El joven ingeniero que trajo de cabeza a Isidro Fain¨¦

Dif¨ªcilmente pod¨ªa haber imaginado Jaime Siles, de 34 a?os, hijo del poeta valenciano del mismo nombre (de la generaci¨®n de los Nov¨ªsimos), que iba a alterar tanto el patio pol¨ªtico, econ¨®mico y medi¨¢tico espa?ol cuando el pasado 26 de enero anunci¨® una opa sobre Naturgy en nombre del fondo de pensiones australiano IFM Investors. Tampoco se deb¨ªa de pensar Siles, que ven¨ªa preparando la operaci¨®n meses atr¨¢s, que el proceso iba a durar tanto y que el sector el¨¦ctrico iba a estar tan agitado por el incesante aumento del precio de la electricidad.

El caso es que se han cumplido plazos hasta que esta semana se ha resuelto la trama que empez¨® a liarse con la reacci¨®n de los responsables de Naturgy, que calificaron la oferta parcial (por el 22,69% del capital) como ¡°no solicitada¡±, lo que ven¨ªa a significar una oposici¨®n latente. A ese parecer tan expl¨ªcito de Naturgy le sigui¨® el proceso de evaluaci¨®n por parte del Gobierno, que con motivo de la pandemia instaur¨® una norma seg¨²n la que cualquier inversi¨®n no comunitaria en una firma espa?ola tendr¨¢ que ser aprobada por el Consejo de Ministros.

El Gobierno ten¨ªa seis meses para pronunciarse y los agot¨®. Durante ese tiempo, Siles, que tiene que reportar a Londres y a Australia a diario, visit¨® varias veces los ministerios competentes y la Presidencia del Gobierno. Pudo mirar a los ojos a sus interlocutores para convencerles de que la inversi¨®n era con vocaci¨®n de permanencia y asegurar la espa?olidad del grupo. El 3 de agosto la operaci¨®n super¨® la prueba con unas exigencias asumibles, lo que le permiti¨® respirar con alivio. Tras la pertinente autorizaci¨®n de la CNMV, el 7 de septiembre, se abri¨® el periodo de adquisici¨®n de acciones que acab¨® el 8 de octubre, e inici¨® la tercera fase: el aterrizaje. Y no ha sido precisamente suave. De poco han servido los intentos de conciliaci¨®n con el todopoderoso Isidro Fain¨¦, presidente de Criteria, principal accionista de Naturgy, para quien el hijo del poeta ha sido un incordio inesperado en una firma que tradicionalmente ha controlado sin resquicios.

Primero, el holding anunci¨® que se dispon¨ªa a elevar su participaci¨®n del 24,8% al 30% en una acci¨®n que trataba de torpedear la oferta australiana (solo consigui¨® el 26,3%), teniendo en cuenta que los fondos GIP y CVC (en torno al 20,5% cada uno) y la argelina Sonatrach (4%) ya hab¨ªan dicho que no vender¨ªan.

Despu¨¦s, a mitad de la opa, la energ¨¦tica presidida por Francisco Reyn¨¦s, hombre de la confianza del ejecutivo de Manresa, envi¨® un hecho relevante a la CNMV en el que subrayaba que los miembros del consejo no acudir¨ªan a la opa, pese a que reconoc¨ªan que el precio ofrecido era el adecuado. IFM transmiti¨® que el hecho relevante era bueno. Pero una semana despu¨¦s, Siles hizo un marat¨®n con la prensa, en encuentros reducidos, en los que se descolg¨® con el anuncio de que el fondo estaba dispuesto a suprimir o reducir el dividendo ¡°el tiempo que fuera necesario¡± y que as¨ª lo propondr¨ªa en el consejo.

La bomba retumb¨® en los cuarteles de Fain¨¦, que no dud¨® en salir personalmente a torpedear la opa. De ninguna manera pod¨ªa admitir que le tocasen el dividendo de su querida Obra Social de la Fundaci¨®n La Caixa, que tambi¨¦n preside. Nada menos que de los 500 millones que se gasta al a?o, 300 provienen de Naturgy. Su respuesta fue contundente. Al tiempo, intensific¨® la cruzada para lograr apoyos entre los accionistas minoritarios, lo que ha permitido que la opa se quede en un escueto 10,83%, procedente principalmente de hedge funds. Ahora la pregunta es si el valor de Naturgy lograr¨¢ mantenerse o se pondr¨¢ al nivel de las otras el¨¦ctricas, que llegaron a caer entre el 10% y el 25%.

IFM ha optado por quedarse y, seguramente, reclamar¨¢ un puesto en el consejo de administraci¨®n. La suma de ese paquete con los de CVC y GIP supera el 50%, lo que desplazar¨ªa a Criteria del control. Sin embargo, Fain¨¦ ya se ha encargado de amarrar acuerdos con dichos fondos. Adem¨¢s de la vocaci¨®n de permanencia de la que han hecho gala, los compromisos adquiridos por IFM con el Gobierno espa?ol para aprobar la opa le impiden fraguar acuerdos que atenten a la espa?olidad del grupo.

De todos modos, a juzgar por la reacci¨®n constructiva que ha tenido IFM, tampoco se vislumbra ninguna maniobra en ese sentido. El joven Siles podr¨¢ reconciliarse ahora con el veterano directivo catal¨¢n, a quien precisamente parece dirigirse IFM en el comunicado de aceptaci¨®n de la opa y no a la direcci¨®n de la empresa, como ven¨ªa siendo habitual.