Los viajes diarios de m¨¢s de una hora que agotan y enfadan a miles de trabajadores: ¡°Me cabrea mucho¡±
Casi la mitad tarda m¨¢s de una hora en ir y volver del trabajo en algunos municipios madrile?os, los que peores datos presentan junto a parte de Barcelona, Guadalajara y Toledo
Los d¨ªas laborables de ?lvaro Villa (35 a?os) empiezan con un viaje largu¨ªsimo. Se levanta en torno a las 6.40 horas de la ma?ana y a las 7.10 coge el autob¨²s que le lleva de Alcal¨¢ de Henares, donde vive, en direcci¨®n al aeropuerto Adolfo Su¨¢rez Madrid Barajas, donde trabaja. ¡°Va siempre hasta arriba. Una parada despu¨¦s de la m¨ªa ya no te sientas¡±. Hace transbordo en Canillejas (en la entrada de Madrid) y llega, si todo va bien, en torno a las 8.40, veinte minutos antes de empezar su jornada. ¡°Es que con ...
Los d¨ªas laborables de ?lvaro Villa (35 a?os) empiezan con un viaje largu¨ªsimo. Se levanta en torno a las 6.40 horas de la ma?ana y a las 7.10 coge el autob¨²s que le lleva de Alcal¨¢ de Henares, donde vive, en direcci¨®n al aeropuerto Adolfo Su¨¢rez Madrid Barajas, donde trabaja. ¡°Va siempre hasta arriba. Una parada despu¨¦s de la m¨ªa ya no te sientas¡±. Hace transbordo en Canillejas (en la entrada de Madrid) y llega, si todo va bien, en torno a las 8.40, veinte minutos antes de empezar su jornada. ¡°Es que con los atascazos que hay en la A2 o salgo casi dos horas antes o muchos d¨ªas no llego. Es asqueroso, me cabrea much¨ªsimo. Es tiempo de trabajo que no cobras¡±, lamenta. A la vuelta, por la tarde, ¡°pierde¡± otra hora en llegar a su casa.
Jorge S¨¢nchez tambi¨¦n trabaja en Madrid, en la zona de Sanchinarro (norte de la ciudad), y vive en Parla (al sur de la capital). Este ingeniero de 52 a?os viaja en su coche. ¡°Puedo tardar una hora y media a la ida y otra hora a la vuelta. Hay d¨ªas que me paso tres horas en la carretera. Hace poco no s¨¦ qu¨¦ pas¨® y solo la ida fueron tres horas enteras¡±, explica. A diferencia de ?lvaro y Jorge, Esmeralda ?cija (34 a?os) no se desplaza por carretera, sino que coge el tren de Cercan¨ªas para llegar al barrio madrile?o de Vallecas, donde trabaja como profesora. Tarda en torno a una hora a la ida por la ma?ana. ¡°Hay muchos problemas, muchos retrasos. Es muy cansado, me genera mucha ansiedad pensar que puedo llegar tarde, esa incertidumbre, no poder sentarme en el tren, no poder salir de toda la gente que hay... Miras la cara de la gente y est¨¢ todo el mundo igual de enfadado¡±. Para ella es peor la vuelta (hora y media), despu¨¦s de comer, cuando baja la frecuencia de los trenes.
Estos tres trabajadores, de sectores muy diferentes, con perfiles de cualificaci¨®n muy distintos, comparten el mismo problema: tardan una barbaridad en llegar a sus puestos de trabajo. Esmeralda es la ¨²nica que coge el tren, en el punto de mira en los ¨²ltimos meses por el aumento de las incidencias en la red ferroviaria. A ello se suman las huelgas recientes de autobuses. Como ella y ?lvaro, el 16% de los espa?oles acuden a su puesto de trabajo o de estudio en tren, autob¨²s, metro o tranv¨ªa. As¨ª lo indican los ¨²ltimos datos de la Encuesta de Caracter¨ªsticas Esenciales de la Poblaci¨®n y las Viviendas del INE, con cifras de 2021 (la pr¨®xima edici¨®n se publica en 2026). En coche, como Jorge, se desplaza el 62%. Muchos menos son los afortunados que pueden llegar a su puesto de trabajo o de estudio andando (16%) o en moto o bicicleta (5%).
Este estudio del INE tambi¨¦n detalla que el 9,4% pasa m¨¢s de una hora y media en el trayecto de ida y vuelta, a lo que se suma otro 12,5% que gasta entre 60 y 89 minutos. As¨ª, uno de cada cinco trabajadores y estudiantes (la estad¨ªstica no permite diferenciar entre ellos) dedica al menos una hora en el camino. Otro 22% entre 40 y 59 minutos, otro 30% entre 20 y 39 minutos y el 26% 19 minutos o menos. Estos son datos medios nacionales, que, como en tantos otros asuntos econ¨®micos, pueden resultar algo enga?osos.
Lo peor, en Madrid
El an¨¢lisis por municipios del INE, que recoge todos aquellos con m¨¢s de 50.000 habitantes y las capitales de provincia, indica que los desplazamientos largos se concentran en la Comunidad de Madrid. El 47% de los mayores de 16 a?os de Collado Villalba tarda m¨¢s de una hora en sus trayectos laborales o educativos, casi tanto como el 45% que sufre la misma situaci¨®n en Parla, donde vive Jorge. Los siguientes municipios en la lista, con entre un 40% y un 38%, son Valdemoro, Legan¨¦s, Rivas-Vaciamadrid, Fuenlabrada, Las Rozas, Aranjuez y M¨®stoles, todos ellos municipios madrile?os, cuyos vecinos acuden en su mayor¨ªa a la capital. Despu¨¦s de la propia Madrid y otros seis municipios de la misma autonom¨ªa va Sant Cugat del Vall¨¨s (33%), al norte de Barcelona.
Estos datos muestran que el problema se concentra en los alrededores de Madrid y, en menor parte, de Barcelona. Es m¨¢s, los ¨²nicos municipios con m¨¢s de un 22% (media nacional) que dedican m¨¢s de una hora a sus trayectos y que no son o madrile?os o barceloneses son Santa Luc¨ªa de Tirajana (Las Palmas) y Utrera (Sevilla). En Torrent, el gran municipio m¨¢s cercano a Valencia, son el 19%. En Getxo, el equivalente respecto a Bilbao, el 22%.
El an¨¢lisis por provincias asienta a¨²n m¨¢s las conclusiones de los datos municipales sobre el n¨²mero de empleados y estudiantes que tardan m¨¢s de una hora. Solo hay cuatro provincias por encima de la media nacional: las ya mencionadas Madrid (37%) y Barcelona (29%), seguidas de Toledo (28%) y Guadalajara (26%). Las dos son provincias lim¨ªtrofes de la regi¨®n capitalina. Viven una explosi¨®n demogr¨¢fica, en buena parte sustanciada por empleados en empresas madrile?as que viven en Toledo y Guadalajara, donde la vivienda es m¨¢s barata (aunque sube m¨¢s que en el promedio nacional). Cabe recordar que estos datos del INE son de 2021, previos a la ¨²ltima explosi¨®n de los precios de la vivienda en los ¨²ltimos a?os, lo que ha potenciado a¨²n m¨¢s este fen¨®meno por los altos precios de Madrid.
En 2023, seg¨²n datos del INE, el 2,4% de los trabajadores viv¨ªan en una comunidad diferente a la de su lugar de trabajo. Es casi el m¨¢ximo registrado, solo una d¨¦cima por debajo del dato de 2022. De cualquier forma, son cifras superiores a las de antes de la pandemia, con un 1,9% en 2019. En 2010, primer dato disponible, el 1,6% de los trabajadores hac¨ªan este viaje para trabajar.
¡°Los tiempos largos se dan en las grandes ¨¢reas metropolitanas. Pasa en Espa?a y en todo el mundo por la concentraci¨®n del empleo que tiene que ver con las econom¨ªas de aglomeraci¨®n¡±, explica Juan Carlos Garc¨ªa, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa Humana de la Universidad Complutense de Madrid, autor de la tesis doctoral Movilidad laboral en la Comunidad de Madrid. Las ¨¢reas metropolitanas, explica, tienden a expandirse mientras sigan generando (y en ocasiones, monopolizando) empleo. Identifica dos trabajadores en la peor situaci¨®n posible: los que afrontan viajes muy largos en coche y los que se ven obligados a hacer varios transbordos en transporte p¨²blico porque la conexi¨®n no es buena. ¡°Ah¨ª es donde se disparan los tiempos¡±, a?ade Garc¨ªa.
Los espa?oles dedicamos una media de 25 minutos en llegar al puesto de trabajo o de estudio y volver a casa, seg¨²n las ¨²ltimas cifras de Eurostat, de 2019. Es exactamente lo mismo que la media de los Veintisiete. La situaci¨®n es peor en Letonia (33 minutos), el Reino Unido (30) o Rep¨²blica Checa (29). El contraste se registra en Chipre (19), Grecia (20), Portugal o Italia (ambas 21).
¡°Es tiempo en que no soy productivo¡±
?lvaro pide ¡°por favor¡± que las administraciones act¨²en, ¡°que mejoren las comunicaciones para que no tarde tanto en llegar, lo que sea¡±. Otra soluci¨®n podr¨ªa ser que se mude cerca del aeropuerto, pero devuelve la pregunta: ¡°?Has visto cu¨¢nto cuestan los pisos en Madrid? Adem¨¢s, toda mi vida est¨¢ en Alcal¨¢, mis amigos, mi familia. No me quiero mudar solo por el trabajo¡±. Esmeralda, profesora interina, abunda en esta idea: ¡°El a?o pasado trabajaba en un colegio de Alcal¨¢, a media hora andando de mi casa. Mi calidad de vida era mucho mayor¡±.
Para ?lvaro, que carga y descarga maletas en el aeropuerto, y Esmeralda, empleada en un instituto, el teletrabajo no ser¨ªa una soluci¨®n, pero para Jorge s¨ª. Ya trabaja en remoto varios d¨ªas a la semana, pero esto no evita que piense en la p¨¦rdida de eficiencia que supone cada trayecto a la oficina. ¡°Ese tiempo en el que estoy en la carretera podr¨ªa ser productivo y no lo soy. Adem¨¢s est¨¢ el riesgo de que pase algo, de un accidente. Te acabas resignando, pero te afecta, estresa mucho¡±, a?ade. En 2023 se produjeron 86.171 accidentes in itinere (yendo o volviendo al trabajo), un 8% m¨¢s que el a?o anterior.
Carlos de Pablo, secretario de Pol¨ªticas Institucionales de UGT en Catalu?a, aborda justo esa cuesti¨®n: ¡°Con desplazamientos tan largos los trabajadores llegan tensionados, en un estado que no es el adecuado para desarrollar el trabajo en condiciones ¨®ptimas. Esto aumenta el riesgo de siniestralidad¡±. Este sindicalista lamenta el efecto de estos trayectos en ¡°la salud mental de los trabajadores¡±, lo que conduce a una ¡°p¨¦rdida de productividad para las empresas¡±. Destaca el papel del teletrabajo en este debate, lo mucho que podr¨ªa ayudar a descongestionar el tr¨¢nsito, ¡°pero no es un sustituto de las carencias del sistema¡±. Cree que la ¡°falta de inversiones¡± en infraestructuras, especialmente en las ferroviarias, ¡°est¨¢ empeorando la vida de muchas personas, incluidas las de los profesionales que prestan el servicio¡±. ¡°Hacen falta m¨¢s medios materiales, m¨¢s medios humanos. En Madrid y Catalu?a los problemas son muy parecidos¡±, agrega De Pablo.
Garc¨ªa, por su parte, lamenta que las personas que dedican tanto tiempo a sus trayectos ¡°se quedan sin tiempo para otras actividades, sobre todo de ocio¡±. Son ¡°tiempos perdidos¡± que empeoran por la ¡°incertidumbre¡±: ¡°Los atascos, los fallos en la red de transporte p¨²blico, son problemas que hacen que var¨ªe el tiempo del trayecto, un estr¨¦s a?adido para la gente¡±.
Soluci¨®n urban¨ªstica
El especialista de la Universidad Complutense cree que la soluci¨®n clave es ¡°recuperar la ciudad tradicional¡±, en la cual no est¨¦n tan compartimentados los usos de cada zona del municipio. Es decir, ¡°una ciudad densa, en la que puedes mezclar actividades vinculadas al trabajo y tambi¨¦n residenciales, ciudades m¨¢s diversas¡±. Resalta que la ciudad tradicional ¡°tiene un dise?o que favorece los movimientos peatonales y el transporte p¨²blico¡±, al contrario que las zonas exclusivamente residenciales, que cristalizan en los ¨²ltimos a?os en los denominados Programa de Actuaci¨®n Urban¨ªstica (PAU).
Mar¨ªa Eugenia L¨®pez-Lambas, subdirectora del Centro de Investigaci¨®n del Transporte (TRANSyT) de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM), cree que estos desarrollos fomentan el uso del coche, lo que ahonda en el problema: ¡°Si planificamos primero el PAU y luego el transporte que llegar¨¢ hasta all¨ª empeoramos las cosas. Debe ir de la mano, hay aberraciones dif¨ªciles de entender¡±. Como Garc¨ªa, L¨®pez-Lambas defiende que una de las principales soluciones pasa por una integraci¨®n mayor de los usos del suelo, que no haya tal separaci¨®n entre lo laboral y lo residencial: ¡°Si la gente de Majadahonda trabajase all¨ª no habr¨ªa problemas. El conflicto est¨¢ en ese desequilibrio¡±.
Garc¨ªa cree que tambi¨¦n hay soluciones en la periferia, ¡°siempre que sean desarrollos orientados en torno a estaciones de transporte p¨²blico, que se genere una mezcla de usos en un mismo corredor¡±. Recuerda que ¡°est¨¢ demostrado¡± que ¡°aumentar autopistas genera m¨¢s dispersi¨®n, una demanda inducida del coche que conduce a m¨¢s congesti¨®n¡±. ¡°La clave es una pol¨ªtica integrada de desarrollo urbano y transporte p¨²blico que potencie la proximidad¡±, finaliza. L¨®pez-Lambas insiste en la importancia de que la soluci¨®n se d¨¦ en varios frentes a la vez: ¡°No vale con cerrar el centro a los coches. Debes dar alternativas al que viene de lejos, un transporte p¨²blico de calidad suficiente, aparcamientos disuasorios, carriles VAO (solo para veh¨ªculos de alta ocupaci¨®n)...¡±.
?lvaro lleva a?os esperando esa infraestructura, un carril VAO en la A2. Las obras est¨¢n en marcha, con lo que se reducir¨¢n algo las tres horas que pasa cada d¨ªa en la autopista para llegar al trabajo. ¡°Es desesperante¡±, finaliza.