El mapa de la pobreza laboral en Espa?a: Andaluc¨ªa triplica a Navarra
La poblaci¨®n que es pobre a pesar de tener un trabajo alcanza casi el 20% en las comunidades del sur y del Levante. La generaci¨®n de los ¡®baby boomers¡¯, las mujeres y los migrantes, son los colectivos m¨¢s afectados
En Espa?a, el trabajo nunca ha sido garant¨ªa de escapar de la pobreza. En un pa¨ªs donde la tasa de desempleo sigue siendo un tema recurrente ¨Dla tasa de paro fue del 11,27% en el segundo trimestre, seg¨²n el INE¨D, una realidad igual de preocupante es la de aquellos que, a pesar de estar ocupados, siguen atrapados en la precariedad. ¡°Dadas las caracter¨ªsticas del modelo productivo espa?ol, el crecimiento econ¨®mico no se traslada por completo a una mejora de las condiciones del mercado de trabajo, por lo que la pobreza laboral apenas se ha reducido en la ¨²ltima d¨¦cada¡±, concluye Oxfam Interm¨®n en su informe publicado este mi¨¦rcoles, seg¨²n el cual, en 2022 el 13,7% de los trabajadores no ganaba lo suficiente para cubrir sus necesidades. Dicha tasa, ya de por s¨ª dram¨¢tica, aumenta seg¨²n el colectivo y la comunidad aut¨®noma. En Andaluc¨ªa, por ejemplo, repunta hasta el 19,4%, casi triplicando la de regiones del norte, como Navarra, donde afecta al 6,3% de los asalariados y aut¨®nomos.
El fen¨®meno de la pobreza laboral en Espa?a presenta un marcado car¨¢cter territorial. Las diferencias entre el norte y el sur son evidentes, reflejando las disparidades econ¨®micas del actual modelo productivo. La Espa?a del sur y del Levante se enfrenta a tasas de pobreza laboral mucho m¨¢s elevadas que sus contrapartes del norte, con comunidades como Extremadura (17,2%) y Castilla-La Mancha (15,4%) tambi¨¦n encabezando la lista. Al otro lado del espectro, el Pa¨ªs Vasco (6,6%) y Madrid (7,0%) presentan cifras significativamente m¨¢s bajas, lo que evidencia una doble brecha: entre el norte y el sur, y entre las zonas rurales y urbanas.
Los ¡°desequilibrios econ¨®micos existentes entre el centro y norte peninsular y el resto del Estado¡±, apunta el informe, se pueden explicar por el mayor peso que tiene la agricultura, construcci¨®n u hosteler¨ªa en el sur y las zonas del Levante. Ah¨ª se concentran algunos de los trabajos m¨¢s precarios, lo que dificulta a las personas de esos territorios salir del ciclo de pobreza a pesar de estar empleados. A los contratos temporales y los bajos salarios se suma la alta dependencia de la estacionalidad laboral y las condiciones de informalidad que caracterizan a una buena parte de estos empleos.
En contraste, las comunidades del norte, m¨¢s industrializadas y con una econom¨ªa m¨¢s diversificada, tienen un mayor n¨²mero de empleos cualificados y mejor remunerados. En Navarra y el Pa¨ªs Vasco, sectores como la industria tecnol¨®gica, la automoci¨®n y la energ¨ªa han generado empleo de calidad, lo que ha permitido mantener tasas de pobreza laboral significativamente m¨¢s bajas.
Las regiones rurales con baja densidad de poblaci¨®n presentan un panorama propio de precariedad. Estas zonas enfrentan una combinaci¨®n de factores que agravan la pobreza laboral. La falta de diversificaci¨®n econ¨®mica, el envejecimiento de la poblaci¨®n y la falta de infraestructuras modernas en estas ¨¢reas generan un caldo de cultivo para empleos mal remunerados. Mientras que en ¨¢reas urbanas densamente habitadas la tasa es del 9,9%, en los entornos rurales poco poblados asciende al 16%.
¡®Boomers¡¯, mujeres y migrantes
La pobreza laboral aumenta con la edad y, como ocurre casi siempre, afecta m¨¢s a las mujeres y a migrantes. Entre las razones que explican las causas de que un 12,2% de los trabajadores de entre 45 y 59 vivan en la precariedad, frente al 9,9% de los ocupados entre 20 y 29 a?os, est¨¢ ¡°la cicatriz econ¨®mica que dej¨® en este grupo la Gran Recesi¨®n¡±. Oxfam alude a las dificultades que ha tenido esta generaci¨®n perteneciente a los baby boomers ¨Dal haber nacido entre 1958 y 1975¨D, para reciclarse laboralmente y encontrar empleos de calidad tras la crisis. A ello se suma la discriminaci¨®n por edad.
En cualquier caso, el m¨¦todo de c¨¢lculo tiene en cuenta la composici¨®n del hogar, por lo que hay un sesgo en cuanto al porcentaje de j¨®venes que sufren esta situaci¨®n. El propio documento precisa que ¡°las dificultades que sufre la juventud para emanciparse produce que aquellas que consiguen emanciparse sean quienes tienen mejores condiciones laborales y, en consecuencia, los j¨®venes en una situaci¨®n laboral precaria tengan que seguir viviendo con sus padres¡±. Por ello, es normal una menor prevalencia de pobreza laboral entre este colectivo.
Por grupo social, las mujeres y los migrantes extracomunitarios son los m¨¢s vulnerables. Mientras que la tasa de pobreza laboral entre los nacidos en Espa?a es del 9,8%, entre los migrantes no comunitarios esta cifra se dispara hasta el 29,5%. La organizaci¨®n resalta la situaci¨®n de las trabajadoras dom¨¦sticas, que a menudo se ven atrapadas en la informalidad. ¡°Los altos niveles de pobreza laboral entre personas migrantes constatan que este colectivo sufre m¨²ltiples desigualdades que no se quedan en lo econ¨®mico¡±, se?ala el informe. Y concluye que son quienes sufren la peor situaci¨®n en el mercado de trabajo, ¡±ocupando adem¨¢s aquellos sectores esenciales, peor remunerados y con peores condiciones¡±.
Las diferencias en el acceso a la educaci¨®n tambi¨¦n juegan un papel clave. Las personas con menor nivel educativo est¨¢n sobrerrepresentadas entre los trabajadores pobres. La tasa de pobreza laboral entre aquellos que solo han completado estudios primarios es del 20,7%, cuatro veces m¨¢s alta que entre quienes tienen estudios superiores (5,5%). En comunidades como Andaluc¨ªa, donde el abandono escolar sigue siendo un problema importante, la falta de cualificaci¨®n los empuja hacia empleos poco remunerados y sin perspectivas de mejora.
El desaf¨ªo es complejo. Las reformas laborales de los ¨²ltimos a?os han reducido la temporalidad, pero la pobreza laboral sigue afectando a millones de personas. Esto se aprecia al observar la evoluci¨®n de la tasa, ya que desde 2008, -a?o con la cifra m¨¢s baja desde que hay registros- hasta 2022, el porcentaje de trabajadores pobres nunca ha descendido del 11,7%, seg¨²n Oxfam.
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