Los mercados env¨ªan refuerzos
El comercio con Mosc¨² no se ha detenido por completo, pero en el largo plazo las importaciones ser¨¢n menores
Desde que Vlad¨ªmir Putin decidi¨® asaltar Ucrania el pasado 24 de febrero, m¨¢s de 400 compa?¨ªas extranjeras han dejado Rusia y muchas otras han parado o disminuido el comercio de sus productos y servicios. La huida, que comenz¨® con marcas tan conocidas como Apple o Inditex, contin¨²a y no s¨®lo incluye empresas estadounidenses o europeas, tambi¨¦n compa?¨ªas chinas como TikTok o Huawei. Algunas argumentan razones morales para la salida, pero para otras es tambi¨¦n una cuesti¨®n de necesidad financiera. En medio de una invasi¨®n en la que la intervenci¨®n militar exterior no parece la opci¨®n adecuada, y mientras contin¨²an los esfuerzos diplom¨¢ticos, las sanciones econ¨®micas constituyen la gran baza de Occidente para frenar al atacante.
Las consecuencias de esta estrategia de agresi¨®n al sistema financiero de Rusia ya merman la econom¨ªa del pa¨ªs. Las sanciones de la Uni¨®n Europea y EE UU han limitado la capacidad de los bancos rusos para realizar transferencias en euros o en d¨®lares, lo que complica recibir pagos. Adem¨¢s, con el desembolso en rublos las empresas extranjeras se arriesgan a recibir una cuant¨ªa menor debido a la devaluaci¨®n, lo que tambi¨¦n ha aumentado el precio de las importaciones y ha generado mayor inflaci¨®n. La subida de los precios y la falta de ciertos productos, a su vez, incentivan la compra de provisiones y est¨¢n provocando problemas de estocaje y desabastecimiento.
El comercio con Rusia no se ha detenido completamente, pero en el largo plazo las importaciones ser¨¢n cada vez menores. Por un lado, los importadores rusos estar¨¢n obligados a pagar por adelantado, en euros o d¨®lares. Por otro, las sanciones proh¨ªben la venta a Rusia de productos clave para su econom¨ªa, como equipos para refiner¨ªas de petr¨®leo, recambios para aviones, semiconductores, ordenadores y otros bienes que puedan tener uso militar.
De esta forma, la econom¨ªa rusa avanza hacia una recesi¨®n que la har¨¢ mucho menos atractiva para las empresas extranjeras y, como consecuencia, aumentar¨¢ su vulnerabilidad. Los productos extranjeros suponen un 21% del PIB ruso, un porcentaje mayor que el de India, China o EE UU, y son, en su mayor¨ªa, bienes complejos como maquinaria, productos m¨¦dicos, electr¨®nicos o qu¨ªmicos que provienen, principalmente, de la Uni¨®n Europea y EE UU.
En una econom¨ªa globalizada, los efectos de esta estrategia no s¨®lo llegar¨¢n a Rusia y, de hecho, son perceptibles ya en m¨²ltiples productos y pa¨ªses. Sin embargo, desencajar la econom¨ªa rusa de la europea y estadounidense ser¨¢ mucho m¨¢s nocivo para Rusia. Mientras que este pa¨ªs representa menos del 2% de las importaciones y las exportaciones de la Uni¨®n Europea, el 34% del comercio exterior ruso depende de Europa. Sustituir ese 2%, sobre todo las materias primas, es complicado, pero buscar un nuevo socio comercial para m¨¢s de un tercio de tus importaciones y exportaciones es extremadamente complejo.
Los ojos est¨¢n puestos en China. Sus empresas podr¨ªan ocupar el espacio que queda vac¨ªo, puesto que el encaje de Rusia en la econom¨ªa internacional es simple: vende petr¨®leo, gas y otras materias primas y compra manufacturas. Sin embargo, y aunque China es el mayor exportador mundial de bienes, que sus empresas puedan sustituir a las que abandonan Rusia no significa que est¨¦n decididas a hacerlo, especialmente ante una econom¨ªa en una situaci¨®n de tanta fragilidad. La dificultad de recibir pagos en d¨®lares, la volatilidad del rublo, el riesgo reputacional y las posibles repercusiones negativas por infringir las sanciones condicionan la decisi¨®n. Por el momento, adem¨¢s, tampoco es posible que China adquiera los recursos energ¨¦ticos rusos que Europa y EE UU no consuman, puesto que no dispone de la infraestructura necesaria.
Por otro lado, no est¨¢ claro que China est¨¦ interesada en depender energ¨¦ticamente de Rusia. Tampoco que quiera revolucionar un orden econ¨®mico internacional que le beneficia enormemente, no s¨®lo a trav¨¦s de la estabilidad de precios en las materias primas, sino porque sus exportaciones a la Uni¨®n Europea y EE UU suponen el 32% del total y el mercado ruso tan s¨®lo un 2%.
La salida de las empresas extranjeras con presencia en Rusia, la limitaci¨®n de sus relaciones comerciales y la reducci¨®n de la compra de sus productos energ¨¦ticos dejar¨¢n a Rusia m¨¢s pobre, aislada y dependiente de China. El efecto de las sanciones, por tanto, se consolida como un arma para disminuir la fuerza del atacante. Tambi¨¦n para que Europa y EE UU refuercen su apoyo a Ucrania, mientras avanza el di¨¢logo para un posible acuerdo de alto el fuego.
?scar Guinea es economista del European Centre for International Political Economy e Isabel P¨¦rez del Puerto es periodista.
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