¨¢s vinos blancos, menos tintos de alta graduaci¨®n y m¨¢s j¨®venes. Asimismo, aboga por un cumplimiento m¨¢s estricto de los rendimientos m¨¢ximos en las denominaciones de origen, evitar sobreproducciones con rendimientos de 18.000 y 20.000 kilos por hect¨¢rea para tintos y blancos, limitar el grado alcoh¨®lico, los porcentajes de rendimientos en bodega, las medidas sobre destilaci¨®n o la cosecha en verde.

En conjunto, acciones para ajustar la potencialidad del sector y su oferta, las demandas de los mercados, con la promoci¨®n como otro de los ejes.

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