Cuando el vecino es un obst¨¢culo mayor que una escalera
Millones de edificios no son accesibles para personas con movilidad reducida o alguna discapacidad, aunque la ley obliga a las comunidades de propietarios
La vivienda sigue dando la espalda a la accesibilidad en Espa?a. Unas veces son un par de pelda?os o una rampa demasiado inclinada y en otras ocasiones es la incomprensi¨®n de los vecinos ante los m¨¢s vulnerables. Los pisos espa?oles suspenden (nunca han dejado de hacerlo) a lo grande en la asignatura de la accesibilidad. A pesar de que en diciembre de 2017 finaliz¨® el plazo para que las comunidades de propietarios cumpliesen con los requisitos de accesibilidad universal recogidos en el decreto ley de 2015 que exige el cumplimiento de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusi¨®n Social, muy poco se ha avanzado.
¡°Solo un 0,6% de los 9,8 millones de edificios de viviendas cumplen los criterios de accesibilidad universal para personas con movilidad reducida o con alguna discapacidad, frente a un 1,5% de los alemanes y un 2,5% de los suecos¡±, seg¨²n un estudio elaborado por la Fundaci¨®n Mutua de Propietarios en colaboraci¨®n con la C¨¢tedra Unesco de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili. Un panorama desalentador, lleno de carencias, que obliga a que muchas personas, al final, tengan que cambiar de vivienda.
La Federaci¨®n Empresarial Espa?ola de Ascensores (Feeda) cuantifica que en Espa?a existen m¨¢s de cinco millones de edificios con distintos problemas de accesibilidad. Porque todas las zonas cuentan: desde su acceso desde la calle hasta el interior del piso. ¡°Seis de cada 10 edificios de viviendas (un 59%) tienen escalones antes de llegar al portal, convirti¨¦ndose en la primera gran barrera a la que debe enfrentarse una persona con movilidad reducida cuando accede al inmueble donde reside, y solo un 28% tienen rampa o disponen de plataforma elevadora (4%)¡±, seg¨²n recoge el informe Rampa hacia la accesibilidad de la Fundaci¨®n Mutua de Propietarios. Incluso hay rampas que ni siquiera son ¨²tiles por estar demasiado inclinadas (14%), por carecer de barandillas a ambos lados (65%) o porque su superficie es deslizante (9%).
El Consejo General de Colegios Oficiales de Aparejadores y Arquitectos T¨¦cnicos corrobora muchos de estos desprop¨®sitos: ¡°Son numerosos los casos en los que, habi¨¦ndose actuado para eliminar las barreras arquitect¨®nicas, consiguen lo contrario por tratarse de intervenciones ejecutadas de forma incorrecta, o sin ajustarse a las condiciones normativas de accesibilidad o los requerimientos t¨¦cnicos y de dise?o adecuados¡±, indica Alfredo Sanz, presidente del CGATE.
Dos escaleras, las que separan la calle del portal de un edificio de pisos en la ciudad de Barcelona, han hecho la vida imposible durante a?os a Fernando, de 48 a?os, que tras un accidente laboral depende de una silla de ruedas y de su madre, Lidia. La soluci¨®n ha llegado con una rampa de impresi¨®n 3D que ha permitido a esta familia algo b¨¢sico: ¡°Salir cuando queremos¡±, cuenta Lidia por tel¨¦fono. ¡°Los vecinos siempre pon¨ªan impedimentos porque hasta que no tienes una desgracia no te das cuenta. Ahora les viene bien para subir el carrito de la compra¡±, a?ade.
La Fundaci¨®n Mutua de Propietarios present¨® el a?o pasado estas rampas dise?adas por Sensedi. ¡°Su f¨¢cil instalaci¨®n, semejante a la de un mueble, no genera apenas ruido ni suciedad en las comunidades de vecinos. Adem¨¢s, su montaje se realiza en pocas horas, a diferencia de la instalaci¨®n de una rampa de obra tradicional, que en ocasiones requiere de licencias que dilatan el proceso y que puede tardar entre cinco y siete d¨ªas en construirse¡±, sostiene Laura L¨®pez Demarbre, vicepresidenta ejecutiva de la fundaci¨®n, que comercializa estas rampas a trav¨¦s de su p¨¢gina web. El coste arranca en los 6.000 euros, aunque se subvenciona parte de su precio. Hasta el momento, la entidad ha entregado m¨¢s de 745.000 euros en ayudas para mejorar la accesibilidad en viviendas.
Aunque es el ascensor la madre de todas las batallas. No es un lujo, sino un elemento clave para garantizar una vida digna a personas con movilidad reducida o con alg¨²n tipo de discapacidad. En Espa?a carecen de ascensor 1,2 millones de edificios de viviendas construidos antes de 1981 y entre el 40% y el 50% de los existentes no cumplen con los requisitos de accesibilidad debido a su antig¨¹edad, seg¨²n datos de ?Feeda. En algunas fincas en las que s¨ª hay ascensor resulta que este ¡°hace las paradas en descansillos intermedios y los vecinos tienen que subir o bajar un tramo de escaleras. Esto tampoco soluciona la accesibilidad¡±, indica el presidente del CGATE.
Entre las barreras que ha detectado la compa?¨ªa de ascensores Schindler est¨¢ ¡°la resistencia de las comunidades de vecinos a realizar grandes obras en sus bloques¡±. ¡°Queremos impulsar las rehabilitaciones de edificios que reportar¨ªan importantes beneficios para los usuarios que carecen de ascensor¡±, se?ala Manuel Jim¨¦nez, director de Nuevas Instalaciones de Schindler Iberia. Tras la obra, apuntan en el Colegio de Administradores de Fincas de Madrid, las fincas se revalorizan hasta un 30%.
Lidia se?ala directamente a sus vecinos, que en demasiadas ocasiones son la primera barrera infranqueable. ¡°La accesibilidad va mucho m¨¢s all¨¢ de la discapacidad, ya que de las obras que se ejecuten para eliminar las barreras arquitect¨®nicas nos beneficiaremos todos en alg¨²n momento de nuestra vida. Por ejemplo, se puede hacer una rampa para el acceso al portal de un se?or que va en silla de ruedas, pero tambi¨¦n se benefician el padre que va con el carrito de beb¨¦, la mujer que la utiliza para subir el carro de la compra¡±, comenta Sanz.
Sensibilidad vecinal
Sin embargo, los administradores de fincas creen que las comunidades de propietarios empiezan a mostrar, en t¨¦rminos generales, m¨¢s sensibilidad en los temas de accesibilidad. Salvador D¨ªez, presidente del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas, considera que los principales escollos son ¡°la falta de informaci¨®n, los problemas t¨¦cnicos a la hora de instalar un ascensor y la falta de recursos econ¨®micos de los propietarios¡±. D¨ªez reconoce que los datos de accesibilidad ¡°son lamentables¡±. ¡°Tambi¨¦n ocurre que el concepto de accesibilidad universal es m¨¢s exigente y cuesta m¨¢s conseguir esa etiqueta de edificio accesible¡±, a?ade.
Ahora Espa?a tiene una nueva oportunidad de echar abajo las barreras con la llegada de los fondos europeos. Las empresas y entidades consultadas no tienen dudas de que este dinero impulsar¨¢ la accesibilidad en Espa?a. ¡°Es prioritario que se puedan conceder ayudas a las comunidades de propietarios para la eliminaci¨®n de barreras arquitect¨®nicas a trav¨¦s de los fondos europeos¡±, insiste Alfredo Sanz.
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