La memoria hist¨®rica, ausente en el nuevo curr¨ªculo escolar: otra anomal¨ªa democr¨¢tica espa?ola
Un grupo de profesores defiende en este art¨ªculo la necesidad de que en los desarrollos de la nueva ley educativa ¡°se garantice el conocimiento veraz de la represi¨®n franquista y la lucha antifranquista¡±

El Manifiesto por una verdadera inclusi¨®n de la memoria hist¨®rica democr¨¢tica en el curr¨ªculum escolar lleva recogidas m¨¢s de 33.000 firmas. En este manifiesto pedimos a la ministra de Educaci¨®n, Pilar Alegr¨ªa, que la ense?anza de la historia deje atr¨¢s el relato equidistante de ¡°los dos bandos¡± y garantice el conocimiento veraz de la represi¨®n franquista y la lucha antifranquista. Es crucial en este momento de tr¨¢mite parlamentario de la Proposici¨®n de Ley de Memoria Democr¨¢tica en el Congreso y de concreci¨®n de las ense?anzas m¨ªnimas del curr¨ªculum con la nueva ley de educaci¨®n (LOMLOE).
Hace tiempo que se lo enviamos a la ministra de Educaci¨®n para evitar que sucediera lo que ha ocurrido con las leyes de memoria hist¨®rica de las comunidades aut¨®nomas que establec¨ªan la obligaci¨®n de introducir estos contenidos en los libros de texto y el curr¨ªculum escolar. Pero lo cierto es que, en muchas de ellas, no ha pasado realmente de las intenciones o las declaraciones y en otras se han cercenado radicalmente las t¨ªmidas iniciativas que empezaban a ponerse en marcha con el crecimiento de la extrema derecha y su llegada a las instituciones parlamentarias.
Los documentos ministeriales sobre los reales decretos de ense?anzas m¨ªnimas de la LOMLOE que vamos conociendo nos hacen temer que, una vez m¨¢s, la memoria hist¨®rica democr¨¢tica quedar¨¢ ausente del nuevo curr¨ªculo. Pens¨¢bamos que esta anomal¨ªa democr¨¢tica espa?ola se corregir¨ªa. Pero no parece que vaya a ser as¨ª. Esta situaci¨®n es de enorme gravedad y m¨¢s si tenemos en cuenta que el estudio de la historia en la escuela es el ¨²nico momento de las vidas de buena parte de la poblaci¨®n en que tienen contacto directo con la historia acad¨¦mica.
En otros pa¨ªses no pasa lo que lleva sucediendo tanto tiempo en Espa?a. De hecho, hasta la ONU, en 2014, emiti¨® un informe que cuestionaba la aplicaci¨®n de la Ley de Memoria Hist¨®rica [aprobada en 2007]. Y en 2020, en el nuevo informe de la ONU sobre derechos humanos en Espa?a, insist¨ªa en pedir progresos en esta materia y reiteraba la necesidad de avanzar en el derecho a la verdad, justicia, reparaci¨®n y garant¨ªas de no repetici¨®n.
En el actual borrador del real decreto de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria solo aparece expl¨ªcitamente el ¡°Holocausto jud¨ªo¡±. En las 375 p¨¢ginas del borrador nada se plantea sobre el ¡°holocausto espa?ol¡±, seg¨²n la terminolog¨ªa acu?ada por el historiador Paul Preston, ni sobre la lucha democr¨¢tica antifranquista. Es decir, se obvia la memoria hist¨®rica democr¨¢tica de la nueva Educaci¨®n Secundaria Obligatoria.
En el de Bachillerato, que sigue manteniendo la anomal¨ªa de separar la Historia de Espa?a de la Historia del Mundo ¡ªseparaci¨®n in¨¦dita en los cursos equivalentes en los pa¨ªses de nuestro entorno¡ª, dentro de los ¡°saberes b¨¢sicos¡± se habla de La Guerra Civil y el Franquismo con t¨¦rminos que parecen blanquear la dictadura: ¡°aproximaci¨®n a la historiograf¨ªa sobre el conflicto y al marco conceptual de los sistemas totalitarios y autoritarios¡±. T¨¦rminos, estos ¨²ltimos, que plasman los usados en el pol¨¦mico Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol y por el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (PP), para definir la represi¨®n franquista: un r¨¦gimen autoritario. Reduciendo adem¨¢s la memoria democr¨¢tica a una gen¨¦rica e inespec¨ªfica frase: ¡°reconocimiento de las acciones y movimientos en favor de la libertad en la historia contempor¨¢nea de Espa?a¡±. Tambi¨¦n sit¨²a en ¡°saberes b¨¢sicos¡± relacionados con el compromiso c¨ªvico la memoria democr¨¢tica como ¡°reconocimiento, reparaci¨®n y dignificaci¨®n a las v¨ªctimas de la violencia¡±, utilizando el t¨¦rmino violencia de forma gen¨¦rica, donde se pueden incluir desde v¨ªctimas de la dictadura franquista a las v¨ªctimas del terrorismo o de la violencia de g¨¦nero.
No es de extra?ar por eso que las investigaciones concluyan que la memoria hist¨®rica de aquel per¨ªodo permanece invisibilizada y ocultada en el curr¨ªculum. Y, al parecer, as¨ª seguir¨¢ siendo. Si en las ense?anzas m¨ªnimas, en el curr¨ªculo b¨¢sico establecido en los reales decretos del Ministerio de Educaci¨®n (para primaria, secundaria y bachillerato) est¨¢ ausente y se prev¨¦ invisibilizarla a¨²n m¨¢s, esto implica adem¨¢s que siga desaparecida tambi¨¦n en los libros de texto escolares, que son los que en la mayor parte de las ocasiones establecen en la pr¨¢ctica los contenidos docentes que se imparten y se desarrollan en las aulas.
Adem¨¢s, la organizaci¨®n de la asignatura de Historia en Bachillerato es otra de las anomal¨ªas espa?olas, respecto a c¨®mo se hace en los pa¨ªses de nuestro entorno. Aqu¨ª se separa la Historia de Espa?a de la Historia del Mundo Contempor¨¢neo como si no estuvieran profundamente interrelacionadas. A esto se suma que, al establecer unos contenidos que van desde la Antig¨¹edad hasta el tiempo presente (otra anomal¨ªa espa?ola injustificable en este nivel), temas como la II Rep¨²blica y la dictadura quedan relegados al final del programa y, con la presi¨®n que supone la preparaci¨®n para la prueba de acceso a la universidad, se quedan sin el tiempo necesario para abordarlos con la profundidad imprescindible.
Esto es lo que nos ha llevado a promover este Manifiesto por una verdadera inclusi¨®n de la memoria hist¨®rica democr¨¢tica en el curr¨ªculum escolar. Ha sido apoyado tambi¨¦n por m¨¢s de 70 asociaciones memorialistas, colectivos docentes, sindicatos y partidos pol¨ªticos y encabezado por expertos y expertas de reconocido prestigio como Paul Preston (Universidad de Reading), Juli¨¢n Casanova (Universidad de Zaragoza), Mirta N¨²?ez D¨ªaz Balart (Universidad Complutense de Madrid), Angel Vi?as (Historiador y diplom¨¢tico), ?ngeles Egido Le¨®n (UNED), Francisco Erice Sebares (Universidad de Oviedo), Matilde Eiroa San Francisco (Universidad Carlos III de Madrid) y Alberto Reig Tapia (Universidad Rovira i Virgili de Tarragona), entre otros muchos.
La ministra nos convoc¨® a una reuni¨®n para hablar del manifiesto a mediados de noviembre, pero solo nos recibieron t¨¦cnicas del departamento. Por eso, entregaremos pr¨®ximamente las firmas recogidas y esperamos que la ministra de Educaci¨®n concrete en breve un encuentro para analizar c¨®mo incluir de forma efectiva la memoria hist¨®rica democr¨¢tica en los nuevos decretos del curr¨ªculo que su ministerio est¨¢ dise?ando. Y establecer que en la formaci¨®n de todo el profesorado (y no solo de los especialistas en Historia) se incluyan estos temas, para que desde toda la comunidad educativa y sus profesionales se impulse el derecho a la verdad, la justicia, la reparaci¨®n y la no repetici¨®n. En suma, para prevenir la reaparici¨®n del fascismo.
En definitiva, lo que pretendemos es evitar la tragedia de la desmemoria actual. Porque si un solo alumno o una alumna acaba el per¨ªodo de educaci¨®n obligatoria sin conocer esto, es una tragedia en pleno siglo XXI. Es que algo estamos haciendo mal en el sistema educativo. El olvido de la memoria hist¨®rica en la escuela ha supuesto que las generaciones que han llegado todos estos a?os a su etapa adulta carezcan de una formaci¨®n s¨®lida sobre lo que supuso la dictadura franquista y la lucha antifranquista que se mantuvo frente a ella.
Como advierten los historiadores, ¡°la incomprensi¨®n del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado¡±. No se puede construir un futuro con un pasado basado en la impunidad. Las v¨ªctimas de la dictadura sufren una doble violencia: la de sus verdugos y la de borrarlos de la memoria colectiva. Las nuevas generaciones necesitan conocer y comprender su pasado, la historia de su comunidad social, porque tienen derecho a la verdad. La memoria hist¨®rica es la recuperaci¨®n de la verdad desde la memoria herida de las v¨ªctimas y los valores que defendi¨® la resistencia antifranquista y que dieron lugar a los derechos sociales y las libertades que hoy tenemos.
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