Miguel Soler, coautor del nuevo sistema de aprendizaje: ¡°Ser¨¢ mejor para el que hoy no acaba la ESO y para el futuro astrof¨ªsico¡±

Miguel Soler (Valencia, 67 a?os) es uno de los siete expertos que ha redactado el documento base de la nueva forma de aprender y evaluar en la escuela (el curr¨ªculo) que prepara el Gobierno. Licenciado en Matem¨¢ticas, profesor de instituto, antiguo alto cargo del Ministerio de Educaci¨®n en los gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y n¨²mero dos del departamento de Educaci¨®n de la Generalitat valenciana, Soler es uno de los grandes referentes dentro del PSOE en la materia.

Con ¨¦l y con el consejero Vicent Marz¨¤ (de Comprom¨ªs), la Comunidad Valenciana se ha convertido en uno de los territorios que m¨¢s est¨¢ transformando el sistema educativo. Uno de los cambios m¨¢s innovadores y m¨¢s contestados por parte del profesorado es el aprendizaje por ¨¢mbitos, la mezcla de asignaturas para hacer una ense?anza menos compartimentada y m¨¢s aplicada. Una f¨®rmula que hasta donde ha permitido el presupuesto ha ido acompa?ada de la codocencia (dos profesores en el aula). El de Valencia ha sido tambi¨¦n uno de los primeros Ejecutivos auton¨®micos en desvincular la repetici¨®n de un n¨²mero concreto de suspensos. La entrevista tiene lugar en su despacho, con las ventanas abiertas para que corra el aire.

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Pregunta. ?Por qu¨¦ el n¨²mero de suspensos no debe determinar la repetici¨®n?

Respuesta. Espa?a es uno de los pa¨ªses donde m¨¢s se repite curso, y se ha constatado que en general no sirve para superar las dificultades de aprendizaje. Solo sirve en determinados casos. Por ejemplo, cuando un alumno ha tenido un a?o especialmente dif¨ªcil por alg¨²n motivo o necesita m¨¢s tiempo para madurar. Pero normalmente no es as¨ª. Pongamos un alumno de primero de la ESO sobre el que el profesorado se pregunta: ?ha superado lo que estaba previsto para este curso? Por la propia din¨¢mica de los procedimientos de evaluaci¨®n, si la respuesta es no, autom¨¢ticamente, se decide que repita. Nadie, sin embargo, defiende la repetici¨®n indefinida del mismo curso y ninguna ley ha contemplado hacer el mismo curso m¨¢s de dos veces. As¨ª que ese alumno de primero de la ESO al que se le ha hecho repetir sabe que haga lo que haga ese curso no volver¨¢ a repetir, aunque est¨¦ todo el a?o tumbado a la bartola. La consecuencia es que, salvo una minor¨ªa, los alumnos que repiten est¨¢n peor que un a?o antes de repetir, porque han pasado un curso casi en blanco, adem¨¢s de que se les ha separado de sus compa?eros.

P. ?Cu¨¢l es su alternativa?

R. Hay que analizar la trayectoria del alumno, ver en qu¨¦ tiene dificultades y decidir qu¨¦ ser¨¢ mejor para ¨¦l: ?repetir curso, aunque no sea haciendo exactamente lo mismo, sino con medidas que le ayuden a superar las dificultades, o pasar al siguiente con medidas de refuerzo? Muchas veces la mejor opci¨®n ser¨¢ la segunda. Que si un alumno ha tenido dificultades en matem¨¢ticas, f¨ªsica y geograf¨ªa, los recursos econ¨®micos y personales se concentren en darle refuerzo en esas materias. ?Y qui¨¦n puede determinarlo mejor? El equipo de profesores que le imparte clases. Por eso creo que hay un debate absurdo sobre los n¨²meros, si son dos, tres o cuatro suspensos. La clave, en la etapa obligatoria, es analizar cu¨¢l es la mejor opci¨®n para conseguir que el alumno sepa m¨¢s el a?o que viene que este.

P. En la Comunidad Valenciana ya se ha eliminado el v¨ªnculo entre n¨²mero de suspensos y repetici¨®n. ?Qu¨¦ efecto est¨¢ teniendo?

R. Tenemos la seguridad de que se han reducido repeticiones, aunque hasta septiembre no tendremos datos cerrados.

P. Una parte de la sociedad cree que la medida debilitar¨¢ la cultura del esfuerzo.

R. Todo el profesorado sabe que hay alumnos que se esfuerzan much¨ªsimo y llegan hasta donde llegan porque muchos factores inciden de una manera determinante. La familia en la que est¨¢n, el contexto en el que viven, las tareas que tienen que realizar cuando se marchan a casa¡­ Lo que se resume en el nivel sociocultural y econ¨®mico de la familia. Eso ya estaba contrastado y se ha notado especialmente en la pandemia. El esfuerzo hace falta en todos los trabajos. Al estudiar, que es algo que ahora va a haber que hacer a lo largo de toda la vida, por supuesto. Yo defiendo la cultura del esfuerzo, pero no hagamos demagogia con ella.

P. Un sector de la sociedad se opone tambi¨¦n a cambiar el modelo de ense?anza tradicional.

R. ?La memoria es fundamental? S¨ª, lo es. Pero las evaluaciones no pueden basarse en lo que un chaval sabe un d¨ªa determinado. En los a?os noventa, hicimos aqu¨ª una prueba con 100 alumnos que hab¨ªan obtenido una media de sobresaliente entre el Bachillerato y la selectividad. Cuatro meses despu¨¦s les pusimos una prueba casi id¨¦ntica a la que hab¨ªan hecho y pasaron de tener media de sobresaliente a tener un 6,7. Eso quiere decir que aquel examen comprobaba, en gran medida, la memoria a corto plazo. Un aprendizaje basado en competencias pretende que asimiles y tengas la memoria suficiente para ser capaz de resolver problemas en el futuro y dar respuesta a situaciones nuevas gracias a los conocimientos que has adquirido.

P. Una de las objeciones que se plantean es que bajar¨¢ el nivel y perjudicar¨¢ a los buenos alumnos.

R. Tenemos que conseguir que todo el alumnado tenga una renta cultural b¨¢sica. Ahora, un 25% no se grad¨²a en la ESO en la edad esperada. Tenemos que conseguir que lleguen y sigan despu¨¦s haciendo FP o Bachillerato, o, si quieren trabajar, lo hagan combin¨¢ndolo con los estudios, algo que la nueva ley de Formaci¨®n Profesional contempla. Pero es que esta forma de aprender ser¨¢ mejor para el que hoy no llega a acabar la ESO y tambi¨¦n para el futuro astrof¨ªsico o matem¨¢tico, porque est¨¢ orientada a que sean capaces de resolver problemas, m¨¢s que a reproducir lo aprendido en un momento determinado. Y los centros, adem¨¢s de garantizar los aprendizajes imprescindibles, tambi¨¦n tienen que ofrecer aprendizajes deseables, utilizando su autonom¨ªa en funci¨®n de d¨®nde est¨¢n y qu¨¦ alumnado tienen, lo cual es necesario para atender a situaciones muy diversas. Aprovechando la optatividad, los centros valencianos tienen, por ejemplo, la posibilidad de ofrecer horas refuerzo, para evitar la repetici¨®n, en todas las ¨¢reas, y tambi¨¦n horas de profundizaci¨®n para enriquecer el curr¨ªculo en todas las ¨¢reas.

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