Cuando la formaci¨®n no basta: ?por qu¨¦ se ha roto el ascensor social en Espa?a?
La desigualdad se perpet¨²a y el origen econ¨®mico de la familia es determinante: los j¨®venes viven hoy peor que sus padres y casi la mitad no supera el nivel educativo de los progenitores
¡°Ninguna exclusi¨®n es mayor que la exclusi¨®n del conocimiento. Nada nos esclaviza m¨¢s¡±. Es una afirmaci¨®n del Defensor del Pueblo, ?ngel Gabilondo. Sin embargo, en el origen social familiar es como una ley que se perpet¨²a por los siglos de los siglos. Y la desigualdad educativa es otra losa que parece casi imposible de salvar. En funci¨®n del estatus social de la familia en que nazcan los ni?os, seg¨²n el barrio en el que se cr¨ªen, as¨ª ser¨¢ su futuro salvo en algunas excepciones [el 12,2% de los espa?oles logra saltar del escal¨®n m¨¢s bajo de la pir¨¢mide de rentas al m¨¢s alto]. ¡°Es dur¨ªsimo. ?C¨®mo es posible que el origen determine tanto las oportunidades vitales y educativas de las personas?¡±, se pregunta Mar¨ªa Fern¨¢ndez Mellizo-Soto, profesora de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense, a la vista de la investigaci¨®n que ha publicado recientemente, que subraya que la expansi¨®n de la educaci¨®n experimentada por los nacidos en buena parte del siglo XX (hasta los a?os ochenta) no ha conducido a la disminuci¨®n de la desigualdad educativa por clase social: ¡°El nivel educativo medio de la poblaci¨®n aument¨®; sin embargo, las desigualdades por origen social se mantuvieron¡±.
¡°Siempre ponemos muchas esperanzas en la educaci¨®n porque desde la primera parte del siglo XX hasta hoy el avance ha sido brutal [actualmente, el 78,8% de los j¨®venes entre 20 y 24 a?os ha completado la ense?anza secundaria, frente al 84,6% de la media europea]. Hay mucha diferencia entre las personas nacidas a principios de la centuria y las que lo hicieron a partir de los a?os sesenta, que superaron con mucho los niveles formativos de sus padres y accedieron a trabajos en el sector servicios y profesionales. Y esto da la sensaci¨®n de movilidad. Pero el progreso social solo se produce cuando hay una expansi¨®n educativa y desde los a?os ochenta no ha sido as¨ª. La igualdad de oportunidades educativas se mantiene estable¡±, explica la profesora.
Aunque no hay datos todav¨ªa que indiquen lo que puede estar ocurriendo en el presente, tras la pandemia, lo cierto es que su impresi¨®n es la misma que la del resto de los expertos consultados: el ascensor social de la educaci¨®n se ha parado, averiado o roto. Igual que el resto de sus palancas. Incluso el Gobierno lo admit¨ªa en su informe Espa?a 2050: ¡°En el pasado, Espa?a logr¨® poner en marcha un potente ascensor social que permiti¨® que muchas personas progresasen y lograsen una posici¨®n mejor que la que hab¨ªan tenido sus padres. A partir de mediados de los noventa, sin embargo, este ascensor fue oxid¨¢ndose y funcionando cada vez peor (¡) Hoy, nuestro pa¨ªs presenta una movilidad intergeneracional baja y mal distribuida, que afecta sobre todo a las comunidades aut¨®nomas menos ricas y a los j¨®venes que provienen de los hogares m¨¢s pobres¡±.
Con la tercera tasa de desigualdad m¨¢s alta de la Uni¨®n Europea, un 37% en 2019, solo por detr¨¢s de Rumania y Bulgaria, el grupo de rentas medias se redujo considerablemente entre 1973 y 2019, seg¨²n pone de manifiesto el informe Radiograf¨ªa de medio siglo de desigualdad en Espa?a, de la Fundaci¨®n La Caixa. ¡°La clase media-baja, que es el pegamento social, ha pasado de representar m¨¢s del 35% de la poblaci¨®n espa?ola a poco m¨¢s del 33%, mientras que la clase baja ha aumentado casi dos puntos y la media-alta no ha llegado a perder un punto¡±, explica Olga Cant¨®, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ y autora del estudio.
Vaya por delante que la educaci¨®n siempre ser¨¢ un ascensor, una herramienta para corregir las desigualdades de partida, coinciden los analistas, otra cosa es c¨®mo evolucione en t¨¦rminos comparativos. ¡°Actualmente, estamos viendo indicadores de deterioro del ascenso social. En la encuesta de condiciones de vida del INE de 2019 se aprecia que crece el nivel educativo de hijos con padres de bajos estudios, pero eso no se plasma en sus ingresos¡±, mantiene Cant¨®. ¡°Al contrario, se observa un aumento de la persistencia de los grupos sociales inferiores y tiene que ver con las cualidades segregadoras de la escuela espa?ola. Hemos de tener una escuela de calidad, pues la segregaci¨®n por niveles socioecon¨®micos es el caldo de cultivo de la p¨¦rdida de contacto con personas de distintas clases sociales y, por tanto, de la perpetuaci¨®n de la clase baja¡±, advierte.
Riesgo de pobreza
La transmisi¨®n intergeneracional de la desventaja educativa persiste, argumentaba el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil en otro estudio de finales de 2020, en el que aportaba cifras muy elocuentes: cerca de la mitad (el 45%) de las personas que han crecido en un entorno de nivel educativo bajo no supera ese nivel en toda su vida. En cambio, entre quienes se desarrollaron en un hogar con estudios altos, solo el 7% tiene niveles formativos bajos. Y ello condiciona notablemente el riesgo de pobreza, que se acerca al 52% en las familias con menos educaci¨®n, en contraste con el 12% de las de mayor cualificaci¨®n.
¡°Esos datos responden a la crisis econ¨®mica, que supuso una quiebra del capitalismo y tuvo consecuencias muy negativas: quebr¨® el ascensor social como impulsor de oportunidades. Son antiguos porque la encuesta de poblaci¨®n activa solo permite medirlos cada cuatro a?os. Hasta 2024 no tendremos el pr¨®ximo informe¡±, explica el alto comisionado, Ernesto Gasco. ¡°Desde entonces, el Gobierno ha hecho muchas cosas. Ha priorizado en la educaci¨®n, comprometiendo 7.000 millones de euros m¨¢s en el presupuesto para la d¨¦cada; ha impulsado la formaci¨®n profesional (FP), ha aprobado una nueva Ley de Educaci¨®n que busca evitar la segregaci¨®n, ha apostado por la digitalizaci¨®n y ha aumentado la dotaci¨®n para becas, adem¨¢s de ser el primer pa¨ªs que presenta la Garant¨ªa Infantil Europea, que prev¨¦ 1.000 millones de euros de los fondos europeos. En los pr¨®ximos a?os, todo esto se va a notar en el ascensor social¡±, prosigue.
El Ejecutivo ha desplegado medidas y ayudas, s¨ª. ¡°Pero su impacto no se conoce todav¨ªa. Es probable que hayan paliado la desigualdad. Aunque la doble crisis, la financiera y la de la covid, por las que en el futuro se conocer¨¢ a las generaciones nacidas a partir de los a?os noventa, dejar¨¢n el ascensor social de la educaci¨®n m¨¢s roto de lo que estaba¡±, sostiene Javier Soria, investigador en la Paris School of Economics y autor de El ascensor social en Espa?a, difundido por EsadeEcPol.
Tres factores
Las oportunidades de las personas dependen de, al menos, tres factores: las condiciones de su familia de origen [de su formaci¨®n sus contactos...], la situaci¨®n del mercado laboral y las caracter¨ªsticas del territorio donde se criaron, describe En las ra¨ªces de la desigualdad: movilidad social intergeneracional y territorio, publicado por la Fundaci¨®n La Caixa el pasado julio. Y como en Espa?a la expansi¨®n educativa fue m¨¢s r¨¢pida que la transformaci¨®n productiva del pa¨ªs, ello ha provocado que cada vez m¨¢s titulados universitarios est¨¦n ocupando puestos de trabajo de bajas competencias. ¡°Esta tendencia se ha amplificado con las crisis de 2008-2014 y de la covid-19, que reforzaron la importancia del origen familiar en los sectores m¨¢s vulnerables de la sociedad¡±.
Mientras, los problemas de la educaci¨®n siguen sobre la mesa. Y se concentran en las primeras etapas de la ense?anza, que l¨®gicamente condicionan las siguientes. El fracaso escolar, el abandono de los estudios y la elevada segregaci¨®n en las escuelas distinguen en negativo a Espa?a tanto respecto al resto de Europa como a los pa¨ªses de la OCDE. ¡°El 29% de los estudiantes menores de 15 a?os ha repetido curso al menos una vez. Este porcentaje triplica pr¨¢cticamente la media del 11% de la Uni¨®n Europea. Y, a igualdad de competencias, es cuatro veces m¨¢s probable que repitan en Espa?a los hijos de familias de bajos recursos que los de las otras¡±, analiza Soria. Adem¨¢s, est¨¢ demostrado que repetir curso no mejora los resultados educativos en absoluto y, sin embargo, resulta mucho m¨¢s costoso para el Estado.
Repetir curso es de pobres. De hecho, la diferencia entre los resultados acad¨¦micos de un alumno de nivel socioecon¨®mico bajo y otro de nivel alto es del 58%, lo que equivale a dos cursos de escolarizaci¨®n, indica otro an¨¢lisis de EsadeEcPol publicado esta semana. Como resultado de este retraso, son multitud de chicos los que abandonan los estudios, sobre todo, de nuevo, aquellos que provienen de los hogares con menos recursos.
Espa?a tambi¨¦n es uno de los pa¨ªses desarrollados donde la marcha temprana del colegio afecta a mayor n¨²mero de chavales. Aunque Ernesto Gasco destaca que entre 2018 y 2021 la tasa de abandono escolar ha descendido del 17,9% al 13,3% y ha bajado m¨¢s, en concreto seis puntos, entre los alumnos de nivel econ¨®mico bajo; este porcentaje sit¨²a al pa¨ªs a la cola de Europa, solo por delante de Rumania. La media europea est¨¢ en el 9,7%, seg¨²n Eurostat.
¡°La escuela no es el ascensor general que se establece en la Ley de Educaci¨®n. Estamos en uno de los pa¨ªses del mundo donde m¨¢s se repite curso, lo dice la OCDE, y esto lleva al abandono escolar prematuro porque los chicos creen que no sirven¡±, sostiene Carmen Heredero, miembro del Consejo Escolar de Estado y de la Federaci¨®n de Ense?anza de Comisiones Obreras (CC OO). ¡°Para corregir el abandono escolar habr¨ªa que dotar de recursos a los centros educativos, sobre todo a los que concentran a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable. Los a?os de reducci¨®n del gasto educativo han sido terribles; han aumentado el gasto de las familias, pero no todas se lo pueden permitir¡±, agrega.
Los recortes en el presupuesto de Educaci¨®n comenzaron en 2010 con la crisis financiera y alcanzaron su momento ¨¢lgido en 2014 (con 44.789 millones de euros frente a los 53.895 de 2009). Hasta hace dos a?os no se superaron esos niveles previos. Los datos del Ministerio de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional indican que en 2021 la inversi¨®n p¨²blica fue de 59.216 millones y en 2022 est¨¢n presupuestados 61.912 millones. Una cuant¨ªa que Hernando sigue considerando insuficiente. ¡°Ahora el gasto p¨²blico ha llegado al 5% del PIB, recuperando los niveles anteriores a la crisis financiera, pero necesitar¨ªamos mucho m¨¢s. Al menos alcanzar el 7%¡±.
Se puede tener un sistema m¨¢s justo, que fomente las oportunidades con becas y refuerzos en el estudio, o un sistema que no compense las desventajas, aprecia Mar¨ªa Fern¨¢ndez. ¡°Y Espa?a tiene un modelo caracterizado por un sector privado m¨¢s amplio que el resto de los pa¨ªses del mundo desarrollado [representa el 32,7% de los centros de ense?anza no universitarios], con unos colegios concertados que lo han pervertido mucho. Porque en estos centros el nivel socioecon¨®mico de los ni?os es muy superior al de los p¨²blicos, son m¨¢s caros y esto es una limitaci¨®n a la igualdad de oportunidades. Hay una segregaci¨®n perniciosa que discrimina en el acceso a los ni?os de clases bajas, inmigrantes o con problemas¡±, razona la docente, ¡°y la Administraci¨®n hace la vista gorda al permitir que los centros privados cobren a trav¨¦s de las asociaciones de padres¡±.
Sector privado
La profesora de la Universidad Complutense cree que habr¨ªa que volver al dise?o b¨¢sico, a que los colegios concertados se pareciesen m¨¢s a los p¨²blicos, en lugar de continuar detrayendo fondos de la ense?anza p¨²blica hacia la privada.
En Madrid y Catalu?a se est¨¢ disparando la segregaci¨®n escolar, mantiene Olga Cant¨®. Aunque es la comunidad aut¨®noma presidida por Isabel D¨ªaz Ayuso a la que todos los expertos miran cuando se habla de esta discriminaci¨®n. No hay m¨¢s que ver las becas que ha desplegado para familias que ganan m¨¢s de 100.000 euros al a?o. Un estudio de Save the Children de 2021 se?ala que la segregaci¨®n socioecon¨®mica en educaci¨®n primaria en Espa?a es de las m¨¢s altas de la OCDE, m¨¢s elevada que en secundaria, solo por detr¨¢s de Lituania y Turqu¨ªa, con la Comunidad de Madrid a la cabeza. Para evitar que esta situaci¨®n contin¨²e restando oportunidades de progreso a los ni?os, sus autores proponen que se financie a los colegios en funci¨®n del alumnado vulnerable que escolaricen, acompa?ar a los chavales en su aprendizaje y modificar el modelo de asignaci¨®n de plazas para elevar la diversidad en los centros y hacer m¨¢s justo el proceso de admisi¨®n, aumentando el peso de criterios como la renta o el nivel educativo familiar en los baremos.
El sistema de becas tampoco es un acicate infalible para la movilidad social. ¡°El Gobierno ha hecho grandes esfuerzos ampliando el presupuesto para becas, estableciendo 2.134 millones de euros para el curso 2022-2023, lo que supone un aumento del 45% respecto a 2018, cuando Pedro S¨¢nchez lleg¨® a La Moncloa¡±, se?ala Ernesto Gasco. En los dos a?os anteriores la dotaci¨®n fue de unos 2.000 millones y benefici¨® a m¨¢s de un mill¨®n de alumnos, tras siete a?os en torno a 1.400 millones y entre 800.000 y 900.000 estudiantes apoyados. El problema es que falla la gesti¨®n, se pagan tarde y muchas familias no pueden anticipar el dinero, advierte Carmen Heredero. El gasto medio en ense?anza es de 437 euros anuales por hogar, aunque en comunidades como la de Madrid se duplica.
El territorio es otro de los ingredientes que intervienen en la igualdad de oportunidades educativa. ¡°En Barcelona es m¨¢s f¨¢cil progresar que en C¨¢diz o en Gran Canaria¡±, mantiene Javier Soria. Porque las grandes ciudades ofrecen m¨¢s opciones y atraen a gente de otras provincias con habilidades concretas. ¡°Desde el punto de vista de la pol¨ªtica p¨²blica, esto se deber¨ªa tener en consideraci¨®n y, en lugar de entender Espa?a como dos polos econ¨®micos, habr¨ªa que poner el acento en Andaluc¨ªa, Canarias y Extremadura, las comunidades con menor movilidad social, para que los j¨®venes que se quedan en ellas tengan oportunidades de ascenso social¡±, plantea.
La investigaci¨®n de Soria cuantifica en el 12,2% la movilidad intergeneracional espa?ola, en medio de pa¨ªses como Suecia, donde se sit¨²a en el 15,7%, o Suiza, en el 12,9%, y de Estados Unidos, con el 7,5%, e Italia, con el 9,9%. Catalu?a se coloca en los niveles de los pa¨ªses escandinavos, en tanto que Andaluc¨ªa y Canarias pueden compararse con los territorios sure?os de Estados Unidos.
Existen unas diferencias muy notables, de hasta 23.000 euros, entre los ingresos medios alcanzados por los hijos de las familias espa?olas m¨¢s ricas y las m¨¢s pobres. Adem¨¢s de una relaci¨®n positiva entre abandonar el lugar de origen y los resultados econ¨®micos de esos descendientes: para la gran mayor¨ªa de las provincias, salvo Madrid y Barcelona, los hijos que se mudan fuera de ellas acaban, en un percentil de renta m¨¢s alto respecto a los que se quedan, asegura el investigador, de ah¨ª la necesidad de dotar de mayores recursos educativos a las ¨¢reas de menor movilidad, que son donde m¨¢s abandono escolar temprano y tasa de repetici¨®n de curso se concentra.
¡°Si la desigualdad de oportunidades persevera y no se corrige el hecho de que los j¨®venes est¨¦n viviendo actualmente peor que sus padres, perderemos grandes potenciales para la recuperaci¨®n econ¨®mica y esto nos llevar¨¢ a un voto m¨¢s radical como consecuencia del malestar y la ira de los ciudadanos¡±, alerta Soria.
¡°Las sucesivas crisis han provocado que muchas personas bien formadas no tengan la oportunidad de desempe?ar su labor de acuerdo a su capacitaci¨®n, y esto puede ser causa de desaliento social que debemos afrontar, ya que siendo muy ventajosa, la buena formaci¨®n, hoy por hoy, no es garant¨ªa absoluta de esa incorporaci¨®n¡±, expone ?ngel Gabilondo por correo electr¨®nico. Para continuar a regl¨®n seguido: ¡°No obstante, sigue siendo adecuado decir que a mayor formaci¨®n, m¨¢s posibilidades de encontrar empleo. La educaci¨®n es el principal instrumento de movilidad social y la mejor ayuda para superar las desigualdades econ¨®micas y sociales de partida¡±.
Desempleo
Los datos del mercado laboral lo corroboran. Aunque el desempleo juvenil espa?ol figura entre los m¨¢s altos de la Uni¨®n Europea, solo por detr¨¢s de Italia y Grecia, el paro de la poblaci¨®n entre 25 y 35 a?os fue del 32,3% para las personas con titulaci¨®n de primaria o inferior en 2021, del 26,6% para los que alcanzaron la primera etapa de secundaria, del 18,3% para los que superaron la segunda y del 13% para los universitarios. Una diferencia de casi 20 puntos. Y lo mismo puede decirse de la tasa de empleo. Entre los graduados universitarios en los tres ¨²ltimos a?os de 20 a 34 a?os es del 76,8%, frente a la media europea del 84,9%, y entre los titulados en secundaria es del 62,3% (en la UE, del 73,1%).
Pese a ello, el mercado laboral no es capaz de absorber a los graduados universitarios. Otro de los grandes males de Espa?a. Hacen falta contactos, igual que idiomas y m¨¢steres, que solo est¨¢n al alcance de las familias m¨¢s pudientes, se?ala Carmen Heredero. En su opini¨®n, ¡°tenemos un exceso de titulaciones universitarias y un defecto grande de titulaciones de FP, para el que, adem¨¢s, nos quedamos cortos de plazas¡±. La representante de CC OO cree que habr¨ªa que aumentar el n¨²mero de plazas disponibles y la categor¨ªa que otorga la sociedad a la formaci¨®n profesional. La ley Cela¨¢ pone en marcha el intento, pero conseguirlo cuesta mucho m¨¢s¡±.
Aunque la educaci¨®n hoy en d¨ªa no garantice el ascenso social, lo cierto es que sigue siendo la mejor herramienta disponible para reducir las desigualdades. Pero mientras el modelo productivo no cambie y genere nuevos empleos, ser¨¢ dif¨ªcil que los hijos dejen de vivir peor que sus padres.
H¨¢ndicaps para la integraci¨®n laboral
Los niños pobres afrontan dos hándicaps a la hora de progresar en sus estudios. Por un lado, tienen un rendimiento académico inferior al de sus compañeros de otros escalafones sociales por la falta de recursos y de apoyo a la educación de sus familias (también del sistema escolar) y, por otro, en el momento de tomar la decisión de continuar formándose, sus familias tienen mayor aversión al riesgo que las de clase alta y se conforman con que sus hijos estudien tanto como ellos o poco más. Lo cuenta la profesora de la Universidad Complutense María Fernández.
La covid no ha hecho más que empeorar la situación por las dificultades de acceso de los hogares menos acomodados a la tecnología. Tanto es así que, según Cruz Roja, los jóvenes entre 16 y 30 años que atiende en sus centros, que se han duplicado con la pandemia, se enfrentan a un círculo de precariedad, explotación laboral y dificultad para formarse que dificulta su inserción laboral y les sitúa ante el riesgo de pobreza. Más de la mitad de ellos están en paro y uno de cada cuatro tiene un contrato temporal a tiempo parcial. En su mayoría, cuentan con un bajo nivel de formación. El 40% con FP o Bachillerato y el 10% son universitarios.
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