La banca presiona a Junts y PNV para suavizar las condiciones del impuesto al sector
Las patronales del sector quieren eliminar el gravamen en el tr¨¢mite parlamentario o, al menos, reducir los tipos impositivos que se han dise?ado
Los bancos mantienen la campa?a contra el impuesto al sector que ha planteado el Gobierno. Las entidades financieras conf¨ªan en el tr¨¢mite parlamentario para limar algunos de los aspectos que consideran m¨¢s lesivos de la tasa, incluso con el objetivo ¨²ltimo de conseguir tumbar la propuesta, como lograron las el¨¦ctricas con su propio gravamen. Para ello, las patronales del sector han intensificado esta semana sus contactos con los distintos grupos parlamentarios, con el foco en Junts y PNV. Consideran que mover a estos dos partidos hacia el no ser¨¢ la clave de toque para un texto m¨¢s favorable, puesto que sus 12 diputados en suma son imprescindibles para que fracasen los planes del Ejecutivo.
Las entidades financieras han pinchado hasta ahora en su intento por evitar que el Gobierno prolongue el impuesto sobre el sector que introdujo en 2022 y expira en diciembre de este a?o. El PSOE pact¨® la semana pasada con PNV y Junts una enmienda a la trasposici¨®n de la directiva europea para imponer un tipo impositivo m¨ªnimo para las multinacionales. Esta ampl¨ªa la vigencia de la tasa ¡ªque grava al margen bruto, el formado por el margen de inter¨¦s m¨¢s las comisiones¡ª durante tres a?os y modifica algunos de sus detalles. Deja fuera a las entidades con ingresos inferiores a los 100 millones de euros y establece un sistema progresivo, por el que los bancos con m¨¢s negocio en Espa?a pagar¨¢n un tipo impositivo mayor. El tipo establecido ser¨¢ del 1% para los primeros 750 millones de base liquidable, del 3,5% desde los 750 hasta los 1.500 millones, del 4,8% desde los 1.500 a los 3.000 millones y, por ¨²ltimo, del 6% a partir de los 3.000 millones de euros.
Este ha sido el aspecto que ha levantado m¨¢s cr¨ªticas de los grandes del sector. El que ha expresado una oposici¨®n m¨¢s tajante ha sido el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gort¨¢zar, que ha definido el tributo como la ¡°tasa CaixaBank¡±. No en vano, la entidad es el mayor banco del mercado espa?ol y la que paga una factura mayor por el impuesto. Esta progresividad, sumada al hecho de dejar algunas entidades fuera del c¨®mputo y que se cargue contra ingresos y no contra el beneficio ¡ªcomo hacen otros impuestos u otras tasas a la banca en el resto de Europa¡ª, son los elementos que han levantado las mayores cr¨ªticas del sector.
Tanto la AEB (Asociaci¨®n Espa?ola de Banca) como la CECA, que agrupa a las antiguas cajas, han intensificado los contactos con los grupos pol¨ªticos durante la ¨²ltima semana, seg¨²n indican fuentes financieras. Estos movimientos coinciden con el inicio del tr¨¢mite parlamentario de la norma, este mi¨¦rcoles. El lunes se iniciar¨¢ su debate en la Comisi¨®n de Hacienda.
La intenci¨®n de los bancos pasa por intentar limar los asuntos m¨¢s pol¨¦micos del gravamen, as¨ª como reducir al m¨¢ximo posible el plazo en el que est¨¦ vigente. No cejan, sin embargo, en intentar convencer a los partidos para que tumben la tasa, si bien las propias fuentes reconocen que lo ven como casi imposible. Los grupos pol¨ªticos que tienen la sart¨¦n por el mango dicen no tener constancia de estos contactos. Desde el PNV, explican fuentes de la formaci¨®n, a?aden adem¨¢s que ellos tienen un pacto cerrado con el PSOE con el que est¨¢n conformes. ¡°Estudiaremos la propuesta si nos llega una nueva enmienda, pero no vamos a presionar para ello¡±, apuntan. Cabe recordar que la formaci¨®n vasca ha logrado concertar el impuesto en su hacienda foral, por lo que tiene margen para poder bonificarlo y beneficiar a entidades como BBVA y Kutxabank.
La banca no ha conseguido lo mismo que las energ¨¦ticas ¡ªencabezadas por las amenazas de Repsol por llevar fuera de Espa?a proyectos de renovables¡ª, que es parar el impuesto, pero s¨ª ha logrado dos peque?as victorias en forma de rebajas de la cuota. Por un lado, se ha pactado una deducci¨®n del 25% en el impuesto de sociedades, que ayuda a mitigar lo que los bancos consideran como una doble imposici¨®n al gravar primero los ingresos y despu¨¦s, a trav¨¦s de sociedades, el beneficio. Por el otro, han conseguido aminorar el importe abonado en momentos en los que caiga la rentabilidad de las entidades como consecuencia, por ejemplo, de una crisis financiera. Fuentes internas de varias entidades se mostraban confiadas la semana pasada en que el texto final se modificase.
Los argumentos del sector contra el impuesto han sido repetidos una y otra vez, tanto por las patronales como por los principales bancos del pa¨ªs, la ¨²ltima vez en la reciente ronda de presentaci¨®n de los resultados del tercer trimestre. Consideran que es discriminatorio y que provocar¨¢ que la oferta de cr¨¦dito a la econom¨ªa se reduzca sustancialmente. Igualmente, apuntan a que les har¨¢ retirarse de operaciones que entra?en m¨¢s riesgo, como financiar a peque?as empresas.
A las cr¨ªticas habituales del sector se ha unido esta semana la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea). A trav¨¦s de un documento que firma el director del centro de estudios, ?ngel de la Fuente, Fedea considera la nueva extensi¨®n del gravamen durante al menos tres a?os como ¡°una multa a un sector que resulta antip¨¢tico a la mayor¨ªa gubernamental por razones ideol¨®gicas¡±. De la Fuente carga contra el impacto que tendr¨¢ el tributo en el mercado y recuerda los efectos negativos contra el cr¨¦dito, contra la competitividad del sector y sobre la obra social de las antiguas cajas de ahorro. En l¨ªnea con las entidades, Fedea considera que el dise?o favorece la doble imposici¨®n y que se incurre en el incumplimiento de otros principios constitucionales b¨¢sicos, como la igualdad y la interdicci¨®n de arbitrariedad.
La presi¨®n de los bancos contra el impuesto afronta una fuerza contraria. Se trata de la de otros socios del Ejecutivo, los del ala izquierda. A Sumar, el socio minoritario del Gobierno que aboga por convertir en permanentes los dos grav¨¢menes a banca y energ¨¦ticas, se le unen Podemos, ERC, Bildu y BNG, quienes buscan un dise?o del gravamen m¨¢s restrictivo a trav¨¦s de la presentaci¨®n de sus propias enmiendas. Estas formaciones insisten en que las grandes empresas de ambos sectores deben seguir contribuyendo. La raz¨®n, esgrimen varias fuentes, es que las compa?¨ªas siguen registrando resultados in¨¦ditos.
Los impuestos extraordinarios nacieron en 2022 para actuar contra los beneficios extraordinarios cosechados al calor de la crisis inflacionista y el aumento de los tipos de inter¨¦s. En conjunto, los dos sectores pagaron m¨¢s de 2.800 millones de euros por ejercicio a trav¨¦s de estas figuras, a raz¨®n de 1.695 millones por parte de la banca y de 1.164 millones por parte de las energ¨¦ticas. Ahora, el Ministerio de Hacienda prev¨¦ recaudar con el nuevo dise?o para las entidades financieras una cifra similar.
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