Por qu¨¦ las bajas flexibles que propone el Gobierno s¨ª protegen la salud de los trabajadores
Facilitar un retorno m¨¢s temprano al trabajo, en condiciones de seguridad, puede ser beneficioso para el bienestar de los asalariados
El pasado jueves, la ministra de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, anunci¨® la propuesta de una baja laboral ¡°flexible¡±, que permita a los trabajadores reincorporarse al trabajo de forma progresiva mientras se recuperan de su enfermedad o accidente. Se trata de una posibilidad que ya existe en otros pa¨ªses europeos, como Suecia, Noruega, Finlandia, Alemania, Pa¨ªses Bajos o Reino Unido y a la que el Comit¨¦ de empleo y asuntos sociales del Parlamento Europeo se mostr¨® favorable en 2018. Aqu¨ª la propuesta ha sido recibida con muchas reticencias, que son m¨¢s que comprensibles, atendiendo a la sensibilidad de un tema que afecta directamente a la salud de los trabajadores. Sin embargo, existen argumentos t¨¦cnicos que sugieren que intentar facilitar un retorno m¨¢s temprano al trabajo, en condiciones de seguridad, puede ser beneficioso para el bienestar de dichos trabajadores.
Ya hay m¨²ltiples estudios cient¨ªficos que demuestran que alargar la inactividad laboral no solo no es siempre necesario, sino que puede resultar perjudicial. Muchas enfermedades o lesiones se inician con una fase aguda, que es del todo incapacitante, pero despu¨¦s se estabilizan en un periodo duradero de recuperaci¨®n progresiva, en el que los s¨ªntomas se moderan y la persona va recobrando poco a poco las facultades que requiere para desenvolverse en su vida diaria. Es en este punto donde merece la pena realizar un esfuerzo desde el ¨¢mbito laboral para procurar que las condiciones de trabajo sean compatibles con el estado de salud del trabajador mientras termina de curarse. De lo contrario, se ha comprobado que, cuanto m¨¢s permanece un trabajador de baja, m¨¢s complicado le es poder volver a su puesto habitual, porque la inadaptaci¨®n laboral aumenta con el paso del tiempo.
Por ejemplo, las enfermedades musculoesquel¨¦ticas, como la lumbalgia o la cervicalgia, son la primera causa de baja en nuestro pa¨ªs. Pues bien, para su tratamiento m¨¦dico, las ¨²ltimas recomendaciones cient¨ªficas se?alan que, al contrario de lo que se cre¨ªa tradicionalmente, conviene evitar el reposo excesivo y mantenerse activo. Por ello, ya se ha comprobado que adaptar las funciones del trabajador para facilitar que pueda reincorporarse al trabajo propicia su mejor¨ªa cl¨ªnica y previene reca¨ªdas posteriores. Por este mismo motivo, en los a?os ochenta se pod¨ªa despedir a los trabajadores que practicaban cualquier deporte estando en incapacidad temporal, mientras que ahora ya no se sanciona que se ejerciten. Solo se les puede despedir si la pr¨¢ctica concreta que realizan demuestra que est¨¢n fingiendo su enfermedad.
Ocurre algo similar con los trabajadores afectados por ciertas enfermedades mentales, que son la segunda causa de baja en Espa?a. Al respecto, se ha comprobado que los periodos largos de inactividad perjudican la autoestima en cuanto a la percepci¨®n de la propia capacidad, derivan en aislamiento social y alimentan conductas de retraimiento y desesperanza que pueden incluso agravar la causa m¨¦dica de la baja. Por tanto, acompa?ar el tratamiento psicol¨®gico con una exposici¨®n paulatina y controlada al trabajo resulta una medida adecuada que puede favorecer la recuperaci¨®n. Cuando esta posibilidad no existe, la preocupaci¨®n por tener que enfrentarse de golpe a todas sus responsabilidades tras el alta m¨¦dica puede generar una presi¨®n mental todav¨ªa mayor para el trabajador.
La tercera gran causa de las incapacidades temporales en nuestro pa¨ªs es el c¨¢ncer. Los trabajadores con esta enfermedad tambi¨¦n tienen muchas dificultades para regresar al trabajo cuando su condici¨®n se estabiliza. Es m¨¢s, corren un grave riesgo de quedar apartados de la vida laboral, porque pueden sufrir secuelas como el dolor o la fatiga cr¨®nica. Aun as¨ª, las asociaciones de pacientes reivindican que facilitar la reintegraci¨®n laboral de los trabajadores que querr¨ªan trabajar es fundamental para que puedan volver a disfrutar de una calidad de vida similar a la que ten¨ªan antes de la enfermedad. Este regreso al trabajo tiene muchos visos de fracasar si se les obliga a retomar todas sus funciones con la misma intensidad que se les exig¨ªa antes de enfermar, pero es viable si se produce de forma gradual y con el apoyo laboral necesario.
En definitiva, entender que el d¨ªa antes del alta m¨¦dica el trabajador est¨¢ totalmente enfermo y que al d¨ªa siguiente est¨¢ totalmente recuperado es una ficci¨®n jur¨ªdica que no se ajusta a la realidad. Esta circunstancia puede darse en casos de patolog¨ªas breves como una gripe o una gastrointeritis. Pero la mayor¨ªa de las enfermedades que se alargan se quedan en un punto intermedio entre el malestar y el bienestar absoluto. El inconveniente es que nuestra legislaci¨®n no admite grises ni matices porque entiende la salud como si fuera una variable binaria cuando no lo es. O baja m¨¦dica o alta y a trabajar, sin medias tintas.
En cambio, como se ha querido mostrar aqu¨ª, en la pr¨¢ctica el problema es m¨¢s complejo, lo que indica que tambi¨¦n podr¨ªan buscarse soluciones m¨¢s razonables y proporcionadas que el todo o la nada. Para ello habr¨ªa que contar, por supuesto, con todas las garant¨ªas: una supervisi¨®n m¨¦dica adecuada y especializada, una buena predisposici¨®n por parte del trabajador y de la empresa, el apoyo t¨¦cnico y econ¨®mico para realizar las adaptaciones que hagan falta o un cuidado extremo de todas las medidas de prevenci¨®n de riesgos laborales. No son condiciones f¨¢ciles de cumplir y por ende la reforma que har¨ªa falta para poder aplicar las bajas flexibles no ser¨ªa sencilla. Pero no parece sensato afirmar, de entrada, que la idea tiene que ser autom¨¢ticamente descartada porque deja desprotegida la salud de los trabajadores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.