El gas mira m¨¢s all¨¢ de Oriente Pr¨®ximo y desliga sus pasos del petr¨®leo
El combustible rey en la industria y las calefacciones cotiza solo ligeramente por encima de nivel anterior a la irrupci¨®n de Ir¨¢n en el conflicto
Petr¨®leo y gas raramente toman caminos divergentes: sus cotizaciones suelen ir de la mano. Casi siempre, pero no siempre. Los ¨²ltimos d¨ªas son el vivo ejemplo de esa asincron¨ªa coyuntural: la reciente subida en el barril de brent apenas se ha trasladado ¡ªpara sorpresa de muchos¡ª a la principal referencia del mercado de gas natural en Europa, el TTF neerland¨¦s, que se ha visto mucho menos sacudido por los acontecimientos en Oriente Pr¨®ximo.
A las puertas de la temporada de fr¨ªo en el hemisferio norte, cuando el consumo de gas crece exponencialmente, y a pesar de la subida registrada este jueves, el precio del combustible rey en la industria y en las calefacciones del Viejo Continente cotiza pr¨¢cticamente al mismo nivel que a principios de la semana pasada. Como si Ir¨¢n ¡ªtercer productor mundial de gas y segundo por reservas¡ª no hubiese entrado de lleno en el conflicto. Como si el temor a un ataque de Israel sobre sus infraestructuras ¡ª¡°un riesgo significativo, aunque menos probable que un ataque sobre instalaciones militares¡±, en palabras de Fernando Ferreira, director de riesgo geopol¨ªtico de Rapidan Energy Group¡ª no fuese una opci¨®n real. Y como si el cierre del estrecho de Ormuz ¡ªun enclave fundamental para el tr¨¢nsito de hidrocarburos: por all¨ª pasa el 20% del gas natural licuado (GNL, el que viaja por barco) que se mueve cada d¨ªa en el mundo¡ª no hubiese dejado de ser una opci¨®n remota para convertirse en algo a¨²n lejano pero ya plausible.
¡°Los precios del gas respondieron inicialmente a la escalada de tensi¨®n en Oriente Pr¨®ximo, pero, a diferencia del petr¨®leo, se asentaron despu¨¦s¡±, constata por correo electr¨®nico Tom Marzec-Manser, jefe de an¨¢lisis del mercado gasista de la consultora brit¨¢nica ICIS. Sin embargo, recuerda, ¡°un aumento en la demanda egipcia, que depende en gran medida del gas israel¨ª, podr¨ªa reducir a su vez la disponibilidad en Europa. Adem¨¢s, una reducci¨®n de la producci¨®n iran¨ª impactar¨ªa en el suministro por gasoducto a Turqu¨ªa, lo que tambi¨¦n tensar¨ªa el mercado continental de GNL¡±. Le tranquiliza, con todo, la reciente reuni¨®n entre las autoridades iran¨ªes y catar¨ªes para tratar de garantizar el normal flujo de las exportaciones de gas del emirato al margen de lo que ocurra en la arena geopol¨ªtica.
Prima de riesgo
Hay algunas explicaciones posibles a que el gas, un activo habitualmente m¨¢s nervioso y vol¨¢til que el crudo, no haya seguido a pies juntillas los pasos de su hermano mayor. La primera y quiz¨¢ m¨¢s importante es que mientras el precio del petr¨®leo languidec¨ªa en verano, el del metano se manten¨ªa vigoroso. Sin apenas responder, por ejemplo, al lleno total de los dep¨®sitos subterr¨¢neos de los Veintisiete (al 95% hoy) o a la a¨²n d¨¦bil demanda europea. E interiorizando, en cambio, los modelos meteorol¨®gicos que atisban un invierno m¨¢s fr¨ªo que los ¨²ltimos por el fen¨®meno de La Ni?a.
Ese punto de partida m¨¢s alto en el precio del gas incorporaba, de por s¨ª, una mayor prima de riesgo por la geopol¨ªtica. Tanto por Rusia y Ucrania, como ¡ªen menor medida¡ª por Israel, Gaza, L¨ªbano y, ahora, tambi¨¦n Ir¨¢n. As¨ª lo cree Pedro Cantuel, analista energ¨¦tico del grupo Ignis, que ve la reciente convulsi¨®n en Oriente Pr¨®ximo ¡°interiorizada¡± en el mercado gasista. ¡°Los fundamentales siguen siendo robustos, y ya es conocida la fuerte exposici¨®n especulativa en el mercado europeo... Eso, unido a la inestabilidad en zonas que afectan a rutas de GNL, mantiene los precios elevados; en mi opini¨®n, demasiado¡±, sintetiza. ¡°Otra cosa¡±, matiza, ¡°ser¨ªa que escalase a¨²n m¨¢s el conflicto en Oriente Pr¨®ximo¡±.
A diferencia del petr¨®leo, donde la mayor¨ªa de proyecciones apuntan a un claro estancamiento de la demanda en los pr¨®ximos a?os ¡ªcon la UE y China habiendo dejado ya atr¨¢s su pico m¨¢ximo de consumo¡ª, en el caso del gas natural la mayor¨ªa de proyecciones apuntan a¨²n a una d¨¦cada larga de crecimiento a escala mundial. De ah¨ª, tambi¨¦n, que el aterrizaje previsto de los precios vaya a llegar algo m¨¢s tarde.
Sin impacto sobre el precio de la luz
La situaci¨®n actual poco tiene que ver con la inmediatamente posterior la invasi¨®n rusa de Ucrania. No solo por la dimensi¨®n de la crisis de precios ¡ªa¨²n muy incipiente hoy; la mayor de la historia del Viejo Continente hace un par de a?os¡ª, sino porque ahora el epicentro del terremoto est¨¢ claramente situado en el crudo y no en el gas. ¡°El mayor riesgo actual en el mercado de gasista, de hecho, es un invierno fr¨ªo en Europa¡±, aquilata Marzec-Manser.
Ese cambio de tornas tambi¨¦n tiene impacto sectorial: la escalada del petr¨®leo afecta, sobre todo, al transporte; la del gas, en cambio, se ceba tanto con la industria como con los consumidores minoristas. As¨ª ocurri¨® en el aciago 2022, en el que estos vieron disparado tanto el coste de calefactar sus hogares como el de su factura de la luz.
Lejos de subir, el precio mayorista de la electricidad es hoy incluso menor que hace un par de semanas. No solo porque el gas no ha seguido los pasos del crudo, sino por la mayor aportaci¨®n de las renovables gracias al viento (que activa los aerogeneradores) y la lluvia (que eleva la generaci¨®n de los saltos de agua) en buena parte del continente europeo. Un colch¨®n importante, que tambi¨¦n limita los canales de contagio sobre familias y pymes.
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