?Hay un deterioro cognitivo en la mediana edad?
Gema Climent, autora de ¡®Viaje a tu cerebro¡¯, repasa c¨®mo el paso del tiempo afecta a la salud cerebral y cu¨¢les son los mayores desaf¨ªos que se afrontan en esta etapa
¡°Si no eres m¨¢s o menos consciente de c¨®mo funciona tu cerebro, no puedes hacer nada por cambiarlo¡±, afirma Gema Climent, autora de Viaje a tu cerebro (Penguin Libros, 2024). Y es que, a medida que envejecemos, se producen en ¨¦l cambios que pueden afectar a la funci¨®n cognitiva; algo que no tiene por qu¨¦ suponer un deterioro intelectual, pero que s¨ª hace que el cerebro pueda no ser tan r¨¢pido o eficiente en ciertas ¨¢reas como el de los adultos j¨®venes. Lo cual, dicho sea de paso, no significa que no tenga tambi¨¦n sus propias fortalezas y habilidades: ¡°?Tu cuerpo es igual con 50 que cuando ten¨ªas 20 a?os? Pues tu cerebro tampoco. Nos puede costar m¨¢s prestar atenci¨®n o memorizar algo, y puede que la velocidad de procesamiento se ralentice, pero las habilidades como el razonamiento verbal o el conocimiento general a menudo se mantienen o incluso mejoran con la edad¡±, sostiene.
Para Climent, psic¨®loga forense y neuropsic¨®loga cl¨ªnica, hablar de ¡°deterioro cognitivo¡± ser¨ªa poco preciso o incluso incorrecto. En su lugar, prefiere hablar de ¡°declive¡± o, incluso, de simplemente ¡°cambio¡±: ¡°A medida que maduramos, nuestros cerebros desarrollan nuevas estrategias para compensar las ¨¢reas donde nuestra cognici¨®n puede haber disminuido¡±, explica. Una reorganizaci¨®n que, adem¨¢s, nos permite manejar tareas complejas de diferente manera y a veces m¨¢s eficientemente que los j¨®venes.
¡°Las personas mayores tienen con frecuencia ventajas en t¨¦rminos de habilidades interpersonales, regulaci¨®n emocional y resoluci¨®n de problemas¡±, recurriendo a sus propias experiencias pasadas a la hora de tomar decisiones. Algo que, seg¨²n explica en su libro, ofrece ventajas significativas pero que puede ser tambi¨¦n un arma de doble filo y llevarnos a una visi¨®n m¨¢s estrecha o a crear pensamientos polarizados: ¡°Esos patrones experienciales que hacen que compensemos nuestra bajada en la inteligencia abstracta; son por una parte lo que consideramos sabidur¨ªa, pero por otra hacen que seamos m¨¢s proclives a determinados sesgos¡±.
Diferencias cognitivas entre adultos j¨®venes y la mediana edad
Ese cambio al que hace referencia Climent se ve en c¨®mo se abordan las funciones ejecutivas a una y otra edad. As¨ª, por ejemplo, sostiene que ¡°la gente joven, entre los 20 y los treinta y tantos, son mucho mejores en la funci¨®n ejecutiva, en lo que significa planificaci¨®n, organizaci¨®n de la atenci¨®n y la memoria, toma de decisiones... pero si no hay una recompensa a corto plazo, no persisten¡±.
Para la experta, en la mediana edad se adquiere una mayor capacidad para controlar la impulsividad, tolerar la incertidumbre y postergar las recompensas a medio y largo plazo, adem¨¢s de un buen mantenimiento de la memoria si esta es significativa para uno mismo (es decir, si es de alto valor): ¡°Con el tiempo, vamos siendo m¨¢s capaces de frenar esa impulsividad y organizar nuestra vida y nuestra orientaci¨®n hacia nuestras metas y objetivos (...), porque tienes una capacidad mayor para saber lo que tienes sobre la mesa y cu¨¢l es tu potencial¡±, se?ala.
El hecho de que estos a?os se correspondan frecuentemente con un declive en las funciones ejecutivas evaluadas de forma tradicional, sostiene la experta, ¡°no refleja de forma necesaria un cerebro que opera de peor manera, sino de forma diferente¡±. Y a?ade: ¡°Los adultos solemos mantener una buena inteligencia cristalizada (basada en el conocimiento aprendido) pero decaemos en la inteligencia fluida, m¨¢s asociada a la creatividad y capacidad abstracta¡±.
Mantener una buena salud cerebral en la mediana edad pasa, seg¨²n Climent, por factores como la socializaci¨®n, que la autora considera uno de los grandes protectores frente al deterioro cognitivo; y por mantener la curiosidad por aprender y hacer cosas nuevas, ya sea aprender a bailar o a tocar la bater¨ªa, aprender un idioma o incluso volver a estudiar tu misma carrera¡±.
No hay que olvidar un aspecto adicional cuya importancia resulta fundamental: evitar el estr¨¦s cerebral porque, recuerda, el estr¨¦s es malo en todo el cuerpo, y eso incluye el cerebro. ¡°Creo que cada vez tenemos que ir poni¨¦ndonos t¨¦cnicas de control cognitivo, para poder descansar y mantener el estr¨¦s bajo control (...). El problema es que no tenemos buenas t¨¦cnicas para manejarlo¡±.
Desaf¨ªos de la salud cognitiva
Uno de los mayores desaf¨ªos de la mediana edad tiene que ver, a juicio de Climent, con la falta de flexibilidad: ¡°Somos m¨¢s r¨ªgidos y tenemos m¨¢s sesgos; tenemos caminos hechos que nos conducen al mismo sitio de una manera casi autom¨¢tica¡±. Pero ?qu¨¦ quiere decir esto? ¡°A veces sucede que conoces a alguien y dices: ¡°No s¨¦ por qu¨¦, pero me cae mal... ll¨¢malo una intuici¨®n¡±. Pero no es nada de eso, es un sesgo que ya tienes en el cerebro, porque en el pasado conociste a alguien que se parec¨ªa y te lo ha recordado. Si no te das cuenta y no tienes cuidado, esos sesgos pueden llegar a dominarte¡±, advierte.
Pero igual que se nos presenta el problema, esgrime, tambi¨¦n tenemos la posible soluci¨®n, ya que en la mediana edad se desarrolla una mayor capacidad de introspecci¨®n y un mayor conocimiento: ¡°Lo que podemos hacer [con ello] es darnos m¨¢s tiempo para considerar las cosas y ser m¨¢s flexibles; eso s¨ª lo podemos hacer¡±. La flexibilidad a partir de la mediana edad, a?ade, ha de ser proactiva, al igual que la empat¨ªa: ¡°Podemos ser m¨¢s emp¨¢ticos porque tenemos un mayor bagaje cultural y una mayor experiencia¡±.
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