El esc¨¢ndalo de las filtraciones de Facebook aviva el debate sobre c¨®mo limitar el poder de las grandes tecnol¨®gicas
EE UU y la UE exploran f¨®rmulas para que las plataformas se responsabilicen de los contenidos que difunden y reforzar la competencia
Fueron tres horas intensas. Durante ese tiempo, la exempleada de Facebook Frances Haugen dio detalles ante el Congreso de Estados Unidos sobre las cuestionadas pr¨¢cticas del gigante de las redes sociales para maximizar la interacci¨®n en sus plataformas. ¡°Los altos ejecutivos saben c¨®mo hacer m¨¢s seguros Facebook e Instagram, pero no hacen cambios porque ponen sus inmensos beneficios por encima de la gente¡±, sentenci¨® a comienzos de octubre tras aportar como prueba miles de documentos internos. La filtraci¨®n se ha convertido en uno de los mayores golpes para la compa?¨ªa que fund¨® Mark Zuckerberg en 2004 y ha reavivado el debate sobre c¨®mo controlar a las grandes tecnol¨®gicas, que han amasado un poder econ¨®mico y una influencia social sin precedentes. El dilema de c¨®mo hacerlo lleva a?os planeando sobre los despachos de los reguladores tanto en Estados Unidos como en Europa. Y no hay, al menos de momento, ninguna soluci¨®n f¨¢cil a la vista.
La posibilidad de trocear a estos gigantes ¡ªFacebook, Google, Amazon, Microsoft y Apple facturaron el a?o pasado entre las cinco un bill¨®n de d¨®lares¡ª est¨¢ sobre la mesa desde que la excandidata presidencial dem¨®crata Elizabeth Warren prometiera hacerlo si ganaba las elecciones en 2020. Pero no logr¨® llegar a la Casa Blanca, y esta opci¨®n ha ido perdiendo fuerza en Washington. Los republicanos y dem¨®cratas s¨ª coinciden en revisar la Ley de Decencia en las Comunicaciones, que garantiza inmunidad a las plataformas digitales ante posibles demandas por los contenidos que difunden. ¡°Las redes sociales son en la actualidad la mayor fuente de diatribas antivacunas y desinformaci¨®n sobre la salud¡±, alerta Michael Cusumano, profesor de la Sloan School of Management del Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts (MIT). ¡°Las compa?¨ªas se resisten a tocar mucho los contenidos porque eso les puede convertir en una especie de editores en lugar de plataformas neutrales, lo que puede afectar a la protecci¨®n que les da la ley¡±, explica.
La clase pol¨ªtica norteamericana tambi¨¦n coincide en la necesidad de una mayor regulaci¨®n, como reforzar las exigencias de privacidad y una protecci¨®n especial para ni?os. El problema es definir los detalles. ¡°Dem¨®cratas y republicanos est¨¢n de acuerdo en que hay que limitar el poder de las grandes tecnol¨®gicas. Lo que acabe saliendo se tendr¨¢ que ver, pero seguro que se toca la regulaci¨®n¡±, subraya Sheera Frenkel, periodista de The New York Times y coautora del libro Manipulados, en el que se narran los ¨²ltimos y convulsos a?os de la red social. ¡°Nunca se ha puesto tanto esfuerzo en Washington como ahora en desmantelar Facebook¡±, dice.
La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero pasado precipit¨® una serie de nombramientos clave que allanan el camino a un intervencionismo mayor de lo habitual de las instituciones. Entre ellos, el de la acad¨¦mica Lina Khan, que se dio a conocer por un art¨ªculo publicado en 2017 en el que argumentaba c¨®mo aplicar las normas antimonopolio contra Amazon, como una de las cinco personas con asiento en el consejo de la Comisi¨®n Federal de Comercio (FTC, en ingl¨¦s), que desde ese momento tuvo mayor¨ªa dem¨®crata.
En el caso de Facebook, los profesores Tim Wu, nombrado por Biden asesor de la Oficina de la Casa Blanca en Competencia, y Scott Hemphill, vieron la integraci¨®n de Instagram y WhatsApp como una estratagema para eludir acciones antimonopolio. Zuckerberg podr¨ªa alegar que disociar sus redes sociales ya no era posible, igual que no lo es separar los huevos de una tortilla cuando ya est¨¢ hecha. Para Wu y Hemphill, nada diferente a lo que hizo en su momento la Standard Oil, que forj¨® su monopolio con la adquisici¨®n de m¨¢s de 40 empresas. En 2019, Facebook llevaba ya 70.
?Es descabellado pensar que se vaya a trocear a una empresa tan consolidada y grande como Meta, o el resto de las grandes? ?O, en su defecto, que se les aplique medidas para fragmentar su negocio? Existen precedentes de ello, incluso en el propio sector tecnol¨®gico. Microsoft dominaba en los a?os noventa el mercado de los sistemas operativos y del hardware. Cuando se populariz¨® internet, decidi¨® incluir en el paquete su explorador, Explorer, lo que le dio una envidiable posici¨®n de control del mercado. Ese dominio dispar¨® el caso contra ellos. ¡°El da?o al consumidor, que es la vara de medir que tiene la FTC para aplicar la ley antitrust [contra el monopolio], se articula en tres pilares: precio, calidad e innovaci¨®n. Y para Microsoft, como ahora para las grandes tecnol¨®gicas, la parte de precio lo tienen sencillo porque es gratis¡±, se?ala Marelisa Blanco, del despacho de abogados Akme. ¡°Sin embargo, las autoridades decidieron al final que s¨ª se estaba dando un abuso de poder del mercado al favorecer sus productos y evitar la entrada de nuevos competidores¡±.
Los intentos por poner l¨ªmites a las grandes tecnol¨®gicas tambi¨¦n est¨¢n siendo complicados en la UE. Hace un a?o, la Comisi¨®n Europea anunci¨® un paquete para regular el sector, pero todav¨ªa no ha sido aprobado por el Parlamento Europeo. Se trata de la Ley de Servicios Digitales, que fija la responsabilidad de las plataformas en caso de que se publiquen contenidos ilegales, y la Ley de Mercados Digitales, dise?ada para facilitar la libre competencia en las plataformas.
La gran cantidad de dinero que destinan las grandes tecnol¨®gicas en lobbies [grupos de presi¨®n] es una muestra de lo muy conscientes que son del peligro que corre su negocio si los reguladores se ponen duros. Google, Amazon, Microsoft, Facebook y Apple gastaron en ello m¨¢s de 19 millones de euros en 2019, seg¨²n declararon en el registro de transparencia de la UE y recogi¨® Integrity Watch. Esa cantidad duplica la invertida por los siete principales fabricantes de coches en Europa.
A la espera de posibles nuevas regulaciones, ya ha habido alg¨²n golpe. Google tiene el dudoso honor de haber recibido la mayor multa jam¨¢s impuesta a una tecnol¨®gica: 4.340 millones de euros. La sanci¨®n, impuesta por la Comisi¨®n en 2018 al considerar que Alphabet us¨® su sistema operativo Android para limitar la competencia de sus rivales en el mercado de la telefon¨ªa m¨®vil, fue recurrida por la compa?¨ªa ante el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE). Otra de las grandes tecnol¨®gicas bajo escrutinio de Bruselas es Amazon. La vicepresidenta de la Comisi¨®n, Margrethe Vestager, anunci¨® a finales del a?o pasado que el departamento de Competencia hab¨ªa abierto una nueva investigaci¨®n contra la compa?¨ªa que fund¨® Jeff Bezos por pr¨¢cticas comerciales vinculadas a su programa premium que podr¨ªan constituir un abuso de su posici¨®n dominante en el mercado.
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