Alemania reafirma su apuesta por el hidrógeno espa?ol pese al enfriamiento del sector
Berlín ve en el H2Med, el corredor que llevará el gas de la Península al norte de Europa, la forma más económica de aprovisionarse. Tendrá que importar las dos terceras partes del hidrógeno que necesita su industria
Las autoridades alemanas han reafirmado este miércoles su apuesta por la importación de hidrógeno verde producido en Espa?a para cubrir las ingentes necesidades de su industria en las próximas décadas. Así lo han subrayado varios representantes del Ejecutivo germano en un evento de alto nivel sobre el futuro hidroducto H2Med, celebrado en su embajada en Madrid y en el que también ha participado el nuevo secretario de Estado de Energía espa?ol, Joan Groizard. El espaldarazo llega en plena fase de enfriamiento en el desarrollo de proyectos de hidrógeno tras la fiebre vivida en los últimos a?os.
“Podremos producir la tercera parte de nuestra demanda; el resto lo tendremos que importar”, ha cuantificado Stefan Wenzel, secretario de Estado del Ministerio de Economía y Acción Climática del Ejecutivo alemán. “Por eso estamos hablando con países vecinos que tienen viento y sol [dos ingredientes clave de este vector energético] para poder comprar su hidrógeno. Tenemos que trabajar en los corredores que hagan posible estas importaciones, y, por el potencial de producción de la península Ibérica, este es el más importante”, ha subrayado en referencia al H2Med, el tubo que conectará Portugal y Espa?a con Alemania a través de Francia.
Las proyecciones de Berlín, desgranadas este miércoles por el director general de Infraestructura de Hidrógeno del Ejecutivo alemán, Philipp Steinberg, apuntan a una demanda interna de 700 teravatios hora (TWh) al a?o en 2050. Son doce veces más que su producción actual, lo que le aboca a un enorme esfuerzo importador. “Y este corredor [el H2Med] será el más competitivo”, ha sentenciado. Una opinión en la que ha abundado la subdirectora general de Energía de la Comisión Europea, Mechthild W?rsd?rfer, que ha calificado este miércoles de “clave” el desarrollo de esa infraestructura.
Con el fin del gas ruso barato, Alemania siente estos días en carne propia —y de qué manera— lo que significa no disponer de energía a buen precio, con una importante crisis industrial que está atenazando su economía. Y no quiere vivir una situación similar en el futuro.
La urgencia germana por asegurarse el suministro futuro de hidrógeno no solo se palpa en el apoyo cerrado al H2Med y al resto de grandes corredores europeos: también queda patente en la ambición para desarrollar una red tupida de canalizaciones que permita transportar el hidrógeno a lo largo y ancho de su propia geografía. “En 2032 ya tendremos 9.000 kilómetros de hidroductos en Alemania”, ha recordado Steinberg. Los hidroductos continentales, ha enfatizado, son la forma más óptima de trasladar este gas en términos de coste
Para Espa?a, por su parte, la energía renovable —el hidrógeno verde no es más que electricidad de origen renovable mezclada con agua, un proceso que se conoce como electrólisis— es una oportunidad tanto para reindustrializarse como para reequilibrar su balanza comercial. Frente a los miles de millones de euros anuales que destina hoy a la compra de petróleo y gas en el exterior, si se sigue el guion previsto, en las próximas décadas podría llegar a convertirse en un gran exportador neto de energía, entre electricidad e hidrógeno y sus derivados (amoniaco y metanol).
“Las interconexiones no deben ser un asunto bilateral, sino comunitario”, ha subrayado Groizard, mano derecha en asuntos energéticos de la nueva vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen. “Tenemos una gran oportunidad y tenemos que aprovecharla: hace unos a?os la perspectiva para el hidrógeno era marginal y ahora ya esperamos 12 gigavatios (GW) de capacidad de electrolización en Espa?a en 2030″.
Alianza empresarial
Varios actores relevantes de los sectores energéticos e industrial alemán, espa?ol, francés y portugués —los países por los que discurrirá del hidroducto—, entre ellos Moeve (antes Cepsa), Enagás (el operador del sistema gasista espa?ol, uno de los mayores interesados en que el hidroducto hacia Alemania salga adelante), Copenhagen Infrastructure Partners o ThyssenKrupp, han aprovechado el encuentro hispano-alemán de este miércoles para sellar una alianza que “refuerce el despliegue de un mercado europeo único del hidrógeno y conectando proyectos de producción, almacenamiento y consumo de hidrógeno” y que “impulse una sólida cadena de valor en torno al H2Med”.
El gran talón de Aquiles del hidrógeno verde es el coste: sigue siendo notablemente más caro que el de origen fósil, sobre todo, el producido con gas natural, conocido como azul en la jerga sectorial. Eso, sin embargo, debería cambiar en los próximos a?os, tanto por la propia bajada endógena en el precio de producción como por los incentivos que recibe el de origen limpio y no el fósil, así como por el previsible mayor coste de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO?).
Aunque algunas automovilísticas llegaron a pensar en el hidrógeno como una alternativa para reducir la huella de carbono en el transporte por carretera, el futuro de este vector energético está en las industrias de difícil electrificación y en el transporte marítimo y aéreo. En los vehículos de bajo tonelaje, como coches o furgonetas, la movilidad eléctrica tiene las de ganar.
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