Maternidad y brecha salarial

En econom¨ªa, el coste de oportunidad es aquello a lo que se renuncia para obtener algo. En la vida misma, cualquier decisi¨®n implica ponderar beneficios y costes. As¨ª, por ejemplo, un estudiante universitario que pasa un viernes por la tarde prepar¨¢ndose un examen y renuncia a salir con sus amigos, considera que el beneficio futuro de estudiar supera la satisfacci¨®n de dedicar tiempo al ocio.

Cualquier decisi¨®n, por tanto, implica valorar el coste de oportunidad. Tambi¨¦n en la decisi¨®n de tener un/a hijo/a. La maternidad y paternidad, bajo el supuesto de adoptar esta decisi¨®n en el ¨¢mbito econ¨®mico, entre otros aspectos, supone una reorientaci¨®n de los intereses, que puede llevar a priorizar la vida familiar sobre la trayectoria profesional o a la inversa. Entre los costes de oportunidad que asumen madres y padres puede estar la renuncia a una carrera laboral. Sin embargo, ?es este coste igual para ambos sexos?

No. En Espa?a, despu¨¦s del nacimiento del primer hijo/a, la ca¨ªda de los ingresos laborales anuales de las madres es un 33% mayor que la de los padres, brecha que se mantiene pasados 10 a?os. Esta es la denominada ¡°penalizaci¨®n por hijo/a¡±, es decir, los ingresos a los que las madres renuncian. Sin embargo, cuando se analiza el ingreso por hora trabajada, no existe tal diferencia, ya que el origen es, principalmente, la menor participaci¨®n en el mercado laboral de la mujer.

As¨ª, la mujer no s¨®lo afronta una penalizaci¨®n por hijo/a, sino que esta se suma a la brecha salarial, diferencia de g¨¦nero que, aun cuando se ha reducido, sigue existiendo. Seg¨²n la Encuesta de Estructura Salarial, ha pasado de 3 euros por hora a 74 c¨¦ntimos entre 2014 y 2018 (¨²ltimo disponible), mientras que la Muestra Continua de Vidas Laborales la sit¨²a en el 17% en 2020. Esto es, las mujeres reciben un 17% menos de ingresos laborales que los hombres, teniendo en cuenta otras variables determinantes del salario.

Con todo, la penalizaci¨®n por hijo/a, m¨¢s all¨¢ de ser un fen¨®meno socialmente indeseable, tiene implicaciones econ¨®micas que conviene recordar en v¨ªsperas de la celebraci¨®n del D¨ªa de la Madre. En Espa?a, la tasa de natalidad se sit¨²a por debajo de 1,2 hijos por mujer, la m¨¢s baja de la Uni¨®n Europea, mientras que la diferencia entre el n¨²mero de hijos deseados y el de concebidos es una de las m¨¢s altas de Europa. Esta brecha de g¨¦nero es la punta del iceberg de un problema de precariedad laboral, de dificultad para acceder a una vivienda o de la falta de apoyo a la conciliaci¨®n y la corresponsabilidad de los cuidados y las tareas dom¨¦sticas.

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