La cooperaci¨®n internacional, en entredicho

Desde que Donald Trump volvi¨® a la Casa Blanca, cada d¨ªa hay cambios de rumbo en pol¨ªticas que afectan a la econom¨ªa mundial. Uno de ellos ha sido el desmantelamiento de programas clave de la Agencia de Cooperaci¨®n Internacional (USAID, por sus siglas en ingl¨¦s), cuya funci¨®n es distribuir ayuda exterior para el desarrollo a unos 130 pa¨ªses. Las consecuencias inmediatas ya se han materializado con la paralizaci¨®n de programas de vacunaci¨®n, cierre de hospitales y caos en las agencias de cooperaci¨®n financiadas con dicha ayuda.

Las repercusiones a medio plazo de la congelaci¨®n de la ayuda exterior no ser¨¢n necesariamente las esperadas por el presidente. Aunque la medida sea temporal, podr¨ªa alargarse en el tiempo. Hay un consenso entre economistas del desarrollo en que la ayuda exterior, adem¨¢s de tener un componente geopol¨ªtico, genera un beneficio para los pa¨ªses donantes que puede superar las ganancias de los pa¨ªses receptores. Aunque se reconoce la primac¨ªa de los intereses de los donantes, sus beneficios no suelen evaluarse p¨²blicamente de forma sistem¨¢tica. La atenci¨®n se centra m¨¢s bien en la efectividad de las pol¨ªticas y proyectos en destino.

La ayuda al desarrollo suele impulsar las exportaciones de los donantes y podr¨ªa estimular las de los receptores. En cuanto a las primeras, los estudios muestran que un aumento en la ayuda bilateral destinada a un pa¨ªs incrementa las exportaciones del donante a ese destino, especialmente a largo plazo. Seg¨²n varios estudios elaborados por el grupo de investigaci¨®n de econom¨ªa del desarrollo de la Universidad de Gotinga, el gasto en ayuda de donantes relevantes, como Alemania, Francia, Reino Unido, Jap¨®n, Estados Unidos y Australia hace crecer sus exportaciones hacia los pa¨ªses que reciben su ayuda. Cada d¨®lar desembolsado genera, en promedio, un aumento de hasta la misma cuant¨ªa en exportaciones del donante.

En segundo lugar, impulsar las exportaciones de los pa¨ªses de bajos ingresos es uno de los objetivos de la ayuda dirigida a estimular el comercio. Sin embargo, lograr este prop¨®sito sigue siendo dif¨ªcil. De hecho, las investigaciones indican que el efecto de la ayuda en las exportaciones de los pa¨ªses receptores es dif¨ªcil de identificar. Adem¨¢s, la evidencia sobre la distribuci¨®n de los beneficios de las exportaciones impulsadas por la ayuda sigue siendo controvertida. Por ejemplo, la ayuda exterior dedicada a inversiones en infraestructura, energ¨ªa y telecomunicaciones ha sido efectiva en promover las exportaciones de pa¨ªses en Asia y Latinoam¨¦rica, no tanto as¨ª en ?frica Subsahariana. Estos programas han beneficiado a las grandes corporaciones exportadoras de minerales, que se aprovechan de las mejoras en infraestructura y las consecuentes reducciones en los costes de comercio. Las cadenas de producci¨®n globales, a menudo dominadas por multinacionales, suelen generar rentas con subcontratos, asimetr¨ªas en las estructuras de mercado y posiciones dominantes que hacen que los beneficios de la ayuda exterior fluyan de nuevo hacia los pa¨ªses donantes.

La ayuda exterior sirve asimismo como un instrumento negociador en las estrategias de pol¨ªtica comercial. Los donantes desembolsan ayudas para obtener ventajas sobre sus competidores, negociar acuerdos preferenciales o introducir cambios en las pol¨ªticas econ¨®micas de los pa¨ªses receptores (privatizaciones, o reducciones en impuestos) que les puedan beneficiar. Donal Trump quiere quedarse solo con el componente estrat¨¦gico de la ayuda exterior.

?Qu¨¦ ocurrir¨¢ si Estados Unidos deja de ser un actor importante en la ayuda internacional? En primer lugar, va a distorsionar uno de los instrumentos clave de pol¨ªtica exterior. En segundo t¨¦rmino, otros podr¨ªan ocupar su puesto. China ya lo ha hecho en muchos pa¨ªses africanos. Tambi¨¦n da?ar¨¢ los avances alcanzados en salud p¨²blica global. Adem¨¢s, perder¨¢ la oportunidad de tender puentes a pa¨ªses no alineados all¨ª donde se retire como actor clave. Tal vez Estados Unidos rectifique a tiempo, como ha tratado de hacer el secretario de Estado, Marco Rubio, dictando una exenci¨®n para la ayuda humanitaria, pero quiz¨¢ sea demasiado tarde.