Espa?a se coloca en el mapa de los ecobarrios
Barcelona acaba de aprobar un plan que desarrollar¨¢ un nuevo distrito dise?ado para luchar contra el cambio clim¨¢tico
Barcelona tendr¨¢ un nuevo barrio de casi nueve hect¨¢reas y 1.300 viviendas en los pr¨®ximos a?os en el que se esperan 3.250 vecinos. Estar¨¢ en la antigua f¨¢brica de Mercedes Benz, en el distrito de Sant Andreu, un recinto industrial abandonado desde 2007. Es una intervenci¨®n urban¨ªstica de calado en uno de los ¨²ltimos grandes solares de la ciudad. Pero lo realmente noticiable es su dimensi¨®n sostenible, que va en l¨ªnea con la tendencia global de los pa¨ªses occidentales por gestionar los recursos naturales del planeta de forma responsable.
Los ecobarrios, que de momento son m¨¢s iniciativas experimentales, est¨¢n dise?ados para combatir los peligros del cambio clim¨¢tico: sequ¨ªa, consumo energ¨¦tico, temperatura y emisiones de di¨®xido de carbono. Aunque lo cierto es que, al margen de estudios acad¨¦micos de distintos autores, no existe una definici¨®n oficial de la UE, una carencia que abre la puerta al uso indiscriminado de este t¨¦rmino que, a veces, es m¨¢s marketing que otra cosa. Una de las referencias al hablar de ecobarrios es el de Viikki, de 1999, situado a siete kil¨®metros del centro de Helsinki (Finlandia), construido seg¨²n 17 criterios medioambientales. De ¨¦l destacan las manzanas con corredores verdes o el drenaje del agua de lluvia con un sistema de recogida a escala urbana. Otros ejemplos en Europa son Bo01, en Malm? (Suecia) o el de Bonne, en Grenoble (Francia). Esta ultima ciudad, que fue Capital Verde Europea 2022, cuenta con cinco distritos con etiqueta sostenible. El objetivo de todos ellos no es solo la gesti¨®n de los residuos, el ahorro de agua o energ¨ªa, la integraci¨®n de la naturaleza y la gesti¨®n integral de la movilidad sostenible, sino tambi¨¦n aspectos sociales como la mejora de las relaciones ciudadanas.
El ecobarrio de Barcelona, que el Ayuntamiento aprob¨® en el pleno del 31 de marzo, sigue estos mandatos. LaMercedes ¡°est¨¢ pensado para combatir la emergencia clim¨¢tica con sostenibilidad a gran escala¡±, dice Paco Hugas, cofundador de la compa?¨ªa espa?ola Conren Tramway, ¨²nico promotor del proyecto. Para ello, han seguido, ¡°los principios de la taxonom¨ªa europea de actividades econ¨®micas sostenibles¡±, destaca Clemens Hoerter, director t¨¦cnico de Conren Tramway. Dos razones por las que la empresa se define como el ¡°primer gran ecodistrito de Espa?a y uno de los principales en Europa¡±. Aunque hay algunos precedentes espa?oles, como el de Sarriguren (Navarra) en 2008. Abri¨® el camino para otros ¡ªpocos¡ª desarrollos que se definen como verdes, como el de La Pinada (Paterna, Valencia) o La Florida (Asturias).
El barrio catal¨¢n se convertir¨¢ en un refugio clim¨¢tico: habr¨¢ tres grados menos de temperatura en verano y tres grados m¨¢s en invierno con respecto a las ¨¢reas perimetrales, seg¨²n Conren Tramway. La empresa dedicada a la inversi¨®n y promoci¨®n inmobiliaria, con 1.500 millones de euros en activos, compr¨® el pol¨ªgono en 2018 por un precio que no ha hecho p¨²blico.
Las tripas del proyecto, dise?ado por el estudio de arquitectura Batlleiroig, evidencian el cambio. Un gigantesco espacio verde de 4,5 hect¨¢reas (el 50% de la superficie) se extender¨¢ por todo el recorrido, que adem¨¢s estar¨¢ cerrado al tr¨¢fico privado siguiendo el modelo de las supermanzanas que ya existen en Barcelona. La movilidad es una de las se?as de identidad de este ecodistrito, que nace sin coches. Desde las calles perimetrales se acceder¨¢ a unas v¨ªas inferiores que conducir¨¢n a aparcamientos subterr¨¢neos. La circulaci¨®n exclusiva de peatones y bicicletas liberar¨¢ un 50% de la superficie para albergar zonas verdes y espacios p¨²blicos. ¡°Es un gran parque diseminado entre las viviendas. Al conservar edificios existentes se van generando plazas o claustros verdes unidos entre s¨ª¡±, cuenta Enric Batlle, socio de Batlleiroig.
El barrio, ejemplo de la necesaria colaboraci¨®n p¨²blico-privada en este tipo de proyectos, se levantar¨¢ sobre un lugar que hace a?os ten¨ªa otro uso. Este reciclaje de los edificios industriales obsoletos limita ¡ªel cu¨¢nto lo est¨¢n estudiando¡ª el impacto y reduce la huella de carbono de la fase de construcci¨®n. El hito m¨¢s importante es la vieja nave de producci¨®n, que se convertir¨¢ en una plaza de 11.400 metros cuadrados con cubierta ajardinada. ¡°Ser¨¢ el centro de la vida del barrio, con espect¨¢culos y propuestas culturales¡±, dice Huga.
Se busca eso que los anglosajones llaman ciudad esponja, gracias al uso de pavimentos permeables, como la cer¨¢mica, que absorber¨¢n el agua de lluvia para el riego. ¡°El 55% de la superficie ser¨¢ permeable, frente al 25% habitual¡±, apunta Batlle. Tambi¨¦n se reutilizar¨¢n las aguas grises para las cisternas de los pisos. La suma de estas medidas consigue reducir a la mitad el consumo de agua respecto a un barrio de nueva construcci¨®n.
Los edificios tendr¨¢n un consumo de energ¨ªa casi nulo y se priorizar¨¢ el uso de materiales como el hormig¨®n reciclado, la cer¨¢mica (no absorbe tanto calor como el metal o el hormig¨®n) y la madera. Y formar¨¢n una comunidad energ¨¦tica. ¡°La producci¨®n de energ¨ªa proceder¨¢ de fuentes renovables (placas fotovoltaicas situadas en todos los edificios y en el techo de la plaza), as¨ª como de un district heating y un district cooling ¡ªsistemas de producci¨®n centralizada de calor y fr¨ªo¡ª¡±, cuenta Batlle.
El resultado, cuando la utop¨ªa se convierta en tangible, se notar¨¢ en el bolsillo de los residentes. La zona tendr¨¢ un 66% menos de necesidades de fr¨ªo y un 23% menos de exigencias de calor frente a un barrio de nueva construcci¨®n del mismo tama?o que cumpliera con el C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n (CTE). Y la demanda el¨¦ctrica para iluminaci¨®n o aparatos se reducir¨¢ un 20% gracias a la producci¨®n de energ¨ªa fotovoltaica.
Usos mixtos
Las obras comenzar¨¢n previsiblemente en 2025, tras la obtenci¨®n de las licencias pertinentes. Y, si se cumplen los plazos, concluir¨¢n en 2029. Para entonces habr¨¢ 185.000 metros cuadrados edificables. La empresa dice desconocer por ahora el volumen de la inversi¨®n global. Adelantan que el coste de construcci¨®n con materiales sostenibles no es m¨¢s de un 5% superior al precio de los tradicionales.
La aprobaci¨®n del proyecto desde sus inicios ha sufrido cambios tras las alegaciones presentadas por los vecinos de las zonas aleda?as, que criticaban la masificaci¨®n, el ¨ªndice de edificabilidad y los deficientes planes de movilidad. Tras estas, se rebaj¨® el n¨²mero de viviendas de 1.450 a 1.300. ¡°Nos parece que se ha quedado corto porque ped¨ªamos una rebaja mayor de la edificabilidad y un abordaje m¨¢s amplio de la movilidad para toda la zona¡±, cuenta Jordi Jans¨¤ y L¨®pez del Vallado, portavoz de la Asociaci¨®n de Vecinos La Maquinista. Las medidas de sostenibilidad les parecen positivas. De esos 1.300 pisos, el 40% ser¨¢ vivienda social. Aunque en un principio el destino de los pisos era el alquiler, la empresa se cuestiona ahora si destinar una parte a la venta tras la aprobaci¨®n de la ley de vivienda, que consideran perjudicial.
El 35% de la superficie del nuevo distrito, equivalente a 51.700 metros edificables, se destinar¨¢ a oficinas y a un campus para promover el conocimiento que previsiblemente tendr¨¢ a Elisava, la escuela referente en dise?o e ingenier¨ªa de Barcelona, como primer inquilino, seg¨²n Paco Hugas. A ello hay que a?adir m¨¢s de 15.000 metros de espacios comerciales, que ser¨¢n fundamentalmente de proximidad. Otros 11.000 metros se dedicar¨¢n a servicios p¨²blicos como escuelas y centros comunitarios.
Seg¨²n un estudio de Deloitte, la construcci¨®n de laMercedes generar¨¢ 490 empleos directos y 1.180 puestos de trabajo indirectos e inducidos. Despu¨¦s, se crear¨¢n 5.000 puestos de calidad gracias al nuevo ecosistema empresarial.
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