El SMI y la cultura de la responsabilidad fiscal
Tenemos que avanzar hacia un sistema m¨¢s justo y equitativo, en el que paguen m¨¢s los que m¨¢s tienen

El martes 11, el Consejo de Ministros aprob¨® la subida del Salario M¨ªnimo Interprofesional. Minutos despu¨¦s, por la prensa, conocimos que Hacienda, por primera vez, se negaba a que este estuviera exento de tributaci¨®n. A lo largo de estos d¨ªas, han apelado a una serie de criterios t¨¦cnicos para justificar esta decisi¨®n. Criterios que se desmontan f¨¢cilmente, pero sobre todo que no responden a una l¨®gica pol¨ªtica progresista y de justicia fiscal.
El Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI) es la cuant¨ªa retributiva m¨ªnima que debe percibir una persona trabajadora por la realizaci¨®n de su jornada laboral, garantizando as¨ª un nivel b¨¢sico de ingresos que permita cubrir sus necesidades esenciales.
Desde 2018 el SMI ha pasado de 735,90 euros a 1.184 en 2025, lo que supone un incremento del 61%. La ¨²ltima subida, de un 4,41%, beneficiar¨¢ a 2,4 millones de personas asalariadas, lo que equivale al 12,9% del total. Es importante destacar que este aumento impacta especialmente en las mujeres, que representan el 65,8% de los beneficiarios y a los j¨®venes, ya que un 26,8% de los menores de 25 a?os cobran el salario m¨ªnimo.
El SMI se ha demostrado como el mejor instrumento para combatir la pobreza laboral, la desigualdad salarial y la brecha salarial de g¨¦nero, con resultados muy positivos como refleja la ¨²ltima Encuesta de Condiciones de Vida que public¨® el jueves el INE y como han reconocido el FMI y la OCDE.
A pesar de todas estos estos efectos positivos, el reciente incremento del SMI hasta los 16.576 euros anuales, con efectos desde el 1 de enero de 2025, ha generado una situaci¨®n in¨¦dita: por primera vez, este salario m¨ªnimo queda sujeto a tributaci¨®n. Esto implica que cientos de miles de personas trabajadoras con ingresos m¨ªnimos ver¨¢n reducida su renta disponible debido a las retenciones fiscales.
Si no se adapta el IRPF al incremento del SMI, 21€ de los 50€ de subida se pagar¨¢n en IRPF. Esto es, el perceptor del SMI soportar¨¢ un tipo marginal del 42%, una cifra inaceptable para personas de rentas bajas. Y el salario m¨ªnimo neto perder¨ªa poder adquisitivo con respecto a la evoluci¨®n de los precios del a?o pasado. En 2025, despu¨¦s de cotizaciones y de IRPF, el SMI neto se incrementa un 2,5% por debajo del 2,8% del IPC de 2024.
El sistema tributario espa?ol se fundamenta en los principios de igualdad y progresividad recogidos en el art¨ªculo 31 de la Constituci¨®n Espa?ola. En este sentido, el IRPF es el principal instrumento de redistribuci¨®n de la riqueza, ya que permite adecuar la carga fiscal a la capacidad econ¨®mica de cada contribuyente.
Resulta particularmente llamativo que mientras las rentas del trabajo en los tramos m¨¢s bajos se ven afectadas por el IRPF, las rentas del capital e inmobiliarias disfrutan de una tributaci¨®n significativamente menor. Un rentista que alquile una vivienda como residencia habitual y obtenga unos rendimientos iguales al salario m¨ªnimo paga menos impuestos gracias a la reducci¨®n del 60% (o del 90% que ha prometido el Partido Socialista) que un trabajador que gane el SMI.
Esta diferencia refleja un problema estructural en la capacidad redistributiva del sistema fiscal, favoreciendo la acumulaci¨®n de riqueza y perpetuando desigualdades econ¨®micas que afectan a la movilidad social y a la cohesi¨®n del pa¨ªs. La menor carga impositiva sobre las rentas del capital e inmobiliarias no solo reduce la capacidad del Estado para financiar servicios p¨²blicos esenciales, sino que tambi¨¦n introduce una distorsi¨®n en la equidad fiscal que perjudica la confianza en el sistema impositivo.
Tenemos que avanzar hacia un sistema fiscal m¨¢s justo y equitativo, en el que paguen m¨¢s los que m¨¢s tienen. No se puede caer en el error de querer compensar los 1.200 millones de euros que vamos a dejar de recaudar por la anulaci¨®n del impuesto a las energ¨¦ticas votada por las derechas con la mayor tributaci¨®n por IRPF de los niveles salariales m¨¢s bajos. La cultura de la responsabilidad fiscal se refuerza haciendo que paguen m¨¢s los que m¨¢s tienen.
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