Jefe, tenemos a un inspector de trabajo en recepci¨®n

La maquinaria de la Inspecci¨®n de Trabajo y Seguridad Social nunca se para. Pendiente de que el Gobierno refuerce su estructura y sus medios, este organismo es uno de los que m¨¢s asusta a las empresas cuando los funcionarios atraviesan sus puertas o cuando reciben una notificaci¨®n que lleva su sello. Porque sus cerca de 3.000 efectivos vigilan el cumplimiento de las compa?¨ªas en materia laboral. Cada d¨ªa m¨¢s. En 2023 realizaron 607.000 actuaciones, un 10% por encima del a?o anterior, seg¨²n los datos del Ministerio de Trabajo, que ha declinado responder a las preguntas de este peri¨®dico. Tiene en marcha muchas campa?as, algunas tradicionales y recurrentes, como pueda ser el fraude en la cotizaci¨®n o en las prestaciones, y otras de temporada, como actualmente sucede con las medidas de conciliaci¨®n e igualdad de g¨¦nero, explica un inspector que pide anonimato.

Por ello, las organizaciones deben estar preparadas para cuando les llegue el momento de someterse a este escrutinio. Que les llegar¨¢. ¡°Las compa?¨ªas no saben muy bien c¨®mo funciona la Inspecci¨®n y a qu¨¦ se dedica. Y cuando les pide documentaci¨®n, tampoco saben a lo que est¨¢n obligadas y a lo que no¡±, mantiene David D¨ªaz, director del ¨¢rea laboral de Baker McKenzie. Por ello no es de extra?ar que tanto los propios funcionarios como los bufetes de abogados impartan cursos para ense?ar a las organizaciones c¨®mo deben actuar ante una inspecci¨®n. Creen que antes de la visita, normalmente sin previo aviso, es b¨¢sico contar con un protocolo para saber reaccionar y salir airosos del trance.

La Inspecci¨®n de Trabajo act¨²a previa denuncia (que puede poner cualquier persona y es confidencial), o bien cuando recibe una comunicaci¨®n an¨®nima a trav¨¦s del buz¨®n que tiene habilitado para ello, a resultas de un cruce masivo de datos normalmente entre la Tesorer¨ªa de Seguridad Social y el SEPE, o a petici¨®n de otras administraciones, especialmente juzgados. En torno al 15% de sus actuaciones acaban en sanci¨®n, cuya cuant¨ªa oscila entre 70 y 225.018 euros en el caso de las relaciones laborales y puede llegar hasta casi el mill¨®n (983.736 euros) cuando de prevenci¨®n de riesgos laborales se trata.

Colaboraci¨®n es la palabra m¨¢gica que citan todos los expertos consultados a la hora de abordar una inspecci¨®n. Si no la hay, la empresa puede ser objeto de sanci¨®n. Y por colaboraci¨®n se entiende que el responsable de recursos humanos o alguno de los miembros del departamento atiendan al representante p¨²blico y aporten la documentaci¨®n que solicita. ¡°Por ejemplo, en el caso de una denuncia por exceso de horas extras, es importante tener la documentaci¨®n en el centro de trabajo¡±, explica el inspector. ¡°Cuando la empresa dice que el registro de jornada est¨¢ en la gestor¨ªa, la presunci¨®n juega a favor del denunciante¡±, a?ade.

¡°Hay que entregar la documentaci¨®n que te pide el inspector si es razonable y, si no lo es, hac¨¦rselo ver¡±, aprecia Jorge Aranaz, socio de Cuatrecasas. Adem¨¢s, contin¨²a el letrado, se debe facilitar la documentaci¨®n bien colocada, ordenada en el sentido que interese a la empresa, para que as¨ª la vea el funcionario. Y, si falta algo, no negarlo ni esconderlo porque la inspecci¨®n suele requerir para modificar la conducta y, en caso de no hacerlo, sanciona.

No est¨¢ de m¨¢s que los representantes de los trabajadores est¨¦n presentes durante la visita del alto funcionario. Tampoco que asista el abogado de la empresa, seg¨²n Juan Grangel, of counsel de Baker McKenzie y exdirector de la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude, que avisa de que las declaraciones espont¨¢neas recogidas durante la inspecci¨®n tienen m¨¢s peso que las realizadas en los despachos en el caso de que se llegue a los juzgados.

El control del fraude en la contrataci¨®n (especialmente de los trabajadores temporales, a tiempo parcial y fijos discontinuos) y del tiempo de trabajo representan buena parte del grueso de las actuaciones actuales de la Inspecci¨®n (m¨¢s de la mitad de las realizadas el a?o pasado en materia de relaciones laborales), le siguen los salarios, y a mucha distancia los planes de igualdad, repasa Ana Ercoreca, presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social (SITSS), que suma la prevenci¨®n de riesgos laborales entre las cuestiones m¨¢s relevantes a vigilar.

Unas actuaciones que para la abogada Tania Flores, del bufete dPG Legal, tienen af¨¢n recaudatorio. La letrada se queja de que ¡°en una semana hemos recibido dos citaciones¡±. Para comprobar si una empresa cumpl¨ªa con la cuota de empleados con discapacidad y si en otra la abundancia de dietas y sus deducciones estaban justificadas. En ambas, cuenta Flores, han salido airosos, tras aportar la documentaci¨®n de los ¨²ltimos cuatro a?os en el segundo caso (el inspector puede requerir hasta los ¨²ltimos cinco a?os). Ercoreca niega que la instituci¨®n act¨²e siguiendo criterios recaudatorios. ¡°No hay intenci¨®n sancionadora¡±, declara.

¡°Nuestra funci¨®n es que aflore el fraude, detectar las bolsas que existen¡±, asegura el inspector, que distingue entre requerimiento del organismo dependiente del Ministerio de Trabajo (la mayor¨ªa de las actuaciones) y las sanciones (entre el 10% y el 15% del total). ¡°En los temas documentales no solemos sancionar, en cambio, en los fraudes de las prestaciones o en extranjer¨ªa no perdonamos ni una¡±, prosigue. El alto funcionario es consciente de que existen empresas como las de reparto a domicilio que han impulsado la ley de riders con presupuestos multimillonarios para afrontar las sanciones por operar con falsos aut¨®nomos o de que la duraci¨®n media de un contrato en Espa?a es de 46 d¨ªas, pues los empresarios proceden a rescindir muchos indefinidos durante el periodo de prueba para que les salga m¨¢s barato. Muchos opinan que defraudar sale barato.

300 normas a cumplir

Tras la covid el trabajo de los inspectores se ha incrementado sobremanera, con m¨¢s de 300 normas laborales aprobadas desde entonces, destaca Ana Ercoreca, para quien el mercado de trabajo cada vez es m¨¢s complejo. Por eso no sorprende la afirmaci¨®n de Grangel: ¡°Muchas veces las empresas no son conscientes de cu¨¢l es su situaci¨®n interna. Est¨¢n incumpliendo la legislaci¨®n laboral y no lo saben¡±, algo que ocurre sobre todo en cotizaciones a la Seguridad Social, contratos, tiempo de trabajo y horas extraordinarias o en materia de igualdad y riesgos psicosociales. En su despacho, cerca de una decena de empresas acaban de someterse a una inspecci¨®n por el registro horario (el a?o pasado las infracciones detectadas se dispararon un 45% hasta sumar 14.292 y las sanciones impuestas superaron los 15 millones de euros).

¡°Tenemos tal profusi¨®n normativa que a veces estar al d¨ªa de todo es muy complicado para las empresas. Hasta la covid est¨¢bamos tranquilos, despu¨¦s se han ido sucediendo una norma tras otra a golpe de decreto¡±, apoya Aranaz. Ercoreca cree que las empresas no son incumplidoras de por s¨ª, pero cuando por ejemplo en el sector de hosteler¨ªa no han dado de alta a los trabajadores, dif¨ªcilmente se puede esperar que les paguen correctamente. Si no hacen lo b¨¢sico...

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