Codere vuelve a tirar los dados
La compa?¨ªa ha quedado definitivamente en manos de sus acreedores y su filial de juego electr¨®nico est¨¢ a punto de cotizar en el mercado estadounidense
La historia de Codere est¨¢ llena de nuevos amaneceres, y esta semana ha llegado el ¨²ltimo. La compa?¨ªa nacida hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de la mano de la familia Mart¨ªnez Sampedro ha dejado atr¨¢s casi toda la vinculaci¨®n con los fundadores (y con los inversores que apostaron por ella tras su salida a Bolsa en 2007) y seguir¨¢ su rumbo en manos, fundamentalmente, de los bonistas, que reconvirtieron en capital una deuda de 370 millones; canjearon por deuda (sin recurso) 230 millones e inyectaron otros 480 millones en financiaci¨®n. Estos se han quedado con el 95% de las acciones (en esencia son los fondos Jupiter AM, Invesco, PGIM y Davidson Kempner) y esta semana emit¨ªan el ¨²ltimo tramo de la nueva financiaci¨®n. De esa manera intentar¨¢n remontar unos ingresos desoladores cosechados durante la pandemia.
El viernes se dio el visto bueno definitivo a la reestructuraci¨®n de la empresa que naci¨® en Madrid en los a?os ochenta y pronto se hizo con sus primeras 3.000 m¨¢quinas recreativas. La vieja Codere ser¨¢ liquidada ¡ªla marca sobrevivir¨¢ y, en principio, los usuarios no deber¨ªan notar el cambio¡ª y suspendida de cotizaci¨®n. Los accionistas de la antigua Codere tendr¨¢n solo el 5% de la cabecera del grupo, bautizado como Nueva Topco. ¡°La reestructuraci¨®n financiera asegura la liquidez suficiente hasta la normalizaci¨®n de la capacidad de caja de la compa?¨ªa¡±, dicen en la empresa. Una entidad independiente dir¨¢ cu¨¢nto valen los activos de Codere y qu¨¦ recibir¨¢ ese peque?o grupo de propietarios (la llamada cuota de liquidaci¨®n), entre los que se encuentran todav¨ªa los Mart¨ªnez Sampedro, que desde que fueron apartados de la gesti¨®n batallan en los tribunales contra los acreedores. Nueva Topco controlar¨¢ de este modo Codere Newco, la sociedad que re¨²ne el grueso de las operaciones y activos en todos los pa¨ªses y de la que dependen sus 11.000 empleados.
La muerte anunciada se acompa?a de un nuevo comienzo. Porque el jueves se produjo otro movimiento que la empresa califica de ¡°trascendental¡±: el negocio de apuestas en internet comenzar¨¢ a cotizar en el Nasdaq con el s¨ªmbolo CDRO tras el voto favorable a la fusi¨®n de la filial del negocio online con una SPAC norteamericana (llamada DD3). A falta de los flecos formales, la operaci¨®n echar¨¢ a andar el 30 de noviembre. ¡°Eso dota al negocio digital de recursos para su crecimiento, sobre todo en Latinoam¨¦rica¡±, a?aden en Codere. La operaci¨®n valora la sociedad fusionada de las apuestas en la Red en unos 350 millones de d¨®lares americanos (287 millones de euros), o 2,3 veces los ingresos estimados de Codere online para el a?o que viene, de aproximadamente 125 millones de euros. La de cotizar a trav¨¦s de una SPAC fue, desde el principio, una operaci¨®n ¡°interesante y atractiva¡±, seg¨²n la empresa, por la valoraci¨®n y por el apetito del mercado en este tipo de negocios.
?Qu¨¦ ha conseguido la compa?¨ªa con estos dos movimientos? Ox¨ªgeno financiero. La vieja Codere sucumbi¨® a una abultada deuda y a una err¨¢tica gesti¨®n que tuvo un ¨²ltimo empuj¨®n en forma de virus. La curva de ingresos en 2020 se desplom¨® en sus mercados principales (M¨¦xico, Argentina y Espa?a) y, levantadas las restricciones m¨¢s duras, le est¨¢ costando remontar (hasta el tercer trimestre de este a?o ingres¨® 499 millones, cuando en el mismo periodo de 2019 eran 1.027). El ebitda acumulado este a?o sum¨® 54 millones frente a los 237 de 2019.
Barajando de nuevo las cartas, Codere quiere conseguir dos cosas: aguantar la remontada hasta que el negocio de bingos, casinos y salas se estabilice, y conseguir armar un motor nuevo de ingresos, las apuestas deportivas, que impulsen sus ventas en Latinoam¨¦rica.
El sindicalista Daniel Amoroso, presidente mundial del sector de juego en Uni Global Union, que representa a 44 sindicatos y 138.000 trabajadores, explica que lo primero tardar¨¢ en llegar. ¡°En Argentina, por ejemplo, tienen 13 licencias de bingo. Aqu¨ª la pandemia cerr¨® el mercado durante 22 meses. El juego no se consider¨® una actividad esencial, el golpe para el sector ha sido muy fuerte¡±. En Espa?a, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, responsable del sector en UGT, tambi¨¦n habla del batacazo en un negocio, el bingo, que tiene la particularidad de tener una clientela m¨¢s afectada por el coronavirus. Los casinos en cambio cogen velocidad con la mayor apertura al turismo ¡ªpor poner un ejemplo reciente, su casino en el hotel Carrasco, en Uruguay, reabri¨® el lunes pasado y la empresa retom¨® en ese pa¨ªs toda su actividad presencial¡ª. Lo mismo que sucede con las salas de apuestas: en M¨¦xico, el mercado que les reporta los mayores beneficios, en el segundo trimestre reabrieron la mayor¨ªa y ahora tienen 86 operativas.
Nicho deportivo
Con las apuestas deportivas quieren dar otro salto. ¡°La marca de Codere es muy potente, y el grupo se va a apoyar en ella para aprovechar el fil¨®n que hay en Latinoam¨¦rica, con una regulaci¨®n que poco a poco se va concretando¡±, valora una analista del sector. De hecho, en julio la empresa anunciaba un acuerdo de patrocinio con el River Plate de Argentina para las pr¨®ximas cuatro temporadas, hasta agosto de 2025, por el que se convierte en su casa oficial de apuestas (tambi¨¦n es la del Real Madrid espa?ol) gracias a que ha conseguido licencia para operar en la ciudad este a?o. La empresa tiene la mirada fijada en Brasil, que este verano present¨® un proyecto para regular la loter¨ªa instant¨¢nea y las apuestas deportivas. Un paso que vendr¨ªa a terminar, seg¨²n fuentes sindicales, con la muy extendida pr¨¢ctica de apuestas clandestinas.
Queda por ver, seg¨²n las fuentes consultadas, si la remontada de Codere liderada por los bonistas, que en principio conf¨ªan en el actual equipo directivo, ocurrir¨¢ a la velocidad necesaria para que sus necesidades de liquidez dejen de erosionar las cuentas. Ser¨¢ una ¨¦poca en la que, por primera vez, la familia fundadora ¡ªm¨¢s all¨¢ de batallas en los tribunales¡ª ya no tendr¨¢ ning¨²n peso.
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