?Acudir¨ªas a un robot para obtener atenci¨®n psicol¨®gica?

A juzgar por la presencia cada vez mayor de las apps basadas en inteligencia artificial (IA), resulta casi incre¨ªble pensar que la mayor¨ªa de lo que hoy es casi cotidiano hace menos de dos a?os rayaba en la ciencia ficci¨®n. Y, sin embargo, hablamos ya con total naturalidad de la IA generativa y de sus m¨²ltiples aplicaciones en la creaci¨®n de casi cualquier tipo de contenido. ChatGPT, sin ir m¨¢s lejos, superaba en diciembre de 2023 los 180,5 millones de usuarios activos al mes, y fue elegida como la aplicaci¨®n del a?o por los usuarios de Android. La presencia de la IA en nuestra vida cotidiana es casi ubicua, y alcanza campos tan dispares como el ocio (con las plataformas de streaming), la investigaci¨®n cient¨ªfica, la educaci¨®n, el marketing o la atenci¨®n m¨¦dica. Y eso, c¨®mo no, incluye tambi¨¦n la psicolog¨ªa.

Pero ?recurrir¨ªa usted a un terapeuta virtual basado en IA para que le brinde alg¨²n tipo de ayuda psicol¨®gica? ¡°Seguramente, seg¨²n para qu¨¦ problemas¡±, confiesa Rub¨¦n Nieto, catedr¨¢tico de los estudios de Psicolog¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). ¡°A la hora de recibir una intervenci¨®n psicol¨®gica, hay gente a la que le puede costar menos entrar a trav¨¦s de una m¨¢quina que con una persona (...). Adem¨¢s, el coste seguramente es mucho menor, y puede ser una v¨ªa de entrada para una demanda de atenci¨®n psicol¨®gica a la que ahora no estamos dando soluci¨®n¡±, esgrime.

No en vano, en Character AI: AI-Powered Chat, la mejor app con IA del a?o para Google, uno de los bots conversacionales m¨¢s populares es el llamado Psychologist, que, seg¨²n la BBC, recibi¨® 18 millones de visitas solo durante el pasado mes de noviembre. Y la plataforma cuenta, adem¨¢s, con 475 robots que incluyen en sus nombres t¨¦rminos como ¡°terapia¡±, ¡°terapeuta¡±, ¡°psiquiatra¡± o ¡°psic¨®logo¡±.

Una muestra de la importancia de la IA en el campo de la psicolog¨ªa es un experimento llevado a cabo en Estados Unidos a principios de siglo, para tratar el trastorno del estr¨¦s postraum¨¢tico en veteranos de guerra. ¡°Crearon el avatar de una psic¨®loga en un mundo de realidad virtual, y realmente estaba muy bien programada, ya que mostraba entendimiento a los pacientes, les hac¨ªa reflejar que les estaba entendiendo, les preguntaba sobre su problema y hac¨ªa que se sintieran c¨®modos¡±, explica Nieto, ¡°hasta el punto de que a algunos de esos veteranos les resultaba m¨¢s f¨¢cil hablar con ese avatar que con una persona real¡±. Y cuidado, porque en realidad ni siquiera fue un sistema pionero: uno de los primeros bots conversacionales de la historia, Eliza, fue creado en 1966 en el prestigioso MIT estadounidense por el profesor Joseph Weizenbaum, bas¨¢ndose en el m¨¦todo de psicoterapia de Carl Rogers.

?Qu¨¦ aplicaciones tiene la IA en psicolog¨ªa?

Contemplar el uso de aplicaciones de IA en el ¨¢mbito de la psicolog¨ªa plantea no pocas dudas sobre su conveniencia y efectividad. Uno puede preguntarse, por ejemplo, si acaso no corremos el riesgo de acostumbrarnos a recurrir a un terapeuta virtual y, por ende, no recurrir a un profesional de carne y hueso cuando sea necesario. O incluso, puesto que una IA es tan buena como la informaci¨®n con la que ha sido entrenada, preguntarse hasta qu¨¦ punto ha sido programada por alguien experto en el funcionamiento de la salud mental.

¡°El riesgo est¨¢ en que si t¨² entras en Google y tecleas ¡°intervenciones psicol¨®gicas con inteligencia artificial¡±, puedas acceder a una m¨¢quina que no sepas qui¨¦n ha programado, de d¨®nde coge los datos y c¨®mo te orienta. Pero si est¨¢ correctamente programada y testada, creo que no deber¨ªa ser un problema¡±, sostiene Nieto. Todo depende, indica, de hacia d¨®nde vaya la tendencia: a fin de cuentas, hace unos a?os nadie usaba Google Maps para moverse, y hoy es imprescindible. ¡°Por eso, me da la sensaci¨®n de que la acabaremos integrando much¨ªsimo m¨¢s en nuestro d¨ªa a d¨ªa, y supongo que tambi¨¦n para la intervenci¨®n psicol¨®gica¡±.

Para Mireia Cabero, profesora colaboradora de los estudios de Psicolog¨ªa y Ciencias de la Educaci¨®n en la UOC, la IA aplicada a este campo est¨¢ demostrando ya ser eficiente en acciones concretas ¡°como el primer cribaje de casos y el diagn¨®stico y la evaluaci¨®n de trastornos mentales, de manera que facilita el diagn¨®stico del profesional y agiliza la toma de decisiones¡±. Igualmente es ¨²til para acompa?ar a pacientes en distintos procesos de dolor emocional (como un duelo o la recuperaci¨®n de un trauma), el autoconocimiento y el replanteamiento de estrategias en malestares o conflictos vitales sin gravedad; para ¡°reducir su experiencia de soledad con conversaciones terap¨¦uticas y con fines pedag¨®gicos y transformadores¡± e incluso valorar su posible derivaci¨®n a unidades de apoyo a emergencias como prevenci¨®n del suicidio o trastornos juveniles graves.

Riesgos y desaf¨ªos

Unas intervenciones que, no obstante, tambi¨¦n plantean riesgos que es necesario no obviar, ¡°como que se puedan escapar casos cr¨ªticos, graves y de riesgo potencial (suicidios, trastornos de la imagen y de la alimentaci¨®n o abusos de sustancias, entre otros) debido a posibles errores por sesgos o algoritmos imperfectos¡±, se?ala Cabero. Y a¨²n queda una cuesti¨®n por resolver: ?corremos peligro de que la IA sustituya la labor de un terapeuta real? Parece, de momento, poco probable: ¡°No parece que la inteligencia artificial pueda replicar la empat¨ªa humana, la presencia psicol¨®gica (el estar y saber estar para el otro) y el acompa?amiento afectivo que brindamos con sensibilidad, alegr¨ªa y con ADN propio los humanos¡±.

Cuando se trata de hacer un buen uso de la IA en el ¨¢mbito de la salud mental, la estrategia pasa, para Nieto, por educar a la poblaci¨®n para que sepa dilucidar si una tecnolog¨ªa cualquiera es o no adecuada: ¡°Esto ya nos ha pasado anteriormente en el campo de la salud en general y de la psicolog¨ªa en particular. Si ten¨ªas un problema de salud antes de la IA, ?qu¨¦ hac¨ªas? Ibas a Google y pon¨ªas ¡°me duele tal¡±, y te sal¨ªan millones de entradas, muchas de ellas con informaci¨®n err¨®nea (...). Debemos ense?ar a la gente a fijarse, por ejemplo, en qui¨¦n es el autor de esa tecnolog¨ªa, que busquen qui¨¦n y con qu¨¦ objetivos la ha desarrollado, etc¨¦tera¡±.

Medicina comunitaria, investigaci¨®n y acompa?amiento

Tal y como recuerdan los expertos de la UOC, las aplicaciones actuales de la IA en psicolog¨ªa no se limitan a los aspectos ya se?alados. En los programas de intervenci¨®n de salud mental comunitaria, por ejemplo, se ofrecen a la poblaci¨®n contenidos estandarizados por internet que, gracias a la inteligencia artificial, pueden personalizarse para proporcionar exactamente el contenido que necesita cada uno, a trav¨¦s de la interacci¨®n con cada persona.

Por otro lado, en las labores de investigaci¨®n, la IA puede ayudar a buscar literatura cient¨ªfica de forma m¨¢s r¨¢pida, de manera que los profesionales est¨¦n siempre al tanto de los tratamientos m¨¢s efectivos en cada momento; adem¨¢s de hacer labores de seguimiento a los pacientes en los intervalos entre las distintas sesiones de terapia.

La falta de psic¨®logos, un factor clave

Si la pandemia puso en evidencia la importancia de prestar atenci¨®n a los problemas de salud mental, la postpandemia ha hecho lo propio evidenciando que poco, o nada, se ha aprendido de esa experiencia: ¡°Entonces, al tratarse de una situaci¨®n de estr¨¦s elevado, qued¨® muy patente la necesidad del psic¨®logo en el sistema sanitario y social. Pero la situaci¨®n ha vuelto al punto de partida¡±, denuncia Nieto. La realidad, apunta, es que la v¨ªa de acceso al sistema p¨²blico de salud es complicada y a todas luces insuficiente.

¡°Creo que no hemos avanzado en ese sentido, y tenemos que seguir trabajando a nivel pol¨ªtico¡±, contin¨²a el experto. ¡°Y no solo a nivel de salud mental, sino tambi¨¦n en otra serie de enfermedades en las que tenemos un papel muy importante, como por ejemplo la oncolog¨ªa, el dolor cr¨®nico, la diabetes y otros problemas de salud tradicionales¡±.

La falta de facultativos es incluso m¨¢s patente cuando se compara el escenario espa?ol con el de otros socios de la Europa comunitaria, seg¨²n informa Andrea Garc¨ªa: Espa?a tiene, en la red p¨²blica, seis psic¨®logos cl¨ªnicos por cada 100.000 habitantes (tres veces menos que la media europea), y 11 psiquiatras por cada 100.000 personas, casi cinco veces menos que en Suiza (52) y aproximadamente la mitad que en Francia (23), Alemania (27) o Pa¨ªses Bajos (24). Mientras, las tasas de suicidio y los problemas de salud mental siguen aumentando.

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