Gloria Mark, experta en atenci¨®n: ¡°Hacer dos cosas a la vez es humanamente imposible¡±
La psic¨®loga y acad¨¦mica estadounidense reflexiona en esta entrevista sobre el efecto que el mal uso de la tecnolog¨ªa tiene en la capacidad de atenci¨®n, y qu¨¦ podemos hacer para recuperarla
Cuarenta y siete segundos. Ni uno m¨¢s. Eso es lo que, de media, dura nuestra capacidad de atenci¨®n en una tarea, mientras que hace solo 20 a?os llegaba hasta los dos minutos y medio. Y no lo dice cualquiera, sino Gloria Mark, doctora en Psicolog¨ªa por la Universidad de Columbia, catedr¨¢tica en Inform¨¢tica por la Universidad de California en Irvine y reciente autora del libro C¨®mo recuperar la capacidad de atenci¨®n (editorial Urano, 2023), tras dos d¨¦cadas estudiando el efecto de la tecnolog¨ªa digital en aspectos como la atenci¨®n, la multitarea, la productividad y el estado de ¨¢nimo. Pero ?de qu¨¦ manera nos influye y, sobre todo, c¨®mo podemos rectificar ese rumbo?
¡°La tecnolog¨ªa nos ha dado la capacidad de hacer m¨¢s que nunca, y podemos acceder a la informaci¨®n y a otras personas m¨¢s r¨¢pido de lo que jam¨¢s fuimos capaces. Pero hay muchos elementos que contribuyen a mantenernos distra¨ªdos, como el dise?o de la web, donde es muy f¨¢cil vincular unas noticias con otras; los algoritmos, que dirigen nuestra atenci¨®n a anuncios y notificaciones; y especialmente la naturaleza humana, porque somos seres sociales y sentimos curiosidad por el mundo¡±, reflexiona en una larga ¨Cy amena¨C conversaci¨®n por videoconferencia. Con ella hablamos de esto y de mucho m¨¢s.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha sucedido para que en solo 20 a?os hayamos perdido tanta capacidad de atenci¨®n?
Respuesta. No hay un solo factor, sino muchos: el tel¨¦fono inteligente sali¨® en 2007; Facebook se cre¨® en 2003 y Twitter, en 2006. Luego vinieron Instagram y el despegue del comercio electr¨®nico, y gran parte de la informaci¨®n y del mundo f¨ªsico tambi¨¦n migraron al mundo digital. Todo ello ha afectado a nuestra capacidad de atenci¨®n, y aunque mucha gente culpa a los algoritmos, hay muchos motivos m¨¢s. Recibimos constantemente notificaciones de un mont¨®n de apps, notificaciones que podemos desactivar. Pero nos seguimos distrayendo incluso cuando las apagamos, aunque tambi¨¦n usemos bloqueadores de anuncios. Casi la mitad de las veces, nos distraemos por iniciativa propia, porque sentimos una urgencia por mirar las noticias o porque nos asalta un recuerdo que tenemos que mirar inmediatamente.
P. ?Qu¨¦ papel juega ese componente social?
R. La mayor¨ªa de las veces, esos mensajes de texto, las notificaciones y los correos vienen de otras personas. Como seres humanos, tenemos una naturaleza social y buscamos mantener un cierto capital social. Queremos disfrutar de buenas relaciones, y por eso no podemos evitar responder a todos esos mensajes. El factor social es importante.
P. ?El uso que hacemos de la tecnolog¨ªa afecta a nuestra salud?
R. Sin duda. Los tel¨¦fonos nos distraen constantemente, e incluso hay quienes se despiertan en mitad de la noche y comprueban su correo electr¨®nico. Adem¨¢s, en la pr¨¢ctica, la tecnolog¨ªa ha incrementado nuestra jornada laboral. Antes, si sal¨ªas de la oficina a las cinco o las seis de la tarde, ya hab¨ªas terminado y te ibas a disfrutar de tu familia. Pero ahora te vas con tu m¨®vil, y puedes encontrarte haciendo cosas del trabajo durante la tarde e incluso parte de la noche. As¨ª que no tenemos la oportunidad de desconectar psicol¨®gicamente, de reponer nuestros recursos mentales para empezar a trabajar al d¨ªa siguiente.
Pero es que, adem¨¢s, nos llega a provocar estr¨¦s e impide que durmamos bien, especialmente si estamos usando pantallas antes de ir a la cama. Usamos la tecnolog¨ªa en exceso y de la manera incorrecta. Es necesario que repensemos y volvamos a aprender c¨®mo usar esa tecnolog¨ªa de manera que podamos mantener nuestro propio bienestar.
P. En el libro que acaba de publicar, menciona c¨®mo nuestra capacidad de atenci¨®n se ha reducido a apenas 47 segundos a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os. ?De qu¨¦ manera podemos cambiar nuestra relaci¨®n con la tecnolog¨ªa para revertir esta situaci¨®n?
R. Debemos recuperar el control sobre nuestra atenci¨®n. Muchas de las cosas que hacemos con nuestros dispositivos electr¨®nicos son inconscientes, como cuando ves tu m¨®vil y lo coges. Si recibes una notificaci¨®n, puedes pulsar sobre ella; y si sientes una urgencia por conocer las ¨²ltimas noticias, ves la pesta?a del New York Times y pinchas sobre ella sin pensarlo. As¨ª que lo primero es conseguir ser consciente de estas acciones, de manera que puedan llegar a ser m¨¢s intencionales. Yo he aprendido a sondearme a m¨ª misma. Cuando siento la necesidad de usar mi m¨®vil, me pregunto: ?por qu¨¦ necesito cogerlo ahora? Si de repente quiero mirar las noticias, me paro y me cuestiono: ?es imprescindible leerlas ahora? En su lugar, puedo resistirme, trabajar 20 minutos m¨¢s y luego darme esa recompensa.
P. Adoptar nuevos h¨¢bitos requiere una cierta disciplina.
R. S¨ª, es cierto. No voy a decir que sea f¨¢cil, pero hay que esforzarse. Otra cosa que pueden hacer es usar la previsi¨®n, e imaginar c¨®mo tus acciones van a afectarte en el futuro pr¨®ximo. Piensa en d¨®nde quieres estar a las siete de la tarde: probablemente no desees estar a¨²n trabajando, sino disfrutando de alguna recompensa, como una copa de vino o descansando en tu sof¨¢. Tambi¨¦n puedes organizar tu espacio para que mantener esa disciplina que mencionaba antes sea algo m¨¢s f¨¢cil: si eres una persona que est¨¢ constantemente consultando su m¨®vil, d¨¦jalo en otra habitaci¨®n, o dentro de un caj¨®n.
Otra cosa que puede ayudarte es ser consciente de cu¨¢ndo eres capaz de concentrarte mejor, porque desde luego nadie tiene la capacidad de concentrarse durante 10 horas seguidas. Los seres humanos tenemos unos recursos de atenci¨®n limitados, y cada vez que nos concentramos, cada vez que hacemos un esfuerzo mental, los vamos gastando. As¨ª que tenemos que conocer en qu¨¦ horas somos capaces de concentrarnos al m¨¢ximo. Seg¨²n nuestras investigaciones, la mayor¨ªa de la gente tiene dos picos de atenci¨®n, aproximadamente a media ma?ana y a media tarde. Y tambi¨¦n es importante saber tomarse un buen descanso cuando empecemos a sentirnos agotados: por ejemplo, yo vivo en Nueva York y cada d¨ªa me esfuerzo por sacar tiempo para ir a alg¨²n parque y hacer algo de ejercicio. Es un salvavidas.
P. Hablemos de la archiconocida multitarea. Usted ha llegado a la conclusi¨®n de que, lejos de aumentar la productividad, la disminuye. ?Por qu¨¦?
R. Hay tres motivos. En primer lugar, porque la idea de hacer dos cosas a la vez es humanamente imposible; lo que hacemos es desplazar nuestra atenci¨®n de una cosa a otra. Si estoy en una reuni¨®n y, a la vez, estoy intentando mirar mi correo, lo que hago es mover mi atenci¨®n de un foco a otro: ahora en el correo, luego en la reuni¨®n y de nuevo en el correo. Y es del todo imposible si intentas escribir y mantener una conversaci¨®n al mismo tiempo, porque requiere que ambas partes piensen.
Adem¨¢s, al hacer multitarea se cometen m¨¢s errores, y te lleva m¨¢s tiempo completar cualquier cosa. Eso es as¨ª porque, cada vez que desplazamos nuestra atenci¨®n, tenemos que formar lo que se conoce como un modelo mental de esa tarea, es decir, conjurar toda la informaci¨®n que necesitas para ocuparte de ella. Si estoy escribiendo un art¨ªculo, tengo que reorientar mi atenci¨®n: ?qu¨¦ estaba haciendo? ?Cu¨¢l es el siguiente paso? Y luego, si paso al correo, ¡°espera, ?qui¨¦n es esta persona? ?De qu¨¦ habl¨¢bamos? ?C¨®mo respondo?¡±. Cada vez que cambio hay un coste, porque usamos parte de esos recursos mentales tan preciosos de los que hablaba antes.
Tampoco olvidemos que [intentar hacer m¨¢s de una cosa a la vez] contribuye a desarrollar estr¨¦s, algo que est¨¢ probado en nuestras investigaciones: la presi¨®n sangu¨ªnea sube, aumenta el ritmo cardiaco...
P. ?C¨®mo se puede hacer un uso m¨¢s equilibrado de la tecnolog¨ªa?
R. Si hay algo claro es que vivimos en un mundo tecnol¨®gico del que no es posible salirse; no se puede vivir sin tecnolog¨ªa. As¨ª que pensemos en c¨®mo podemos usarla de manera que tenga un efecto positivo. Un uso moderado de las redes sociales y del entretenimiento online puede incluso amplificar nuestra atenci¨®n: no podemos pasarnos todo el d¨ªa en las redes sociales, o jugando al Candy Crush, pero no pasa nada si son cinco minutos, durante un descanso que nos tomemos.
Adem¨¢s, tambi¨¦n podemos usar las redes sociales de una manera m¨¢s dirigida. La belleza de las redes sociales siempre fue el conectar con otras personas, pero si est¨¢s en una plataforma como Facebook y tienes 2.000 amigos, no vas a conectar con nadie. As¨ª que piensa en una persona y conecta con ella; escr¨ªbele una nota o queda para hablar con ella por tel¨¦fono.
P. ?Funcionan las estrategias de desintoxicaci¨®n digital?
R. El problema es que esas estrategias son como las dietas r¨¢pidas. Te pones con ella, pero al final acabas dej¨¢ndola; nunca funciona y acabas volviendo a tus h¨¢bitos anteriores. Lo mismo sucede con el digital detox: est¨¢s sin tecnolog¨ªa durante tres d¨ªas o una semana, pero cuando pasa ese tiempo regresas a tus viejas costumbres. En vez de eso, es mucho mejor entender las razones por las que te comportas as¨ª con tus dispositivos, para que puedas modificar tu conducta.
P. ?Pueden ayudar las empresas a que sus trabajadores se concentren mejor?
R. S¨ª, hay cosas que pueden hacerse. Por ejemplo, algunas organizaciones han establecido un tiempo de tranquilidad durante el d¨ªa; dos o tres horas en las que no se pueden mandar ni recibir mensajes electr¨®nicos. Empresas alemanas como Allianz o Volkswagen sol¨ªan tenerlo, no s¨¦ ahora. Puede ayudarte a cambiar de h¨¢bitos, ya que no sirve de nada mirar constantemente el correo cuando sabes que no vas a encontrar mensajes nuevos; y eso te da la oportunidad de terminar de terminar de escribir tu art¨ªculo o aquello en lo que est¨¦s trabajando.
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