Los tipos de inter¨¦s que vienen
El BCE encarece el coste del dinero y anuncia m¨¢s ajustes, cuando prev¨¦ una recesi¨®n

Se esperaba que el giro restrictivo de la pol¨ªtica monetaria iniciado por el banco central desde el pasado verano se acercara a un punto de inflexi¨®n, en consonancia con la moderaci¨®n de algunos de los principales factores del brote inflacionista: suavizaci¨®n de los cuellos de botella, menor pujanza de los mercados energ¨¦ticos, contenci¨®n de los salarios. Sin embargo, las expectativas de una mayor gradualidad se han visto frustradas por el mensaje inesperado del comunicado del BCE divulgado esta semana: Fr¨¢ncfort proceder¨¢ a nuevas subidas ¡°significativas¡± de tipos de inter¨¦s y prolongar¨¢ el ciclo restrictivo pese a la recesi¨®n que se vislumbra, seg¨²n sus propias previsiones.
Las declaraciones de Christine Lagarde posteriores a la publicaci¨®n del comunicado no dan lugar a duda. El BCE incrementar¨¢ fuertemente los tipos de inter¨¦s, adicionalmente al medio punto reci¨¦n instrumentado, lo que probablemente dejar¨¢ la facilidad de dep¨®sitos (la referencia que vertebra la pol¨ªtica monetaria) por encima del 3% a partir de la primavera, con perspectivas de nuevos ajustes posteriormente.
El endurecimiento se apoya en un diagn¨®stico pesimista acerca de la evoluci¨®n de la inflaci¨®n. La previsi¨®n de IPC de la eurozona se ha revisado al alza en torno a un punto porcentual, hasta el 6,3% en 2023 y 3,4% en 2024. Y sobre todo el banco central considera que, a falta de medidas restrictivas, la inflaci¨®n podr¨ªa anclarse por encima del objetivo del 2%.
El caso es que el contexto internacional generado por la guerra en Ucrania sigue siendo muy incierto, y que un nuevo shock energ¨¦tico no se puede descartar, ya sea por factores geopol¨ªticos o por el cambio de estrategia de China frente a la covid (si bien los mercados a plazo lo descartan de momento, a tenor de la estabilizaci¨®n de la cotizaci¨®n del gas en torno a su nivel actual). Adem¨¢s, los precios de los alimentos no dan tregua, convirti¨¦ndose en el principal quebradero de cabeza.
El mercado laboral apenas se ha resentido del debilitamiento de la econom¨ªa, alentando temores a un recalentamiento en algunos pa¨ªses.
Frente a estos argumentos, otros abogan por una mayor gradualidad en la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria. Porque la vuelta de tuerca ya se percibe en los criterios de concesi¨®n de pr¨¦stamos, los costes de financiaci¨®n y el cr¨¦dito. En Espa?a, por ejemplo, el volumen de nuevos pr¨¦stamos hipotecarios ha ca¨ªdo un 22% en los ¨²ltimos dos meses, y el de pr¨¦stamos a empresas un 17% (en t¨¦rminos desestacionalizados). Si bien la econom¨ªa ha resistido mejor de lo previsto, las se?ales de un pr¨®ximo enfriamiento son inequ¨ªvocas.
La mayor¨ªa de familias han agotado el colch¨®n de ahorro, de modo que la p¨¦rdida de capacidad de compra se est¨¢ trasladando al consumo. Los indicadores avanzados de ventas de grandes empresas, encuestas de facturaci¨®n y expectativas de actividad y de consumo, se orientan a la baja. Y el propio BCE anticipa una ca¨ªda del PIB durante los dos pr¨®ximos trimestres (-0,3% en total), lo que entra?a una elevaci¨®n de la previsi¨®n de paro.
Ante esos riesgos, el mero hecho de anunciar fuertes subidas de tipos no es anodino. Todo ello podr¨ªa haber incitado a una mayor cautela por parte del banco central, pero sin duda la preocupaci¨®n con la inflaci¨®n en pa¨ªses como Alemania ha pesado m¨¢s. Tendremos tambi¨¦n que integrar otra importante decisi¨®n de la autoridad monetaria: la retirada progresiva de los t¨ªtulos de deuda adquiridos por el banco central durante la era, ya pasada, de abundancia de liquidez.
Este proceso de ¡°restricci¨®n cuantitativa¡± ser¨¢ paulatino (el BCE todav¨ªa conservar¨¢ en su balance la mitad de los bonos que llegan a vencimiento) y sujeto a modificaciones en funci¨®n de las circunstancias para evitar sobresaltos financieros. Pero la restricci¨®n cuantitativa unida a las subidas de tipos conforma un desaf¨ªo para la sostenibilidad de nuestra deuda p¨²blica.
IPC
El IPC registró en noviembre un descenso del 0,1%, reduciendo la tasa de inflación total hasta el 6,8%, frente a una media del 10% en el conjunto de la zona euro. Sin embargo, la tasa subyacente se mantiene en niveles elevados (6,3%). Las presiones inflacionistas en la tasa subyacente se han moderado en los últimos meses, pero los incrementos mensuales continúan siendo superiores a los habituales antes de la pandemia. De las 192 subclases de bienes y servicios que componen el IPC, 100 tienen tasas de inflación superiores al 6%.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.