¡°No pienso tirar la toalla¡±: as¨ª se abren paso los j¨®venes con discapacidad en el mercado laboral
La contrataci¨®n de menores de 25 a?os crece un 33% en este colectivo y ahora quieren elegir su trabajo
Para Pedro Consuegra (25 a?os), las sopas de letras y los n¨²meros ya no tienen ning¨²n secreto. Tras cursar un programa de talento digital de la Fundaci¨®n Once, acaba de dar el pistoletazo de salida a su carrera laboral. ¡°Me han contratado como programador en Cabify. Es como si para m¨ª se abriera otra puerta para crecer¡±, apunta ilusionado. Su discapacidad f¨ªsica, la fibrosis qu¨ªstica, no le ha impedido encontrar un empleo que le permita dar voz a una de sus pasiones m¨¢s grandes: las matem¨¢ticas. ¡°Dentro de mi grupo de amigos que tienen mis mismos problemas de salud, ninguno nos conformar¨ªamos con trabajar en cualquier cosa. En los a?os en los que vivamos, la prioridad es disfrutar cada d¨ªa¡±, agrega.
En Espa?a, m¨¢s de 145.000 j¨®venes con discapacidad entre 16 y 29 a?os aspiran a labrarse un futuro en igualdad de condiciones al resto de la poblaci¨®n. El empleo representa la palanca fundamental para garantizar independencia econ¨®mica, normalizar su vida y hacer efectiva su participaci¨®n en todas las esferas sociales. La pandemia socav¨® sus expectativas, sin embargo, la superaci¨®n de la crisis les ha brindado nuevos horizontes y ahora son m¨¢s conscientes que nunca de su potencial para aportar talento en una compa?¨ªa, se?ala Francisco Mesonero, director general de la Fundaci¨®n Adecco. ¡°Ya no consideran el empleo como una limosna, sino como un derecho adquirido con el que contribuir a la sociedad con sus capacidades¡±, a?ade.
Seg¨²n una reciente encuesta de la fundaci¨®n, si el a?o pasado casi la mitad de los menores de 30 a?os con discapacidad buscaba un empleo de lo que fuera, actualmente un 86% quiere trabajar en una posici¨®n concreta. El empleo constituye la principal preocupaci¨®n de futuro para cuatro de cada cinco encuestados, seguido de formar una familia y encontrar una vivienda.
La covid no ha entorpecido los planes de Maika Hidalgo (24 a?os), que una vez acabado el grado en Educaci¨®n Social de la UNED desea asistir a las mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. ¡°Quiero empoderar a las personas independientemente de su situaci¨®n, ya que en el d¨ªa a d¨ªa desde que nac¨ª siempre he tenido que mostrar una fortaleza extra para hacer cualquier cosa¡±, cuenta. Hidalgo sufre de una par¨¢lisis cerebral infantil que la obliga a desplazarse con una silla de ruedas el¨¦ctrica. Un inconveniente para el desarrollo de su carrera profesional. ¡°Las casas de acogida para las mujeres maltratadas son muchas veces inaccesibles por las barreras arquitect¨®nicas. No s¨¦ c¨®mo podr¨¦ adecuarme al sector¡±, revela.
Los j¨®venes con discapacidad tienen que abordar un panorama laboral cuesta arriba. La Fundaci¨®n Once as¨ª lo demuestra: si bien cuentan con una tasa de actividad similar al conjunto del colectivo de personas con discapacidad, un 33,4%, tienen que lidiar con una baj¨ªsima tasa de empleo (17%) y un nivel de paro insostenible (49%). Adem¨¢s, quienes logran un empleo apenas alcanzan un salario bruto anual de 13.657 euros, hasta casi 7.000 euros menos que la media de las personas con discapacidad de todas las edades (ya de por s¨ª un 16% m¨¢s bajo que el de los empleados sin discapacidad).
Dentro del colectivo, el camino no es igual para todos. Las personas con discapacidad intelectual necesitan de una mayor acci¨®n pol¨ªtica y social para incorporarse al trabajo. ¡°Se enfrentan a un mayor prejuicio porque tienen menos visibilidad. Esa dificultad estriba en la visi¨®n paternalista que hemos tenido al respecto. Tenemos que adaptar los puestos de trabajo a la discapacidad, no viceversa¡±, advierten desde la secretar¨ªa de Pol¨ªticas Sociales de UGT.
Aunque el tipo de discapacidad con mayor presencia es la f¨ªsica, las ps¨ªquicas y mentales cobran mayor protagonismo entre los j¨®venes, asegura Sabina Lobato, directora de formaci¨®n y empleo de la Fundaci¨®n Once. Andrea G¨®mez (21 a?os) no oculta sus dificultades de aprendizaje. Al acabar la ESO, la Fundaci¨®n A la Par la ense?¨® a manejar el ordenador y la guio en su formaci¨®n. Desde hace seis meses trabaja como auxiliar administrativo en Acerinox, donde se encarga de la digitalizaci¨®n de los documentos. ¡°Al principio, me costaba controlar los nervios y tambi¨¦n socializar, porque era mi primer trabajo. Pero luego fui cogiendo m¨¢s fluidez¡±, apunta.
Luces y sombras
A pesar de las dificultades, el mercado laboral refleja que la inclusi¨®n de las personas con discapacidad est¨¢ teniendo ¨¦xito. En 2021, el n¨²mero de contratos del colectivo aument¨® un 24% con respecto al a?o anterior, seg¨²n el Servicio P¨²blico de Empleo Estatal (SEPE). Y es precisamente entre los menores de 25 a?os donde m¨¢s se ha percibido ese incremento (33%), aunque suman menos de un 8% de la contrataci¨®n total.
Este a?o se cumplen cuatro d¨¦cadas de la aprobaci¨®n de la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y de su Inclusi¨®n Social (la antigua LISMI), que exige a las empresas de m¨¢s de 50 trabajadores incorporar al menos un 2% de profesionales con discapacidad. Aunque seg¨²n los sindicatos no existen datos para comprobar cu¨¢ntas compa?¨ªas cumplen la cuota, la normativa ha proporcionado mayor visibilidad de este colectivo en el ¨¢mbito empresarial. ¡°Muchas firmas han entendido que son m¨¢s competitivas si apuestan por el talento sin etiquetas. Se han dado cuenta de que la mejora del clima laboral y el orgullo de pertenencia de los empleados se basa en saber gestionar la diversidad¡±, indica Mesonero.
Aun as¨ª, varios organismos que apoyan a las personas con discapacidad hacen un llamamiento a no bajar la guardia en cuanto al trabajo de concienciaci¨®n en las empresas. Del total de personas contratadas en Espa?a en 2021, solo el 2% ten¨ªan alguna discapacidad, cuando el colectivo representa m¨¢s del 6% de la poblaci¨®n en edad laboral (de 16 a 64 a?os). ¡°Estas cifras nos deben hacer reflexionar sobre el camino que queda por recorrer para que las empresas sean realmente un reflejo de la sociedad¡±, dice Lobato.
Eliminar el estigma todav¨ªa es una batalla abierta. ¡°A menudo se fijan solo en tu grado de discapacidad y ni te llaman para comprobar las limitaciones reales que tienes para desarrollar el trabajo¡±, anota Hidalgo, que cuando solicit¨® hacer pr¨¢cticas la rechazaron en un par de puestos porque la oficina no era accesible. Le falta un a?o para acabar la carrera y no se rinde: ¡°No pienso tirar la toalla. No dejo de luchar para trabajar en lo que me gusta. Necesito un trabajo cuanto antes para poder independizarme, pero quiero especializarme en mi sector¡±, afirma.
Sector servicios
La mayoría de los empleados con discapacidad trabajan en el sector servicios (80%). Dentro de ese, hay actividades que tienen un volumen de contratación muy importante, como mantenimiento de edificios y jardinería, las administrativas de oficina y las de servicios sociales sin alojamiento, que absorben un 17% de los nuevos contratos del colectivo en 2021, según el SEPE. “Son profesiones donde las personas con discapacidad tienen una presencia importante históricamente. Muchas veces las oportunidades de empleo están vinculadas a las entidades sociales de discapacidad. Además, esas personas suelen tener un menor nivel de estudios, lo que dificulta su incorporación”, indica Josefa Torres Martínez, secretaria de la Comisión de Inclusión Laboral del Cermi. De hecho, un 37% de la población española cuenta con estudios superiores, pero dentro del colectivo este porcentaje se reduce a la mitad.
La fuerte terciarización del mercado laboral, aún más acusada entre las personas con discapacidad, no debe cerrar la puerta a un posible cambio de tendencia. “Es cierto que en función del tipo de discapacidad puede haber algunas limitaciones en el desarrollo de ciertas profesiones. ¿Pero qué más da si un trabajador de software está en una silla de ruedas?”, se pregunta Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs. En ello coincide la joven Malka Hidalgo: “No se puede concebir que lleguemos a un sitio y que nos digan que no están preparados para nosotros. Hace falta mucha más presencia de nuestro colectivo en todos los ámbitos de la vida”.
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