Aranceles al coche el¨¦ctrico chino: primer cap¨ªtulo del desaf¨ªo europeo al dopaje de Pek¨ªn a su industria
Bruselas est¨¢ preocupada por la competencia desleal de China y por su exceso de producci¨®n, ayudada de subvenciones, y su f¨®rmula de canalizarla hacia el exterior
La disputa comercial entre la Uni¨®n Europea y China se calienta. El viernes, los Estados miembros dieron a la Comisi¨®n Europea luz verde para imponer una subida de aranceles de hasta un 45% a las importaciones de veh¨ªculos el¨¦ctricos chinos, tras una amplia investigaci¨®n de Bruselas que muestra que Pek¨ªn inyecta a su industria automovil¨ªstica ayudas estatales y desgravaciones fiscales que le dan una ventaja competitiva. El Ejecutivo comunitario sigue negociando ese porcentaje de aranceles con Pek¨ªn y con los fabricantes. Sin embargo, la disputa por los coches el¨¦ctricos, una de las industrias chinas m¨¢s dopadas, no es una cuesti¨®n puntual, sino solo el primer cap¨ªtulo de un desaf¨ªo m¨¢s amplio, el de c¨®mo abordar el apoyo estatal a la industria de una China cada vez m¨¢s asertiva que est¨¢ causando distorsiones en todo el mundo.
Para la Uni¨®n, el ¨²ltimo gran mercado global que permanece abierto al gigante asi¨¢tico y que es enormemente dependiente de algunas de las materias primas esenciales que fabrica, se trata de una cuesti¨®n de seguridad econ¨®mica y autonom¨ªa estrat¨¦gica, advierten los expertos. Tambi¨¦n del futuro de su industria y su competitividad. Los cr¨ªticos y temerosos de la medida arancelaria, sin embargo, temen una guerra comercial abierta a la que suceda una nueva presi¨®n de los precios que se note en el bolsillo de los consumidores, y creen que Bruselas se est¨¢ acercando demasiado a las posturas de Estados Unidos.
Con el aumento de los aranceles, la UE ¡ªque ya alumbr¨® una t¨ªmida estrategia de seguridad econ¨®mica dirigida sobre todo a China y a diversificar sus proveedores¡ª toma una decisi¨®n poderosa. Aunque lo hace sin consenso: su socio m¨¢s grande, Alemania ¡ªcon grandes intereses en China y una industria automovil¨ªstica para la que el gigante asi¨¢tico es un gran mercado¡ª vot¨® en contra como se?al hacia Pek¨ªn. Otros, como Espa?a, se abstuvieron. Tras el color del voto est¨¢ el temor al gigante asi¨¢tico, que ya ha emprendido represalias contra algunos Estados miembros a trav¨¦s de productos como el Brandy, algunos l¨¢cteos o la carne de cerdo, y amenaza con m¨¢s (tambi¨¦n hacia los fabricantes).
En Bruselas hay cautela hacia esa respuesta de Pek¨ªn y no se descartan medidas de apoyo puntuales con dinero europeo a los sectores afectados, como el de la agricultura. Para el Ejecutivo comunitario, a pesar de la falta de consenso entre los socios, la respuesta unida frente a las represalias y presiones de Pek¨ªn es esencial, y consideran que han recibido la se?al clara de seguir adelante. Hay que tener en cuenta, adem¨¢s, que para China la Uni¨®n Europea es un gran mercado.
La dependencia es sobre todo europea, pero no del todo unidireccional. China es el segundo socio comercial de la Uni¨®n en materia de bienes, tras Estados Unidos, con un comercio bilateral que alcanz¨® los 739 000 millones de euros en 2023 (14% menos que en 2022), aunque la balanza comercial entre la UE y China ha sido persistentemente favorable al ¨²ltimo, muchas empresas europeas encuentran barreras para entrar en la econom¨ªa del gigante asi¨¢tico ¡ªde hecho hay varias investigaciones en marcha por trato desigual¡ª.
El desaf¨ªo fundamental que Europa tiene con China va m¨¢s all¨¢ de un sector y es m¨¢s bien su clara orientaci¨®n macroecon¨®mica actual hacia el impulso de la producci¨®n manufacturera, explica por correo electr¨®nico Guntram Wolff, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Libre de Bruselas e investigador en el laboratorio de ideas Bruegel. Durante muchos a?os, la supresi¨®n de la demanda de consumo se destin¨® a la inversi¨®n en infraestructura china; ahora se destina a aumentar la producci¨®n industrial. Pero como toda esta producci¨®n no puede ser absorbida en China a nivel interno ¡ªya que los consumidores no tienen los recursos¡ª, el super¨¢vit comercial aumenta. ¡°Esto conducir¨¢ a m¨¢s tensiones entre Europa y China, pero tambi¨¦n cada vez m¨¢s entre las econom¨ªas emergentes y China¡±, dice el experto.
Pr¨¢cticas ¡°predatorias¡±
Al Ejecutivo comunitario, que investig¨® durante nueve meses la industria china de veh¨ªculos el¨¦ctricos para detectar esas ayudas contrarias a las normas de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) y pr¨¢cticas que la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, describi¨® como ¡°desleales¡± y ¡°predatorias¡±, le preocupa enormemente ese problema de sobrecapacidad de China, que abarca sectores como el del acero, algunos dispositivos sanitarios, los semiconductores o la industria de las renovables en energ¨ªa e¨®lica y placas solares, por ejemplo, seg¨²n varios estudios.
Aunque no todos los Estados miembro comparten la inquietud por la sobrecapacidad y la relaci¨®n con China sigue siendo un tema de tensi¨®n y divisivo en el club comunitario, Von der Leyen, ha sacado el tema en otros foros, como el del G7 ¡ªAlemania, Canad¨¢, Estados Unidos, Francia, Italia, Jap¨®n y Reino Unido; adem¨¢s de la UE como miembro de facto¡ª y ¨²ltimamente en el G20, con pa¨ªses como Brasil.
Para Von der Leyen, que ha hablado mucho de ¡°reequilibrar la relaci¨®n¡±, es un tema sustancial. Teme que ese empuje derive en una desindustrializaci¨®n de la Uni¨®n. El debate es cada vez mayor, y m¨¢s cuando las voces de que el club comunitario necesita un shock inversor y reformas para competir con China y Estados Unidos. El club comunitario se ha quedado atr¨¢s, advirti¨® el expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en su reciente informe sobre competitividad, y si no toma medidas empieza una ¡°larga agon¨ªa¡±.
En una carta abierta publicada esta semana en favor de los aranceles, un grupo de destacados economistas apuntan que la UE no es el ¨²nico mercado afectado por la presi¨®n sin precedentes procedentes de China. Brasil, Canad¨¢, Chile, Egipto, Jap¨®n, India y m¨¢s han adoptado o est¨¢n adoptando medidas sobre diversas importaciones procedentes el gigante asi¨¢tico.
Lo que suceda con los aranceles a los coches el¨¦ctricos y c¨®mo reaccionan los Estados miembros a las presiones de Pek¨ªn marcar¨¢ el inicio de la nueva Comisi¨®n Von der Leyen, apunta fuente diplom¨¢tica. La del autom¨®vil se trata de una industria paneuropea, pero es un sector en el que la UE tiene un ¡°gran problema¡±, remarca Wolff. Ha tardado en orientarse hacia la electrificaci¨®n de los autom¨®viles; en cambio, China ha aumentado los subsidios espec¨ªficos para el sector, al tiempo que impulsaba la competencia en el sector.
¡°El resultado es lo que predice la ciencia econ¨®mica: un crecimiento masivo de la productividad china y un aumento de la calidad y una disminuci¨®n de los precios. Si queremos que la industria automovil¨ªstica europea tenga una oportunidad, tenemos que establecer los aranceles y, al mismo tiempo, impulsar la competencia interna entre los productores aqu¨ª, incluidos los productores chinos que producen en Europa. Tenemos que acelerar el progreso tecnol¨®gico de los veh¨ªculos el¨¦ctricos en Europa¡±, asevera el experto.
Hasta ahora, el problema principal en la negociaci¨®n con China, y con los fabricantes de veh¨ªculos el¨¦ctricos ¡ªdesde Tesla a SAIC, cada uno con un grado de aranceles¡ª, ha sido que Pek¨ªn no reconoce los datos sobre subvenciones. En la sobrecapacidad, la esencia est¨¢ en que es algo tan estructural y sist¨¦mico de su econom¨ªa que no tiene f¨¢cil soluci¨®n. En Bruselas conf¨ªan en que la negociaci¨®n, sobre todo fabricante a fabricante m¨¢s que de forma horizontal, module los aranceles. Alg¨²n acuerdo ser¨ªa una buena se?al.
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